Se abre la baraja en el PRI
Roberto Vizcaíno martes 16, Nov 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
“Los 12 años alejados del poder nos han dado la fuerza para volver a la Presidencia de la República, pero para volver tenemos que estar unidos y hacer nuestra contribución todos juntos. Y por eso he decidido alejarme de cualquier disputa”, aclaró Fidel Herrera
Conforme pasa el tiempo y se acerca la fecha de la sucesión presidencial, mucho se discute entre analistas y políticos de café, de si el paso que lleva el gobernador del Estado de México en las preferencias electorales podrá ser mantenido por Peña Nieto.
Esto es porque hay encuestas que lo sitúan hoy entre el 65 y 70 por ciento o más entre las intenciones de voto de los mexicanos.
Y, claro, faltan todavía 18 meses para llegar al domingo 1 julio de 2012, día de la elección.
Otros dicen socarronamente que, de aquí a ese domingo, “muchas cosas pueden pasar”, sugiriendo que el mexiquense pudiera perder su posición de puntero y dejarle el espacio a otro priísta.
Claro que se refieren a uno en especial. Porque dentro de las filas tricolores, el que le sigue a Enrique Peña Nieto, un tanto lejos, es el sonorense Manlio Fabio Beltrones, a pesar de que a juicio de los más conocedores, es quien dentro de los aspirantes -todos- a suceder al panista Felipe Calderón, es quien pudiera tener las más altas capacidades y experiencia de poder y gobierno, así como el mejor programa de gobierno.
Esto es, si hablamos en serio, porque tiradores hay muchos y hay quienes incluyen todavía a Beatriz Paredes en esa pequeñísima lista de posibilidades tricolores, cuando los más experimentados saben que eso es imposible por muchos y muy importantes motivos.
Hace no mucho, quizá un año, dentro de la cúpula priísta circuló un análisis que expresaba la inquietud de algunos en la estructura tricolor respecto del riesgo que corrían el PRI, y el propio Peña Nieto, ante la ausencia de otros aspirantes con peso político (no físico) que disputaran la candidatura presidencial.
Hoy mismo se ve cómo Felipe Calderón y sus cercanos dentro del PAN y en el Congreso, todos los días buscan un pretexto para golpear tanto al tricolor como al mexiquense en busca de debilitarlos y quitarles el predominio en la carrera hacia el 2012.
A eso mismo se refirió hace poco el gobernador coahuilense Humberto Moreira, cuando enumeraba sus puntos a favor en su camino hacia la presidencia del PRI.
Decía que de llegar a ocupar el cargo que dejará inevitablemente vacante Beatriz Paredes el 4 de marzo próximo, él podría convertirse en un punto de atracción dentro del golpeteo en la carrera presidencial y así quitarle presión de encima a Peña Nieto.
Otro norteño que fue mencionado por un grupo de poderosos empresarios e industriales hace algunos meses como posible precandidato presidencial, fue el joven gobernador de Nuevo León, el priísta Rodrigo Medina. Pero los graves problemas que vive su gestión debido a los embates del narcotráfico y la delincuencia organizada en su estado, lo han dejado rápidamente de lado en esta contienda.
Dentro de esta misma lógica, no hace mucho, durante una visita al puerto de Veracruz, el ex presidentes Carlos Salinas dijo ante periodistas y empresarios que uno de quienes podrían entrar en la competencia de ese cargo, era el gobernador Fidel Herrera.
Llegó incluso a decirle el ex presidente a los empresarios que Herrera era tan buen precandidato que lo debían compartir con el resto del país. Igual se habló después de que el veracruzano podría ser aspirante a la presidencia, pero del PRI.
Pero Fidel salió pésimamente calificado en julio pasado por los electores de su estado, quienes por poco le dan un susto impulsando al ex priísta y ahora neopanista Miguel Ángel Yunes, al grado de que éste se quedó a apenas unos cuantos votos de Javier Duarte, indudable alfil de Herrera.
De julio a la fecha Herrera transitó en el más bajo de los perfiles. Y dentro de unos días, el 1 de diciembre, le entregará el poder a su sucesor y discípulo, Javier Duarte.
Ante esta perspectiva y tiempo, Herrera salió anteayer y dijo que no estaba muerto políticamente como mucho pensaban, y que además él creía que podría ser uno de los aspirantes a la candidatura presidencial de su partido.
Herrera le entra así a la contienda interna del PRI por la nominación a la Presidencia de la República cuando cuenta con 61 años de edad, frente a los 58 de Beltrones y los 44 de Peña Nieto.
Claro, como el veracruzano a esa edad ni es ingenuo, ni loco, ni come lumbre, al subirse al camión de la sucesión presidencial deja en claro que a lo mejor ni la quiere.
Mire, al autolanzarse, dijo según la entrevista publicada por El Universal bajo la firma de Francisco Reséndiz:
“Soy elegible… falta saber si soy el elegido (pero) si no soy el candidato, seré el aliado del elegido para que el PRI vuelva a Los Pinos… No soy adversario, ni le disputo nada a nadie; soy solución, no un problema”.
¿¡Qué!? ¿Pues quiere o no quiere? La verdad es que sabe Fidel que poco puede hacer realmente frente a Peña y Manlio y deja de entrada en claro que pues él más bien quiere cargarle las maletas al vencedor.
Luego de autocalificarse como un político profesional, indicó:
“Creo que puedo contribuir en el sitio que me toque, candidato o no, porque creo en la necesidad de que el PRI vuelva a dirigir al país”.
Herrera, como otros de la cúpula del tricolor, cree que antes de que su partido lance a su candidato presidencial, se deberá resolver en unidad la designación del sucesor de Beatriz Paredes en la dirigencia del tricolor, después triunfar en las elecciones de julio en el Estado de México y luego ir a una campaña de recuperación de las instituciones nacionales.
El veracruzano afirma no haber hecho un mal papel en la gubernatura de su estado y advierte que tampoco se siente culpable de nada.
“He ajustado todas mis acciones al marco de la ley. He sido blanco de las campañas más feroces, desacreditadoras, de guerra sucia, pero porque la gente me conoce las he sobrevivido. Ni ando en lanchas en medio de la inundación, que la tomé para que los lancheros vieran que pueden tener ingresos, ni hago esas expresiones que en las grabaciones me vinculaban con expresiones de poder”.
Se dice amigo de todos los que forman el poder interno de su partido y comenta que “la política es una ciencia de conciencia, de constancia y de circunstancia”.
Y como tal sabe la posición que ocupa en este momento.
“Hay un perfil muy adelantado por las condiciones que ha generado en simpatías, en encuestas, para Enrique Peña Nieto… hay una consolidación de la reciedumbre, el carácter y de talento de Manlio Fabio Beltrones, hay una presencia nacional de triunfo de Beatriz Paredes y está Paco Rojas, que nos ha dado fortaleza.
“Me hacen el favor de incluirme en mediciones no solamente del país sino en el extranjero, pero eso no depende de mí ni de que quiera. El postularse o que lo postulen a la Presidencia de la República no depende de querer, sino de poder y en ese punto hay que considerar factores externos.
“Estoy en condiciones de optar. Soy elegible, falta saber si soy el elegido. Eso es lo que hay que recorrer. Lo que sí sé, es que si no soy el candidato del tricolor seré el aliado del elegido para que el PRI vuelva a Los Pinos, eso es claro y hacia allá quiero hacer mi contribución”, indica.
Otros priístas ven a Fidel como un importante senador en la próxima legislatura. Si es así sería su segundo paso por la Cámara alta y se convertiría en uno de los políticos más experimentados dentro del tricolor.
“Yo soy un priísta con una gran tradición política de militancia: he sido cuatro veces diputado federal, una vez senador, una vez gobernador, he participado de manera directa en la elección de un Presidente de la República y en la de dos gobernadores anteriores del estado de Veracruz, no en esta última”, relata Herrera.
“He sido presidente del PRI en el DF y en Veracruz, líder juvenil nacional, secretario de Organización, delegado del CEN del PRI en 10 estados, si fuera beisbol, yo puedo jugar cualquier posición, porque tengo esa disposición a trabajar en equipo y sé que puedo liderar y dar resultados.
“Sé que tengo ahora un capital político que le corresponde a los veracruzanos y que juntos lo hemos construido. Que hay que cuidar ese capital político y quiero ofrecerlo a la disposición de mi partido, a fin de que el PRI vuelva a la Presidencia de la República.
“Los 12 años alejados del poder nos han dado la fuerza para volver a la Presidencia de la República, pero para volver tenemos que estar unidos y hacer nuestra contribución todos juntos. Y por eso he decidido alejarme de cualquier disputa”, aclaró.
Pues ahí está, un nuevo contendiente… que a veces no lo parece tanto.