Pura raza o raza pura
Alberto Vieyra G. miércoles 23, Ago 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Antes de convertirse en canciller de Alemania, en 1933, Adolfo Hitler se había obsesionado con una infame ideología de la raza aria o raza pura.
Según Hitler, la raza germana era la raza pura y superior del mundo, que no podía juntarse con la pelusa, es decir, con negros, judíos, o los prietos de América, considerados como la raza impura. Para Hitler, el ideal “ario” era rubio, de ojos azules y alto. Había surgido un racismo feroz, que Hitler llevaría hasta el exterminio, teniendo como patrocinador a un racista gringo, llamado Henry Ford.
Sería así como ese loco racista exterminaría a más de 7 millones de judíos, que en ese momento representaban el mayor peligro para la religión católica y el capitalismo. De hecho, ese exterminio contaría con el aval o la indiferencia del Vaticano.
Un año antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, un censo arrojó que había en Europa casi 14.5 millones de judíos, la mayoría de ellos con inmenso poder económico y una solidaridad a toda prueba.
Rudolph Hess, el segundo hombre más importante en el ejército alemán y brazo derecho de Hitler, desertó y huyó hacia Inglaterra, en 1941, tras desplomarse el viejo avión que lo transportaba, al ser capturado por los ingleses, lo primero que hizo fue alertar al Vaticano del genocidio, que, con los judíos, estaba cometiendo Hitler. El Vaticano ni vio ni oyó a Hesse.
Después de ese negro episodio en la historia, miles de nazis huyeron a Estados Unidos, donde adoptarían la bandera nazi, hoy prohibida en Alemania. Esos feroces grupos racistas se sumarían a los ya existentes, como el Ku Kux Klan, que también tienen la misma ideología hitleriana sobre la raza blanca.
Esos feroces del Ku Kux Klan se convertirían en un infierno para nuestros mexicanos que quedaron en Estados Unidos, después de que esa nación nos arrebató en una guerra de auténticos gandallas, 2 millones 547 mil 242 kilómetros cuadrados de nuestro territorio.
Esos racistas se apoderarían de la mayor cantidad de los territorios que el Tío Sam nos arrebató.
Durante la Guerra Civil norteamericana, allá por 1863, el Ku Kux Klan tomaría una inmensa fuerza en prácticamente todo el sur de Estados Unidos, aunque esos grupos racistas están hoy diseminados por todo el país, y suman más de 920 grupos que odian todo lo que no sea raza blanca.
Cuando Donald Trump hablaba en la campaña electoral de que Estados Unidos volvería a ser una nación de raza blanca, le estaba echando gasolina al país. Ahora, la bestia trumpiana le prende fuego después del terrorismo que el Ku Kux Klan, neonazis y demás grupos racistas, llevaron a cabo en los xenofóbicos y macabros disturbios de Maryland.
Donald Trump hizo lo que el Vaticano con Hitler, se hizo de la vista gorda. Lejos de condenar ese terrorismo racista, salió con que tanta culpa tenían los grupos racistas como los grupos liberales que están por desterrar de la faz de Estados Unidos, más de 900 estatuas de sus líderes de la guerra, hoy llamados ‘simbolos del terror’.
Ese hecho mató políticamente a Donald Trump, y no faltan estudiosos y observadores que ven a un Estados Unidos en otra guerra civil, atizada por la bestia trumpiana. Aunque usted no lo crea.