Desgobierno panista
¬ Augusto Corro viernes 12, Nov 2010Punto x Punto
Augusto Corro
Con cualquier pretexto, el ex presidente Vicente Fox salta a la palestra para opinar y sugerir sobre cuestiones de gobierno o de desgobierno: pide la despenalización de la marihuana y la salida del Ejército en la guerra contra el crimen organizado.
Fox aborda cualquier tema con el fin de continuar su protagonismo político. Quiere, entre otras cosas, mejorar su imagen, algo más que imposible, para lo que pudiera suceder en las próximas elecciones presidenciales del 2012. Esto es por una simple y sencilla razón: el Partido Acción Nacional (PAN) se encuentra en la lona y sin posibilidades de continuar en el poder.
Y lo peor, entre los panistas es difícil encontrar al hombre, con cualidades necesarias, para aspirar a la candidatura presidencial por parte del blanquiazul. En ese partido la caballada se encuentra famélica. Fox lo sabe bien. Y también conoce las condiciones complejas en las que se desenvuelve el gobierno federal panista metido en una guerra contra la narcodelincuencia que, para ser sinceros, la tiene perdida.
Fox llegó al gobierno federal con el respaldo absoluto de una gran mayoría de mexicanos que esperanzados esperaban un cambio, luego de más de 70 años de dictadura perfecta priísta. Sin embargo, ese cambio no se dio. En Los Pinos se continuó con más de lo mismo y peor todavía, pues se convirtieron en la imagen de la frivolidad. El entonces ejecutivo no supo gobernar, no le encontró la cuadratura al círculo, y dilapidó su capital político de la manera más absurda e inútil. Nunca entendió que su etapa de candidato panista quedaba atrás y que era necesario que asumiera la responsabilidad total de gobernante, de presidente.
El sexenio se desperdició totalmente y lo único que logró para su beneficio fue que su partido continuara en el poder en medio de un escándalo mayúsculo que dividió al país con las impugnaciones políticas históricas que todos conocemos. Los tribunales electorales corruptos elogiaron las intervenciones ilegales de Fox en la campaña presidencial y nadie castigo las injerencias del ejecutivo.
¿Es ese favor que tiene que pagar el gobierno federal panista y que le impide callar a Fox? ¿Por eso el guanajuatense actúa como chivo en cristalería? ¿O su deseo es de continuar de puntal para rescatar al PAN del hoy en que cayó? Porque con un poco de prudencia, el ex presidente debe entender que ya tuvo la oportunidad de gobernar y que la dejó pasar. Los de ahora, son otros tiempos y otros políticos los que deben responder de sus aciertos o sus errores.
A raíz de que el otro inepto, el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se refirió, en sus memorias polémicas, a su relación con Fox y a la invasión de Iraq, el mexicano ni lo pensó dos veces para meterse en el tema, concretamente en la comunicación fallida entre ambos mandatarios.
Fox dijo que no le contestó 50 llamadas que le hizo Bush. Imagínese la capacidad de resolver las relaciones diplomáticas con el represente del país más poderoso del mundo. Sin idea de nada, al guanajuatense se le hizo más fácil asumir la conducta del avestruz: esconder la cabeza para no enfrentar problemas. En el caso de Fox el pretexto fue una intervención quirúrgica en su columna lo que le impidió hablar con Bush.
Materialmente, Fox se escondió para no contestar el teléfono y fijar la posición de México frente a la invasión iraquí por parte de EU que no fue aprobada por las Naciones Unidas en ese entonces, como se sabe.
Sin asesores en diplomacia y una ignorancia supina del manejo de las relaciones internacionales, Fox rompió un contacto con el hombre que bien pudo ayudar o servirle a México. No olvidar que Bush estuvo en el rancho de Fox y que ambos se juraron amistad. Por cierto, con el pretexto de remodelar el rancho San Cristóbal, un dinero quedó en el aire, volando. Nadie informó de qué cantidades de dinero se gastaron para la remodelación o reconstrucción del inmueble citado.
Al negarse a contestar el teléfono a Bush, se cancelaron, automáticamente, los planes para alcanzar una reforma migratoria integral, como se decía en aquellos tiempos, que se hablaba de conseguir la enchilada completa. Es decir, una reforma migratoria que beneficiaría a millones de connacionales.
Pero con su actitud negativa, el gobierno mexicano ya no se encontraba en condiciones de exigir un mejor trato al vecino poderoso, si cuando lo necesitaba, cuando le urgía el apoyo del guanajuatense, este se escondía y se olvidaba de la importancia de hablar con valentía y exponer ante el mundo que México es respetuoso de la autonomía de los pueblos y que respeto al derecho ajeno es la paz. Algo tan elemental. Y sin embargo, se cayó en errores de los que ahora se ufana el ex mandatario blanquiazul.
Y lo que se pudo ganar con una postura inteligente ante Estados Unidos, se echó a perder por la imprudencia, ignorancia o tal vez cobardía de un presidente inepto. Lo anterior se desprende de las últimas declaraciones Fox.
Por cierto, a diez años de gobierno federal panista, la situación en México cambió, en efecto, pero para mal. Los blanquiazules no pudieron con el paquete de gobernar. La sociedad mexicana sabe que el licenciado Felipe Calderón Hinojosa perdió su guerra contra los cárteles de la droga: ya van treinta mil muertos y crece la suma de asesinatos. La economía no levanta y aumenta , incontenible, el número de pobres. No hay empleos. La juventud se encuentra abandonada. Es insuficiente el cupo para estudiantes en las universidades públicas. Somos un país que se distingue por la corrupción galopante y la impunidad, herencia que no pudieron sacudirse los panistas.
Y aunque usted no lo crea, los blanquiazules se preparan para festejar, a partir del próximo 28 de noviembre, sus diez años de disfrutar el poder. Así lo informó el nuevo millonario y dirigente del CEN del PAN, César Nava. Explicó que “se realizará una magna celebración el domingo 28 de noviembre para conmemorar diez años de que el PAN llegó a Los Pinos y con lo cual cambió la historia política del país”.
Es seguro que a esas fiestas no invitarán a los huérfanos que produjo la guerra contra el crimen organizado, ni a los padres de familia de los niños que murieron en el incendio de la guardería ABC, de Hermosillo, Sonora; ni a los desempleados electricistas del SME, por citar a algunos que claman justicia. Es más, ni a mí me llegará la invitación.