Los partidos políticos
¬ Mauro Benites G. viernes 18, Ago 2017Municiones
Mauro Benites G.
El origen de los partidos políticos tiene una relación estrecha con el sistema representativo y, por ende, con la práctica parlamentaria inglesa del siglo XVIII. En el caso de América, al igual que en Inglaterra, su aceptación y conformación no fue del todo considerada como provechosa para el desenvolvimiento del Estado. Recordemos, por ejemplo, las posiciones que en Norteamérica tuvo Alexander Hamilton frente a estas instituciones. Tanto él como James Madison lo plantearon en uno de los artículos de El Federalista: “Entre las numerosas ventajas que ofrece un gobierno bien estructurado, ninguna merece ser desarrollada con más precisión y atención que su tendencia a controlar y dominar la violencia del espíritu de partido político”.
En este comentario el amable lector encontrará un eje conductor que resalta las tres etapas que ha vivió el PRI como instituto político: la relación existente entre la Revolución de 1910 y sus demandas con el partido y con la figura presidencial. Resultará esclarecedor que, desde su creación del PNR en 1929, hasta la plataforma electoral que presentó en el año 2000, el concepto de la Revolución se haya matizado, modificando y entendido de diversas formas y más lo será para el 2018.
Hay una hipótesis que se busca sustentar: la derrota político-electoral del 2000 no sólo implicó factores claves, como un presidente que arbitrariamente utilizó al instituto, sino que el declive de las ineptas dirigencias del partido se fue fraguando desde los años sesenta, cuando un grupo de tecnócratas no coincidente con su ideología se consolidó en el poder político, que éste había servido a la gran mayoría de mexicanos hasta ese año. No creemos, de ninguna manera, que ésta sea un monumento bajo el cual se deban redimir todas las concepciones ideológicas, pero sí consideramos que, al ser base originaria del Estado mexicano, hay que prestarle principal atención en tanto no se logren sus objetivos, se satisfagan las necesidades de la población y no se cambien nuestros conceptos jurídicos con una Reforma del Estado.
En todo ese ejercicio de gobierno y de vivencia y convivencia política durante más de 70 años, un eje cruzó desde 1929 hasta el momento en que el PRI dejó la Presidencia de la República en el año 2000: La Constitución de 1917. Fueron sus postulados los que nos enseñaron la importancia de la defensa obligada de nuestra soberanía, de la necesidad de defender el nacionalismo y no alentar a los entreguistas de la nación.
Postulados que están plasmados en los Documentos Básicos del PRI del siglo XXI.