¿Fortalecidos o divididos?, el desafío de los priístas
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 7, Ago 2017Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- “Todos necesarios y nadie indispensable”: Ochoa Reza
- Corrupción, inseguridad, pobreza… el reto del PRI
Ya estamos a menos de un año de las elecciones de 2018, para ser exactos a once meses. Todos los partidos, excepto uno, Morena, realizan preparativos para nombrar a su candidato presidencial donde, de acuerdo al calendario electoral, los nombres deberán estar listos a más tardar a fines del año en curso y estar en posibilidades de entrar de lleno a la competencia e iniciar formalmente campaña en abril del año siguiente.
Algunos buscan formar coaliciones o alianzas para obtener mayor representatividad ante el electorado, otros buscarán demostrar que más vale solos que mal acompañados. En esa lógica, sin duda, el partido que más reflectores tendrá en esa nominación es el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por dos cosas, porque es el partido en el poder y porque es el que más luce desgastado como opción política.
Al PRI las encuestas le dan el mayor número de opiniones negativas (18% de opiniones positivas contra 62% de opiniones negativas, según datos de Buendía & Laredo). Así, con esa percepción en la opinión pública, el otrora poderoso partido tricolor llegará esta semana a su XXII Asamblea nacional, donde sus cuadros dirigentes no parecen estar unidos y desde ahora se pronostica una reunión acalorada, de desencuentros, principalmente en el rubro de sus estatutos.
Es cierto, el PRI no las tiene todas consigo en términos de confianza y credibilidad en la población, pero tampoco se le puede dar por muerto en la contienda electoral que se avecina y en mucho dependerá qué tan fortalecidos o divididos salgan de su asamblea nacional, y de cómo definen sus agenda de prioridades, porque mucho del ruido que existe se da en torno a los requisitos que deberá cumplir quien vaya a ser su candidato, pero muy poco se dice qué es lo que les interesa como institución partidistas o para qué quieren seguir en el poder.
En ese marco, muchos militantes y simpatizantes del ese partido se preguntan dónde andaban todas esas voces que hoy reclaman su participación en estos trabajos, por qué no se manifestaron con el mismo interés contra casos de corrupción de algunos de sus correligionarios, como los hasta hace unos meses distinguidos priístas y ahora señalados por la justicia, los ex gobernadores de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua, Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte, por mencionar sólo algunos nombres.
Opinar en qué o participar para qué, si en momentos difíciles de su partido, muchos de esos que hoy reclaman ser escuchados optaron por el silencio cómplice ante tanta ratería. Tal vez lo que reclaman es participar para no ser excluidos ante un eventual triunfo de su partido; quieren opinar para después reclamar una porción de ese poder que a muchos de ellos los ha hecho hombres de negocios y fama pública. ¿Será esa la razón?, no hay que ser brujo o adivino para conocer la respuesta.
Tal vez, y esto va para todos los que participarán en esa asamblea partidista, el eje de la discusión, debate, análisis, deliberación, reflexión, o el término que quieran utilizar, sería la atención a la problemática nacional como es el caso de la inseguridad, la corrupción y el combate a la pobreza, porque si algo ha contribuido a la debacle tricolor en las últimas elecciones es precisamente ese desinterés o alejamiento que muchos funcionarios de los tres niveles de gobierno han tenido con la ciudadanía que llevó al PRI a ser gobierno.
Entonces, desgárrense las vestiduras, alcen la voz, peguen el grito, defiendan su espacio de participación, manoteen, digan lo que piensan, fáltense al respeto, sean diplomáticos, negocien, o lo que sea, pero que el resultado de ello se vea reflejado en la atención de los asuntos de la vida nacional y dejen de sólo hacer grilla para beneficiar a grupos o particulares, eso es lo que los militantes y seguidores del PRI quieren de ustedes, quieren verlos como autentico políticos y no simples buscadores de chamba, hueso o privilegio.
VA MI RESTO.- Este fin de semana el dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, hizo algunos señalamientos en el marco de los preparativos de la asamblea de su partido: “Todos somos necesarios y nadie es indispensable”, y matizó el mensaje diciendo que en los trabajos de su asamblea todos tienen cabida y que el debate es bienvenido.
Y propuso a los priístas del país dar el debate en la XXII Asamblea Nacional, construir un programa convincente para la ciudadanía y volcarse a las calles a contagiar “el discurso de triunfo” de ese instituto político, y también los convocó a plantear a la ciudadanía un proyecto de gobierno creíble.
Es ese el contexto en el que caminan los preparativos del referido evento, donde el tema más complejo, sin duda, será el que se refiere al cambio de estatutos y que de alguna manera tiene que ver con la nominación del candidato presidencial de este partido. Por el interés que los priístas tienen sobre la mesa cinco, se ha dado a conocer que el dirigente nacional del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, asistirá al debate que se dará en Campeche, los días 9 y 10 de agosto.
Qué lástima, por lo visto hasta ahora, podemos decir que en el PRI siguen habiendo muchos cuadros que aún no entienden para lo que debe servir un partido, ya que en lugar de estar a estas horas buscando soluciones a los problemas nacionales, están distraídos queriendo encender infiernitos en medio de todo un incendio, y hasta ahí porque como veo, doy.