En México, cada función de teatro es un milagro: Morris Gilbert
Espectáculos viernes 4, Ago 2017Reír… Llorar… Sentir…
Gloria Carpio
- “No soy el Rey Midas del Teatro, porque para lograr el éxito tuvo que haber muchísimos fracasos”, señala el reconocido productor teatral mexicano, que celebra 42 años de trayectoria
- En cada obra de Ocesa Teatro trabajan 400 personas, por lo que cada compañía es una empresa
- “De mis padres aprendí a trabajar intensamente, en mi casa no se conoció el alcohol, los dos grandes vicios fueron el trabajo y la Coca-Cola, por lo que a la edad de 16 años comencé mi labor»
- Nunca produzco una obra de teatro si no tengo el dinero para hacerla, jamás monto una puesta en escena para probar si me va a ir bien
(I de II partes)
Por las características económicas, sociales y culturales de nuestro país, existen empresas que han ingresado a la globalización, y México es la sede de Ocesa Teatro y Mejor Teatro, en las que hay verdaderos magos que hacen que el espectáculo compita, y no sólo eso, que destaque.
Encontrar a quien al mismo tiempo produce una docena de montajes y poderlo entrevistar es una proeza, porque el productor es al mismo tiempo la pieza más importante de cualquier obra.
Y es el caso de Morris Gilbert, director de la División Teatro de Ocesa, la empresa productora más importante de México y una de las cinco más grandes del mundo; asimismo, está al frente de su empresa Mejor Teatro.
Cabe destacar que Morris conoce los rincones de los teatros y sabe del valor que tiene el tiempo, no sólo para él, sino para la gente que es capaz de ponerse enfrente.
Pide que lo cataloguen como alguien muy exigente y lo justifica, pues por ello decidió dedicarse a la producción teatral, en razón que desde que entró al espectáculo como actor, era perfeccionista, lo cual le permitió distinguir con claridad su vocación, que es la de productor.
Por el número de puestas en escena que ha realizado: 120, entre musicales, comedia y drama, Morris Gilbert es uno de los más grandes productores en la historia del teatro en nuestro país y el mundo.
Y por el poco tiempo del que dispone, es un orgullo para DIARIO IMAGEN que nos haya concedido una hora de entrevista, por lo que esta entrevista se divirá en dos parte. En esta primera entrega se centró la plática en lo interesante de su trayectoria artística de 42 años, aunque ya más bien son 43 años, que en enero de 2018 celebrará, además de poner su nombre en letras de oro en la cartelera teatral conviritiéndose en el Rey Midas del Teatro.
El reconocido productor comienza por rechazar que tenga un carácter de acero. No. “Eso se confunde con ser profesional a rajatabla y lo soy y —repito— soy exigente y a eso se debe que le pida entrega absoluta a los equipos con quienes trabajo”.
“EN EL TEATRO HAY DOS COSAS QUE NO SE PUEDEN DESPERDICIAR: EL TALENTO Y EL DINERO”
Y remata: “En el teatro hay dos cosas que no se pueden desperdiciar: el talento y el dinero”.
Señala que las mismas exigencias o más, que se le demandan a los actores, se le piden a los escenógrafos, a los maquillistas, iluminadores… porque los primeros en exigirse deben ser los productores, que con creatividad y mucho riesgo, hacen que sean realidad las grandes producciones teatrales.
Morris Gilbert hace notar que actualmente lo más difícil es la producción de los musicales, en razón de que una obra de ese calado tiene mucha gente involucrada, tanto arriba del escenario como detrás y aunque no lo parezca, cada obra teatral es una empresa diferente: los actores, escenógrafos, músicos, acompañantes y sonidistas. Subraya que es algo complejo y cada función es un milagro.
Morris explica que él nunca se ha metido a dirigir una obra y le tiene mucho respeto a los directores de cada montaje, es un convencido de que la producción tiene sus límites.
Recuerda cuando los inversionistas de Ocesa le hablaron para darle ese cargo y en ese entonces “yo venía de una ronda de muchas decepciones en el teatro y les comentó que no quería volver a invertir emocionalmente y le dijeron que sería lo contrario y no se equivocaron”.
Comenta que quienes hablan de producir obras de teatro, piensan que todo es dinero, y es mentira, pues se requiere, en primer lugar la vocación, luego imaginación, después valentía, porque cada producción tiene sus riesgos, y por mucho, hay títulos que son de por sí un éxito asegurado, pero cada uno tiene su riesgo, porque las inversiones son cuantiosas.
Y menciona las producciones en las que ha estado inmerso: “La Bella y la Bestia”, de 1997 al 2007; “Rent”, “El Fantasma de la Ópera”, “El Hombre de La Mancha”, Jesucristo Superestrella”, “Chicago”, “El Full Monty”, “Los Miserables”, “José el Soñador”, “Violinista en el Tejado”, “Bésame Mucho”, “Hoy no me Puedo Levantar, “Los Monólogos de la Vagina”, “Dulce Caridad”, “Mamma Mia!”, “A Chorus Line”, “Peter Pan, “¡Si nos Dejan!”, “Bajo Terapia”, “La Estética del Crimen”, “Wicked”, “Orgasmos”, “Confesiones de Mujeres de 30”, “El Rey León” y “Mentiras, el Musical”, entre muchísimas más.
“NO ME CONSIDERO EL REY MIDAS DEL TEATRO”
—Te veo muy bien, sin duda el teatro te mantiene con vida.
“Definitivamente, además de que la mente no envejece, lo que envejece es el cuerpo, la piel, la carne, pero cuando se trabaja nunca envejece la mente ni el corazón”.
-Morris celebras ya 42 años de productor, de verdad es aplaudible, además de que en una industria tan difícil como el teatro el público te llama el Rey Midas del Teatro.
“Eso me da un poco de risa porque para que una obra te funcione comercialmente tienes que haber pasado por muchas que no funcionen. Como nos dedicamos al show business del espectáculo tenemos que poner cara alegre y optimista, pero en realidad hay momentos muy difíciles en nuestra profesión, lograr que salgan los gastos de una producción es muy difícil, por eso cuando me dicen que soy el Rey Midas del Teatro pienso que ojalá, que me la hagan buena”.
—Pero después del “Señor Teatro”, Manolo Fábregas, Morris Gilbert es una figura muy importante en el teatro mexicano. Cómo lograr el éxito en una industria tan difícil como el teatro, además de tener en la actualidad simultáneamente en cartelera más de cuatro obras.
“Hay muchos factores que sumar: la formación familiar. Si algo me enseñaron en la vida mis padres fue a trabajar muchísimo, eso aprendí en mi casa, a mis padres nunca los vi fumar un cigarro, el alcohol no se conoció en casa, el vicio más fuerte que teníamos en la familia era la Coca-Cola. A los 16 años de edad ya me mantenía solo, no porque me lo hubieran exigido o impuesto mis padres sino como una segunda naturaleza, ganar el pan con el sudor de tu frente. Tengo una gran pasión por el teatro y cada obra es un reto”.
A LOS 18 AÑOS DE EDAD DEBUTÓ COMO PRODUCTOR EN LA OBRA “LOS HIJOS DE KENEDDY”
—Qué edad tenías cuando debutaste como productor en tu primera obra que fue “Los Hijos de Kennedy?
“Tenía 18 años de edad, eso me permitió estar en contacto con este medio desde muy joven, tengo mucha intuición y me percaté de que lo más importante era hacerme de un buen nombre, porque lo que vale de un productor de teatro es su nombre, así que siempre fui cuidadoso, medí mis riesgos. Como mi signo zodiacal es Virgo, soy muy perfeccionista y me puse unas reglas muy claras en la vida, por ejemplo, nunca produzco una obra de teatro si no tengo el dinero para hacerla, jamás monto una obra de teatro para probar si me va a ir bien.
Desde joven siempre juntaba mi dinerito, montaba una obra de teatro, me iba mal, y juntaba otra vez mi dinerito para montar otra obra, pero nunca le quedé a deber a nadie, eso me dio un buen nombre en el medio artístico”.
Después tuve la fortuna de encontrarme con Ocesa en mi camino y eso me elevó a la millonésima potencia de lo que solo podía hacer, ahora con patrocinadores de la mano de una empresa tan importante.
—¿Cuál fue la primera obra que produciste con Ocesa Teatro y en qué año?
“En realidad, Ocesa Teatro y un servidor empezamos a trabajar en el año 1997 con una pequeña obra que se llamó ‘Confesiones de Mujeres de 30’, una obra muy chiquita de tres actrices, porque yo venía de una serie de decepciones laborales, en la que me había asociado con algunas empresas y me había ido mal, nadie me había cumplido las expectativas, entonces estaba escéptico. Cuando conocí a Federico González Compeán, le dije ‘vámonos despacito, vamos a hacer una obra chiquita juntos’, yo aún escéptico, no me daba cuenta aún que era la gente con la que había soñado todo el tiempo e hicimos esa obra en la que nos la pasamos muy bien, ya de ahí trabajamos juntos gracias a Dios hasta llegar a realizar los grandes musicales que siempre soñé y que llegaron gracias a Ocesa”.
“HAY DOS COSAS QUE NO SE PUEDEN DESPERDICIAR: EL DINERO Y EL TALENTO”
—En una ocasión leí en una entrevista que te realizaron hace ya algunos años que Morris Gilbert señala que hay dos cosas que no se pueden desperdicar: el talento y el dinero.
“ Tengo una especie de pudor, nunca leo mis entrevistas, nunca, ahora que terminemos de charlar ya no voy a saber qué te dije, porque no tengo un discurso elaborado, me gusta platicar y lo que siento en el momento, la verdad es que no vivo pendiente de mí, vivo pendiente del mundo, de lo que pasa alrededor, que las obras tengan un discurso importante que sienta que aporte a la sociedad, porque el teatro es más allá de un negocio, tiene una razón más profunda, no sé cuál es, pero es más profunda”.
EN CADA OBRA DE TEATRO TRABAJAMOS CERCA DE 400 PERSONAS PARA HACERLA POSIBLE
¿Cuánta gente trabaja contigo en Ocesa Teatro?
“Qué bueno que me haces esa pregunta, porque durante muchos años ha habido una confusión, yo trabajo para Ocesa que es una empresa enorme y trabajo en la división de teatro, pero aparte tengo otra empresa que se llama Mejor Teatro y junto con Ocesa Teatro trabajamos de manera paralela.
Con Ocesa hacemos cosas muy grandes como ‘El Rey León’, de la que soy productor asociado y desde esta oficina hacemos cosas prácticas y administrativas que tienen que ver con la obra.
Mejor Teatro genera proyectos a través de sí misma, son las obras de cámara como por ejemplo actualmente ‘Bajo Terapia’, ‘La Estética del Crimen’, ‘Mentiras’ y ‘El Hombre de La Mancha’, en estas Mejor Teatro se asocia con Ocesa, es algo complejo de entender, pero nos funciona muy bien. Sin embargo, si me pides cuentas de cuánta gente es, con todas las empresas sumadas, en cada obra de teatro deben ser alrededor de 400. Anoche fui cenar a un restaurante japonés, pregunté cuánta gente trabajaba ahí y me dijeron que 36, me asombré y dije ‘¿tantos?’, uno no se imagina eso, pues aquí somos 400 teatreros más o menos de esta empresa y todos los asociados”.
—Me llama mucho la atención que debutaste como actor en una obra que se llamó ‘Un Proyecto para Vivir’, y ese nombre de la puesta marcaba el destino de Morris Gilbert, ya que el teatro es tu mayor proyecto de vida.
“Definitivamente así es, el título de esa obra en inglés es ‘Diseño para Vivir’, pero estaba perfectamente bien traducido y tienes la razón, era un pronóstico un poco cabalístico de lo que iba a pasar. Nunca guardé mis entrevistas, no fui cuidadoso en ese sentido, pero una vez encontré en mi casa un sobre de papel manila, donde había guardado recortes de periódicos y entrevistas, críticas de esa época, pero se me hizo curioso una crítica teatral, de hecho el papel ya estaba amarillento casi quebrándose y en ese periódico había una crítica de una obra en el Teatro Independencia que produje hace muchísimos años y el crítico había destruido la obra, pero señaló algo que me asombró ‘Lo que sí se adivinar es el futuro o nacimiento de un corporativo teatral importante’, por lo que me pregunté ¿qué habría visto ese hombre?, ¿qué percibió en una obra que estaba produciendo yo solito?, el futuro de un corporativo teatral importante, era pitoniso este señor, se cumplió ahora lo que dijo muchos años antes.”
MORRIS GILBERT ES UN VIRGO PERFECCIONISTA
—Eres Virgo, ya se acerca tu cumpleaños entonces, ¿naciste en agosto o septiembre?
“Nací un 12 de septiembre, curiosamente Silvia Pinal cumple años el mismo día que yo”.
REGRESA “LOS MISERABLES”, DE LA QUE AÚN NO HAY FECHA DE ESTRENO, PERO SERÁ MUY PRONTO CUANDO SE DÉ LA NOTICIA
—De tantas obras que has hecho ¿tu máxima producción sigue siendo “Los Miserables”?
“Es una pregunta muy difícil, pero te diré la conclusión a la que he llegado con el paso de los años, mi máxima producción siempre será la obra que actualmente esté haciendo y se esté presentando en cartelera, realmente es así, siempre la obra o las obras que están vivas, alimentandóme cotidianamente como actualmente ‘El Rey León’, ‘El Hombre de La Mancha’, ‘Mentiras’, en este momento son mi máximo. Y concluyendo la temporada de ‘El Rey León’ regresa ‘Los Miserables’, aún no hay fecha de estreno porque es algo que depende de Ocesa, no de mí, hay muchos factores que considerar, pero seguramente sabremos pronto la fecha de estreno.
—En México se busca que el teatro que se hace en Nueva York venga a nuestro país, pero Morris Gilbert logró llevar “Los Monólogos de la Vagina” a Nueva York…
“Esa fue una maravillosa experiencia de la que afortunadamente no me morí sin tenerla, fue aleccionadora, aprendí muchísimo, lamenté no haber podido estar más tiempo en Nueva York, porque la obra merecía estar mucho más tiempo allí, pero tuvimos unas fallas organizacionales graves que provocaron que no pudiéramos continuar y las entendí perfectamente bien, se me presentó una disyuntiva importante, que era quedarme en Nueva York y hacer de esa obra un éxito longevo o regresar a México a seguir haciendo mi trabajo, lo pensé dos minutos, porque esta Ciudad de México con todos sus defectos, tiene mucho más de bueno, así que vivir en Nueva York, jamás, yo soy ‘mexichilango’ y aquí me moriré”.
—¿Eres de la Ciudad de México?
“Sí nací en la Ciudad de México, mis padres son judíos, mi madre ya es nacida en México, ella forma parte de la primera generación de nacidos en México, hija de judíos rusos, y mi papá llego a México después de la Segunda Guerra Mundial, sobreviviente de los campos de concentración y era de Polonia, así que mis raíces son judías, polacas, rusas y yo soy más mexicano que el chile verde y nací en el Hospital Español.
Ahora que hablo del Hospital Español, hace muchos años pensé que me estaba dando un infarto y curiosamente ese día pasaba por el Hospital Español, iba en el carro con una amiga cuando me empecé a sentir mal, le pedí que fuéramos un momento al hospital ya que estábamos ahí, se lo dije muy sutilmente para no asustarla. ‘Es que creo que me está dando un infarto’, y mi amiga me contesta ‘No me estés vacilando’, pero era en serio. Y ya en urgencias me preguntan qué me pasaba y les digo que sentía un dolor en el pecho y recuerdo perfectamene que le dije a la doctora ‘oiga, yo nací en este hospital, pero no me quiero morir aquí’. Finalmente la libré, solo fue un susto, un problema de salud que no me habían detectado y del que afortundamente ya estoy bien”.
Será este próximo lunes 7 de agosto cuando haga entrega de la segunda y última parte de la entrevista a Morris Gilbert, que amablemente concedió para la columna Reír…Llorar…Sentir… de DIARIOIMAGEN.