México y Venezuela
¬ José Antonio López Sosa martes 1, Ago 2017Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado donde desconoce el resultado de las elecciones del domingo pasado, donde se elegieron diputados constituyentes.
Junto con México, más de una decena de países actuaron del mismo modo, frente a un gobierno autoritario que ideó dicha constituyente, con el ánimo de bloquear a la oposición cuya mayoría está presente en el poder legislativo.
Ahora bien, en México surge el debate con relación a si se está o no interviniendo en un país extranjero con esta declaración, incluso leí en las redes sociales a quienes dicen que Venezuela debería desconocer al gobierno mexicano por la compra de votos de Peña Nieto en el año 2012. Fuera de contexto la pueril conjetura.
Las elecciones son procesos democráticos internos en cada país, el sistema político de cada estado tiene un calendario electoral para elegir a los distintos poderes, hecho al que están obligados de acuerdo a los tratados internacionales que han firmado nuestros países (hablo de México y Venezuela) con organismos como la OEA y la ONU.
Los procesos electorales en nuestros países están llenos de irregularidades, podemos hablar de la presidencial de 2006 en México, de la elección de Bush en Estados Unidos, de la elección presidencial de 2013 en Venezuela, de la intervención rusa en la elección de Trump, de la compra de votos en México en 2012, en fin, son asuntos internos que obedecen al tipo de nación que tenemos.
En estos tres casos que cito, Estados Unidos, México y Venezuela, se mostró que el resultado electoral está supeditado a otro tipo de poderes más allá del voto ciudadano. Pero así está establecido, no hay razones para que un estado no reconozca la justa electoral de otro ateniéndonos a los calendarios regulares.
Ahora bien, el caso de Venezuela es distinto, no por fobias ni filias, simplemente porque bajo una ocurrencia del gobierno en turno, se convoca a una elección de asamblea constituyente cuando buena parte de la población la rechaza y pide un referendum antes.
El gobierno de Venezuela responde atacando a la oposición (física y verbalmente) y sin tomar en cuenta a sus ciudadanos, convoca a esta elección donde el único objetivo a todas luces, es tener por lo menos el 50 por ciento de los constituyentes del lado del regimen.
Venezuela ahora apela a los románticos izquierdistas que asumen que todos los que desconocen esta elección, son pagados o aliados de la CIA.
Los regímenes autoritarios necesitan enemigos, inventados o reales, Maduro sigue inventándose los propios con tal de no dejar el poder.
¿Por qué no ha convocado a las elecciones que están pendientes desde diciembre del año pasado pero sí convoca a las de una constituyente?
Lamentable, Venezuela corre a pasos agigantados hacia la dictadura.
En México las cosas no están bien, pero los defensores de Maduro creen que son competencias a ver quién está peor, sin embargo casi ninguno de esos defensores ha siquiera viajado a Venezuela para enterarse de la verdad y, los que lo han hecho, van invitados por el gobierno. Así las cosas.
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