El enojo de Manuel Velasco
Ramón Zurita Sahagún lunes 31, Jul 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Solamente fue que se pronunciara el nombre del senador Carlos Alberto Puente Salas como prospecto presidencial del Partido Verde, para que resurgiera la figura del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, quien pretende lo mismo.
La propuesta realizada por el presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Pablo Escudero, también senador verde, mostró la fisura que se viene haciendo dentro de este partido, donde todavía mantiene el control el hijo del fundador del mismo, Jorge Emilio González Martínez.
Sin embargo, el nuevo “Niño Verde” del PVEM, como es reconocido el gobernante, desde que Jorge Emilio González Martínez pasó la barrera de los 40 años (tiene 45 años de edad), se perdió como gobernante y fue relegado de la carrera presidencial, donde no se le ve.
Sin embargo, mantiene vivo el propósito de contender, más ahora que su partido intenta competir por si solo o amaga con hacerlo, ante el rompimiento con el PRI.
Manuel Velasco Coello hizo una promisoria carrera dentro del PVEM, iniciando como diputado local, después federal, senador y gobernador, el más joven en ese entonces, con un futuro promisorio, mismo que se le acabó en menos de cinco años.
Su gestión como gobernante es aberrante y grotesca, donde la intervención de su madre en asuntos de gobierno se mantiene latente y la poca atinada administración de Velasco Coello en la solución del gran rezago social que se mantiene en el estado opacó su reluciente figura.
Manuel Velasco Coello ganó el gobierno de Chiapas con un gran margen de diferencia, más de un millón 300 mil votos y 67 por ciento de las preferencias, hicieron pensar en su crecimiento político y en la posibilidad de que el Partido Verde viera el crecimiento de una figura política propia.
La decepción fue muy grande desde que asumió el gobierno estatal, cometiendo torpeza tras torpeza, manteniéndose en los grandes espacios de las publicaciones el corazón, mientras que en lo político no pasaba gran cosa.
El gobernador de Chiapas diseñó una gran estrategia, que en ocasiones varias ha surtido efecto, la de financiar campañas, con lo que estableció vínculos de hermandad con otros gobernantes jóvenes e hijos de políticos.
De esa manera, Alejandro Moreno Cárdenas, Campeche, se convirtió en su compadre; el de Oaxaca, Alejandro Murat y el próximamente extraditado, Roberto Borge, así como el diputado federal del mismo Partido Verde, Javier Herrera y el diputado del PVEM en Tabasco, Federico Madrazo, forman parte de su círculo cercano.
A pesar de ello, los cálculos fallaron y beneficiaron al hoy gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, con mayor talento político, quien se convirtió en la cabeza de este grupo, manteniendo su militancia en el PRI.
Es por eso, que ante el rompimiento de los verdes con los priístas y el “destape” de Carlos Puente, el vocero del grupo legislativo del PVEM en el Senado de la República, Velasco Coello hizo gran berrinche.
Y aunque el Partido Verde busca la negociación con partidos de mayo solidez política, la simple posibilidad de ser candidato, sin importar si son reales o no, despertó la ambición política del gobernador de Chiapas.
Para los analistas, ni Velasco Coello, ni Puente, guardan posibilidad alguna de competir contra los candidatos de los grandes partidos y, por el contrario, pondrían en riesgo el registro de un partido que en los tiempos recientes viene perdiendo credibilidad ante los electores.
Todavía hasta 2015, el Partido Verde cumplió con sus metas en los comicios federales y hasta se perfiló en otros estados donde avanzó considerablemente al no ir en alianza con el PRI. Tabasco fue uno de ellos, en que lograron conquistar ayuntamientos y algunas posiciones en el Congreso del estado, con algunos ex militantes del PRI como sus candidatos.
Mostraron una abultada cartera y ganar de imprimirle su propio sello a las contiendas electorales, donde uno de los factores principales fue el respaldo del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello.
Velasco se proyectaba como el sucesor de Jorge Emilio González Martínez, quien prefirió aislarse en Quintana Roo, pero se atascó en la ruta prevista.
Hoy, ni siquiera mantiene el control político del estado que gobierna y se duda pueda enrolar al candidato verde al gobierno estatal por el camino correcto.
Aquel bono ciudadano traducido en el 67 por ciento de las preferencias en 2012 despareció tres años más tarde, cuando al candidato del Partido Verde, Fernando Castellanos Cal y Mayor le costó trabajo ganar la elección por un puñado de votos en la capital (Tuxtla Gutiérrez) del estado, mientras que en otros municipios se quemaron boletas y brotó la inconformidad de la población por unos comicios que fueron considerados fraudulentos.
Pero dentro de las intenciones de unos y otros por competir como candidato presidencial del Partido Verde Ecologista de México, se asoman las diferencias entre aquellos que buscan aliarse con un partido grande, los que prefieren mantenerse afines con el PRI y los que pretenden competir con un candidato propio y correr los serios riesgos de perder el registro, pero ganar autonomía en caso contrario.
ENCUESTA PRESIDENCIAL
Según una reciente encuesta, Miguel Ángel Osorio Chong continúa siendo el priísta mejor posicionado, aunque el crecimiento de Eruviel Ávila Villegas, se nota, con cinco puntos de diferencia entre el primero y segundo lugar, los demás del tricolor sumamente rezagados.
En el panismo Margarita Zavala supera a todos, aunque Rafael Moreno Valle y Ricardo Anaya Cortés están enfrascados en una dura lucha por el segundo lugar.Los perredistas tienen como estrella a Miguel Ángel Mancera y el rey sigue siendo Andrés Manuel López Obrador.