Tláhuac, asunto político
Ángel Soriano viernes 28, Jul 2017Desde el portal
Ángel Soriano
Como siempre ocurre, fue luego de la ejecución de Felipe de Jesús Pérez Luna (a) “El Ojos” cuando las autoridades locales se dieron cuenta de sus actividades delictivas e iniciaron de inmediato “operativos” para el restablecimiento del orden, pero antes todo ocurría con normalidad en Tláhuac y el narcomenudeo y las adicciones se realizaban con tranquilidad.
El delegado Rigoberto Salgado Vázquez aunque señala el abandono del jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera hacia la demarcación, reconoce que el asunto se ha exagerado, que no hay cárteles de la droga y que los problemas de ese tipo son mínimos, tan insignificantes que ni siquiera se había dado cuenta de que iban más allá de lo normal.
Sin embargo, afloró la pugna entre Morena y PRD y se ha aprovechado el asunto del narcomenudeo para exhibir ineficiencias y corruptelas, al grado que hasta que ocurrió la ejecución de delincuentes, se incendiaron vehículos y se bloquearan las vías de circulación, cuando el flamante secretario de la movilidad, Héctor Serrano, se enteró de la irregularidad de los mototaxis que prestan sus servicios a la comunidad.
Tláhuac, como otros asuntos de igual relevancia, cobran notoriedad cuando hay muertos y heridos; es entonces cuando actúan las autoridades al enterarse de la gravedad de los asuntos, como ocurrió en el Paso Exprés en la carretera a Cuernavaca, de cuyo socavón, como los gajes del oficio, sólo se supo de su existencia cuando una familia cayó al mismo. Antes no estaban enterados.
TURBULENCIAS
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