Jamás estuvo en mis sueños que Hollywood me buscara: Joaquín Cosío
Espectáculos viernes 28, Jul 2017Reír… Llorar… Sentir…
Gloria Carpio
- Tras tres años de ausencia, regresa a lo que más le apasiona: el teatro, con la puesta en escena “La desobediencia de Marte”, que se estrenará el 4 de agosto en el Centro Cultural Helénico
- “Miro mi rostro y no soy un galán, mi rostro no se repite demasiado, eso me ha dado bastante trabajo. No quiero decir que soy feo, sino singular”
- En noviembre se va a reeditar el libro que escribió sobre las muertas Ciudad Juárez, que se llama “Bala por mí, el cordero que me olvida”
- “Nunca antes los políticos se habían mostrado de manera tan funesta como en esta última década”
La dramaturgia mexicana vuelve al recinto que más brillo le ha dado: el Teatro Helénico, ahora, con una obra que dejará huella y que solamente se presentará del 4 de agosto al 1 de octubre, se trata de “La desobediencia de Marte”, que ha preparado una producción suntuosa y que lleva en su reparto a un primerísimo actor mexicano que ha trabajado en Hollywood, su nombre: Joaquín Cosío, el siempre recordado “Cochiloco”, personaje por el que ganó el Ariel a Mejor Coactuación, por su papel en la cinta “El infierno”, donde hizo célebre la frase “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”. Asimismo, es la voz del Oso Ted.
El montaje está a cargo del afamado escritor y guionista Juan Villoro, la dirección es de Antonio Castro y el elenco lo integran Joaquín Cosío y José María de Tavira.
Joaquín Cosío tiene entusiasmo de actuar en “La desobediencia de Marte”, tan es así que rechazó participar en una serie hollywoodense para ser parte de esta obra de Juan Villoro, además por los tres años que tiene de no hacer teatro (pese a ser su obsesión) y porque la pieza es un proyecto de grandes alcances en todos los sentidos.
Y explica: “La desobediencia de Marte” es de lo mejor que ha hecho hasta este momento Juan Villoro (rankeado entre los diez mejores escritores mexicanos), es una obra vigorosa, creativa y ambiciosa artísticamente, y por lo tanto nada sencilla”.
Joaquín Cosío advierte que lleva dos meses de trabajo, ensayando bajo la dirección de Antonio Castro, a quien quiere y respeta profundamente y con quien confirma que la dramaturgia mexicana es una potencia internacional.
La obra consiste en una gran reflexión acerca de la amistad entre los hombres, en cuya interacción no puede haber perfección, porque las relaciones humanas sólo demandan lo deseable y no lo posible.
El tema es quizá el más importante de nuestras vidas, pero por esa razón es el más difícil e indefendible sobre la dificultad que trae implícita la condición humana, donde tiene que haber tolerancia.
Tiene que ver con los planetas, porque los hombres nos parecemos a ellos. No es casual que comience con la discusión de dos grandes astrónomos: Tycho Brahe (interpretado por Joaquín Cosío) y el alemán Johannes Kepler (interpretado por José María de Tavira), quienes se reúnen en el Castillo de Banatek, Bohemia, para descifrar las órbitas de los planetas.
Aquí es donde plantean el comportamiento y la gravitación de los astros y lo engarzan al quehacer del hombre con un nivel lingüístico y verbal que alcanza la perfección y la pulcritud, que hace complicada su interpretación.
Joaquín Cosío dice que el carácter de los hombres es demasiado difícil e indefinible (como los planetas) y es una reflexión acerca de la condición humana en su afán de comunicarse.
Una vez explicada la trama de la obra, el imponente Joaquín Cosío, quien está felizmente casado con la productora de teatro Sheila Flores, a quien conoció en la puesta en escena “Los emigrados” y con quien procreó a su precioso hijo Mateo, de cuatro años de edad, ofreció una entrevista exclusiva a DIARIOIMAGEN, donde nos aclaró que aunque le duele mucho la situación de México, no tiene aspiraciones políticas, ni filiación partidista alguna; se definió como un ciudadano que tiene exigencias, porque “pago impuestos, cumplo mis obligaciones, tengo derecho a quejarme y a protestar por lo que considero que está mal en mi país”.
“LA PALABRA POLÍTICO Y POLÍTICA ME PROVOCAN DESAZÓN”
—Luego de que en una columna de un periódico en Ciudad Juárez se escribiera un rumor sobre que Joaquín Cosío había recibido una propuesta de Morena para ser alcalde de Ciudad Juárez, queremos saber: ¿Joaquín Cosío simpatiza con Morena?
“Es una pregunta complicada, ya que no tengo afiliación partidista. México necesita que todos participemos y nos promulguemos, que nos opongamos a tanta barbarie y abuso, tanta impunidad, tanta burla, pero no soy un hombre creyente de la política o los partidos, la política se me hace una actividad compleja y delicada. Nunca antes los políticos se habían mostrado de manera tan funesta como en esta última década, estamos ante una horda de ladrones, además cínicos, entonces no tengo una afinidad política.
—¿A quién ves como presidente de México en el 2018?
Está dificilísimo, creo que la debacle del PRI es más que evidente, pero también estoy seguro de que el PRI se defiende y se va a defender como lo hizo en el Estado de México y que los artilugios políticos y la relación entre los partidos dejan bastante qué desear, son insalubres, esa alianza del PRD con el PAN, no lo sé, lo que sí sé es que necesitamos cambios. El panorama no es alentador tampoco, no hay gran cantidad de líderes. Andrés Manuel López Obrador parece que apunta, que ofrece posibilidades, pero ya en sí mismo la palabra político y política me provocan desazón”.
—Como actor ¿qué le exigirías al próximo presidente de México, cuál sería tu petición más importante?
“Me interesa que la cultura fuera tomada en cuenta y estimulada, pero antes hay otros problemas, hay que meter a la cárcel a una gran cantidad de funcionarios, políticos corruptos y ladrones, hay que regresarle la seguridad a nuestro México, hay que evitar el abuso, el atropello contra las mujeres, el crimen, la cantidad de problemas que tiene nuestro país es enorme, la posibilidad de que un nuevo candidato exista es esa, que salve al país y pueda resolver algunos de los problemas más graves que tenemos”.
“YA ME DOY EL LUJO DE ESCOGER EN QUÉ PROYECTOS TRABAJAR”
—Luego que en el 2014 participaste en “Los ingrávidos”, tuvieron que pasar tres años para que regresaras a lo que más te apasiona: el teatro. ¿Cómo recibes la invitación para actuar en “La desobediencia de Marte”?
“Tenía tres años de no hacer teatro, porque me había concentrado en hacer cine y televisión, pero ahora era imposible negarse a este proyecto con una gran cantidad de elementos y cualidades para disfrutarlo. Cuando me invitó el director de escena, Antonio Castro, quien me llamó para hacerme la propuesta, me sentí contento y halagado por la dimensión del proyecto, la belleza, la ambición artística y el elenco, desde luego, el texto de Juan Villoro, la dirección de Antonio Castro y un compañero de escena tan divertido, talentoso, encantador, como Chema de Tavira hacen que uno acepte de inmediato formar parte de este virtuoso proyecto”.
—¿Cómo logras que un personaje no se parezca a otro?, porque hay actores que se encasillan en el personaje que más fama les ha dado y luego es muy difícil volver a despuntar.
“Hay técnicas para ello, en mi caso lo que yo veo son personajes que me proponen otro tipo de trabajos, me he esmerado en escapar de esos que parecen hechos para mí, me refiero a policías, narcotraficantes, locos, violentos y me he concentrado en buscar personajes que tengan una propuesta actoral distinta. No sé hasta qué grado un actor pueda lograr ser distinto, porque lo que es distinto es el personaje, si yo encuentro un personaje diferente, lo acepto”.
JAMÁS ESTUVO EN MIS SUEÑOS HOLLYWOOD
—Desde los 18 años de edad has hecho teatro, pero tu trayectoria en el cine llegó por casualidad…
“No eran mis planes propiamente, mi vida profesional estaba dedicada básicamente al teatro, pero hice una audición para la película “Una de dos”, me quedé y luego me llamaron para actuar en “Sin ton ni Sonia” y de pronto hubo personajes que marcaron mi carrera en el cine.
Llegué a convertirme en un actor de cine y tuve una gran respuesta del público que le gusta mi trabajo en la pantalla grande, lo cual agradezco con el corazón, pero en realidad cuando yo llego a radicar a la Ciudad de México, ya grande, a los 38 años, proveniente de Ciudad Juárez, no tenía ambiciones para hacer cine, sino teatro, pero el cine decidió y sobre todo tuve la fortuna de trabajar con directores notables, en películas brillantes y donde la gente pudo conocerme hasta llegar a Hollywood”.
—¿Imaginaste llegar a Hollywood, era tu sueño?
No, curiosamente jamás estuvo en mis sueños Hollywood y fue casual que actuara en la cinta, que formara parte de las películas de James Bond al personificar al ‘General Medrano’ en la cinta “Quantum of Solace” (007: Quantum).
Participar en “Quantum of Solace” se debió más a circunstancias singulares, fue una audición, en varios países estaban buscando al actor que diera vida al ‘General Medrano’, audicioné e inmediatamente me quedé.
“JAMÁS IMAGINÉ SER FAMOSO, PERO UNO NO LO DECIDE”
—¿Te atrae la fama?
No, porque jamás imaginé ser famoso, si pensamos en fama yo nunca pensé en ser reconocido por la gente, ni que me detuvieran en la calle a pedirme fotografías y autógrafos, porque mi trabajo siempre fue más discreto, pero bueno, uno no decide esas cosas.
—¿Eres tu mayor crítico cuando te ves actuar en el cine?
Sí, claro, yo no me tolero mucho en la pantalla, pero a la gente le ha gustado mi trabajo y eso es el mayor reconocimiento”.
—Tiene una personalidad muy fuerte, impone ¿eso ha ayudado a tu carrera?
“Pues soy yo, miro mi rostro y no soy un galán, pero tengo singularidad, mi rostro no se repite demasiado, eso me ha dado bastante trabajo. No quiero decir que soy feo, sino singular”.
EN NOVIEMBRE SE VA A REEDITAR SU LIBRO “BALA POR MÍ, EL CORDERO QUE ME OLVIDA”
—Además eres un hombre muy sensible que te ha convertido en ser poeta. Y a pesar de que has escrito cuentos y teatro, te has inclinado más por la poesía. Escribiste un poema sobre las mujeres de Ciudad Juárez, pero ¿cuál es tu inspiración, el acontecer del país?
“Siempre lo que acontece en el país te toca particularmente, el más reciente libro que hice fue sobre Ciudad Juárez, sobre todo porque fue cuando dejé la ciudad donde viví tantos años. Un libro de nostalgia, de lo que me duele, me emociona de aquel lugar, pero en realidad mi poesía sería la de todos, esa intimidad y expresión de algo que te conmueve y emociona”.
—¿Por qué te has negado a llevar tu poesía al teatro?
“Porque no es teatralizable, es otro género, no se puede teatralizar, de hecho no es una poesía sencilla y el teatro requiere de otro tipo de poesía como la que estamos tratando de conseguir en ‘La desobediencia de Marte’”.
—¿Qué escribes actualmente?
Constantemente escribo, sólo que lo hago lentamente, siempre hay un poema por ahí esperando, pero soy muy lento, no es una actividad que hago con efervescencia, sin embargo, en noviembre se va a reeditar un libro mío el que escribí sobre Ciudad Juárez que se llama “Bala por mí, el cordero que me olvida”.
—¿Qué libro lees actualmente?
“Yo soy lector de poesía, eso me interesa, actualmente leo a José Carlos Becerra, poeta mexicano joven, pero he estado más concentrado en leer sobre Tico y astronomía por la obra ‘La desobediencia de Marte’”.
—Eres uno de los actores que ya se da el lujo de elegir sus proyectos, considerado entre los mejores del país.
“Es más bien un privilegio poder escoger los proyectos, en una situación tan difícil para el teatro, es un privilegio que hay que agradecer”.
—Algo que desees agregar.
“Agradecer a DIARIOIMAGEN el apoyo que siempre le da a la cultura y en especial al teatro e invitar a todos sus lectores que disfruten de una excelsa obra como ‘La desobediencia de Marte’ que estrenaremos el próximo 4 de agosto en el Centro Cultural Helénico”, concluyó.