¿A quién le tienen odio?
¬ Salvador Estrada jueves 27, Jul 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
Cerca de la Villa de Guadalupe se encuentra la Conferencia del Episcopado Mexicano, en donde “las manos del diablo” colocaron un explosivo en la puerta principal del edificio, sin que hubiera víctimas, solamente vidrios rotos.
Este atentado, ocurrido en la madrugada del martes, no es una acción deliberada contra la Iglesia católica, según informaron las autoridades de Gobernación.
La explosión fue calificada por el subsecretario de Gobernación, Roque Villanueva, encargado de Población, Migración y Asuntos Religiosos, como “un acto de odio”.
Sin embargo, “el diablo ha metido su cola” porque desde que se inició este sexenio a la fecha, 18 sacerdotes han sido asesinados y a nuestro país se le considera el más peligroso para ejercer el sacerdocio, según el Centro Católico Multimodal, tal como lo considera la Sociedad Interamericana de Prensa para ejercer el periodismo.
El sacerdocio y el periodismo, a través de los años se han convertido en profesiones que conllevan muchos riesgos, porque quienes ejercen esa labor son amenazados, secuestrados y luego asesinados por la delincuencia organizada y muchas veces son acribillados en la puerta de su casa.
Y no se puede especular sobre el atentado y los asesinatos de quién o quiénes son los responsables porque en esas profesiones se tienen detractores.
Y, un caso es el del sacerdote Miguel Machorro Alcalá, quien después de oficiar misa, en la Catedral, fue apuñalado en el cuello, por un sujeto que fingió estar loco para no declarar.
El padre Machorro se salvó “de milagro” según dice su familia en cuya casa convalece, después de permanecer entubado dos meses en el hospital.
¿Quién puede odiar a la Iglesia? Ni los ateos ni los agnósticos podrían odiarla porque no creen y ni en cuenta. Entonces, ¿serán algunos grupos rechazados por la Iglesia porque no están de acuerdo con su doctrina?
La Policía Federal, en coordinación con las autoridades de la Ciudad de México, colaborará en las investigaciones para dar con él o los responsables, ya que la protección de la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano es responsabilidad de la policía capitalina.
El video de las cámaras de seguridad del Episcopado muestra a un sujeto que deja en la puerta una bolsa y después arroja un cigarro y se produce la explosión. Y esta grabación ya fue entregada a la policía para que inicie su investigación.
A raíz de este atentado el edificio de la Conferencia del Episcopado Mexicano tendrá mayor vigilancia para reforzar la seguridad, dijo Alfonso Miranda, secretario general de la CEM, quien dio a conocer que ya presentó la denuncia por la explosión ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
Urge que la policía dé ya información sobre sus investigaciones acerca del asesinato de los 18 sacerdotes y de los 30 periodistas asesinados en este sexenio porque hasta el momento no hay detenidos.