Bombero chambón
Alberto Vieyra G. miércoles 26, Jul 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Entre 1972 y 1974, Manuel Valdés Castillo, conocido popularmente por el apodo de “El Loco” Valdés, conducía en televisión ‘El show del Loco Valdés’. Era irreverente cuando solía contar chistoretes políticos. El programa sería censurado por el régimen de Luis Echeverría Álvarez cuando se refirió a Don Benito Juárez, como “Bomberito Juárez” y a su esposa Margarita Maza, como “Manguerita Maza”. Además, se hizo acreedor de una cuantiosa multa. La pagó. Un día llegó a “x” banco con tamañas talegas, conteniendo monedas de baja denominación.
“Vengo a pagar está multa, señorita”, al tiempo que se acomodaba una de sus exuberantes cejas que media aproximadamente 20 centímetros.
“No se la puedo recibir, no tengo tiempo para contar ese dinero, hable con el gerente”.
Habló con él y como ya se llegaba la hora del programa de televisión, dejó al gerente y a la cajera contando el dinero. Al día siguiente volvería por su recibo.
Después de este incidente, cada vez que contaba un chiste de tintes políticos, hacia burla sacando un cheque y diciendo “aquí está mi multa”… Y es que “El Loco Valdés” cometería la torpeza de hablar mal de Benito Juárez, que junto con el Cura Hidalgo y Morelos conforman aún la Sagrada Trinidad del nacionalismo mexicano.
¿Por qué hago historia de “El Loco Valdés” y “Bomberito Juárez”? ¡Mire usted!
La semana pasada a raíz de la indignación nacional causada por la PGR, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, apareció en la escena y pedir a los mexicanos calma, pues el caso Duarte apenas comienza, y que los mexicanos debemos tener confianza en las instituciones.
Ese es el meollo del asunto. Muy pocos mexicanos tienen confianza en las instituciones. Esa confianza la han erosionado los gobernantes con corrupción, impunidad y deshonestidad.
El caso Javier Duarte se desmorona. Sólo 38 millones de pesos le documentaba la PGR que se robó como gobernador de Veracruz. Ahora, afirman que son más.
Dicen los que saben, que el gobierno tiene sus ases bajo la manga, con testigos que hundirán a Javier Duarte, y confirmarán que se robó más de 20 mil millones de pesos, a través de complicadas ingenierías defraudatorias.
Eso está por verse. Lo cierto, es que Javier Duarte no podrá ser juzgado más que por los delitos por los que el gobierno de Guatemala concedió su extradición.
Si ahora le quieren sacar delitos por los que no fue extraditado, simplemente violarán el tratado de extradición y Javier Duarte permanecerá por lo menos lo que resta del sexenio tras las rejas en un morboso montaje escénico, por lo menos hasta que transcurran las elecciones federales del 2018.
Montajes escénicos para lavarle la cara al PRI, habrá a puños, con pillos como Tomás Yarrington, César Duarte, Humberto Moreira, Roberto Sandoval, Roberto Borge, Guillermo Padrés, del PAN y los que se acumulen.
Nos queda claro que Osorio Chong pasará a la historia como bomberito chambón, que no logró sofocar el fuego que chamusca al régimen priísta, y que la PGR, es históricamente desde 1900 el instrumento de venganza política de los gobernantes en turno. ¡Así funciona en México!