El reino de este mundo
¬ Augusto Corro miércoles 10, Nov 2010Punto x Punto
Augusto Corro
Todo quedará con un usted perdone su excelencia, por la condición de jerarca de la Iglesia, ya que se desempeña como obispo de Ecatepec. Nos referimos al controvertido Onésimo Cepeda, ahora en aparentes problemas con la justicia.
Resulta que el clérigo se encuentra inmiscuido en un préstamo de 130 millones de dólares a una dama filántropa, y según las propias autoridades, se trata de una transacción simulada, de un probable fraude.
Onésimo Cepeda es de esos obispos híbridos que tienen amigos en la banca, en la política y son profundamente profanos y mundanos. Basta con saber el número de invitados a sus fiestas de cumpleaños. Con Carlos Slim participó en negocios. Su influencia en la política es relevante.
Con esos antecedentes, es de suponer que la voluntad de un juez por investigar al jerarca católico se estrellará con el blindaje que ya debe operar para protegerlo.
Los probables delitos por los que podría ser investigado el obispo, son los relacionados con fraude procesal y lavado de dinero, según las autoridades.
En el reino de este mundo, las acciones de los jerarcas católicos son escandalosas. La biografía del padre Marcial Maciel es abundante en ejemplos.
Pasarán los días y el escándalo será sepultado por los defensores del ahora supuesto usurero Onésimo Cepeda.
MÁS DISCURSOS
Por discursos contra los narcos no paramos. En nada intimidan a los delincuentes, pero sí sirven para llenar espacios en los medios de comunicación.
El presidente Felipe Calderón Hinojosa dijo que el narco es la principal amenaza a la libertad de expresión. Nadie duda de esa aseveración. Sin embargo ¿qué se hace desde el gobierno federal para evitarlo?
Ya parece una burla a los periodistas que en cuanta oportunidad que se presente se hable de su defensa y del derecho a la información.
En los sexenios panistas, el trabajo de periodista se convirtió en una profesión de alto riesgo. Decenas de comunicadores perdieron la vida y sus victimarios siguen libres. Los gobiernos municipales, estatales y federales se comprometen a velar por los intereses de los periodistas. Se olvida el asunto y otra vez a esperar una nueva tragedia.
Las comisiones de los derechos humanos, las asociaciones de periodistas poco o nada hacen para proteger a los comunicadores. Eso sí, en sus discursos son duros e inflexibles; pero nadie les hace caso. No los toman en cuenta. Palabrería pura.
En varios países del mundo, donde se libran guerras, los corresponsales de los diferentes medios de comunicación son protegidos por los beligerantes. En México, al periodista que hace las veces de corresponsal de guerra, sólo lo protegen sus oraciones, y eso si es creyente.
SAN JUAN COPALA NO SE OLVIDA
En una noticia, de esas que aparecen perdidas en los portales informativos, se tocó el tema de las muertes de los defensores de derechos humanos, el finlandés Jyri Jaakkola y la mexicana Beatriz Cariño. Ambos perdieron la vida cuando formaban parte de una caravana humanitaria que tenía como destino el municipio autónomo de San Juan Copala, en Oaxaca.
Los hechos ocurrieron en abril pasado, cuando el grupo de activistas pretendía entregar alimentos a los indígenas triquis sitiados por paramilitares. Esa acción formó parte de la represión total que se ejerció contra la etnia triqui, que ahora se encuentra dispersa.
Decenas de triquis que militaban en el Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI), fueron asesinados por sus adversarios que gozan de total impunidad. Sin embargo, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que se han registrado avances importantes en las investigaciones sobre los asesinatos del finlandés Jyri Jaakkola y la mexicana Beatriz Cariño, y en general sobre la situación que se registra en San Juan Copala.
Lo anterior fue señalado por el director de Derechos Humanos y Democracia de la cancillería, Alejandro Negrín, en el marco de una sesión que se efectuó en el Parlamento Europeo para revisar el tema.
En la reunión estuvieron presentes los padres de Jyri Jaakkola. El funcionario manifestó que México refrenda su compromiso de que no habrá impunidad en estos hechos.
Ojalá y las palabras de Negrín no quede en buenas intenciones, porque la sociedad oaxaqueña se encuentra urgida de justicia. El caso de los asesinatos de indígenas triquis, podría caer en el renglón del genocidio si se adentra en las investigaciones.
EL IMSS
Podremos vivir tranquilos. En el Senado se analizará la crisis del Instituto Mexicano del Seguro Social. No se corre ninguna prisa. Mientras, el líder del sindicato del IMSS, Valdemar Gutiérrez Fragoso, dice que sus trabajadores no son responsables de la quiebra del mencionado instituto. Se defiende y acusa a la administración de inepta.
Por cierto, a raíz de que se maneja que el IMSS se encuentra crisis por el pago de pensiones y jubilaciones, los senadores se pronunciaron porque se discuta cuanto antes ese tema, pues de lo contrario se continuará en la incubación de un problema de graves consecuencias.
El problema de las pensiones y jubilaciones pondrá, sin lugar a dudas, en una encrucijada a la economía mexicana. Para 2011 el gobierno federal canalizará para esos renglones alrededor de 245 mil 500 millones de pesos.
Por lo pronto, algunos senadores consideraron que se debe hacer un plan de rescate para darle viabilidad financiera a la institución. El senador Tomás Torres Mercado dijo que el director del IMSS, Daniel Karam, debe comparecer ante el Senado para que explique la situación del multicitado instituto.
Señaló que es necesario abrir un debate nacional en el que se planteen las iniciativas de reforma a la Ley del Seguro Social, “porque no podemos desmantelar una institución tan importante para la vida nacional en el tema de política social”.
Ojalá y los legisladores se pongan las pilas, porque se encuentran en juego los ingresos económicos que ayudan a sobrevivir a millones de mexicanos que viven en la pobreza, a pesar de que entregaron su vida al trabajo. Son esos jubilados o pensionados que hacen colas, como limosneros, para recibir, en la mayoría de los casos, una retribución económica miserable.