INE: entre la crisis y el descrédito
Guillermina Gómora Ordóñez martes 25, Jul 2017Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
Una vez más, el Instituto Nacional Electoral (INE), encara una severa crisis de legitimidad y credibilidad. Los desacuerdos dentro y fuera del Consejo General reflejan el déficit de confianza y legalidad hacia las instituciones en México.
Su trabajo como árbitro deja mucho qué desear; los 11 consejeros se han convertido en una burocracia dorada de funcionarios electorales, que no logran sobreponer su responsabilidad ciudadana a las simpatías o compromisos con sus padrinos políticos.
No hay que olvidar, que los 11 servidores públicos son electos por “consenso” por los partidos y la Cámara de Diputados para periodos de 6 y 9 años, en los que no pasarán penurias.
Sólo para este año el presupuesto autorizado fue de 10 mil 932 millones 449 mil 787 pesos, que incluyen sus gastos de operación; las prerrogativas que asignarán a los nueve partidos políticos; el costo de las pasadas elecciones y el arranque del proceso electoral del 2018, entre otros gastos.
Un árbitro muy caro para una democracia tan cuestionada. Un grupo de élite integrado por: el consejero presidente, Lorenzo Córdova Vianello; el Secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina y los consejeros electorales: Enrique Andrade González; Marco Antonio Baños Martínez; Adriana Margarita Favela Herrera; Ciro Murayama Rendón; Benito Nacif Hernández; Dania Paola Ravel Cuevas; Jaime Rivera Velázquez; José Roberto Ruiz Saldaña; Alejandra Pamela San Martín Ríos y Valles y Beatriz Claudia Zavala Pérez.
Todos y cada uno, ligado directa o indirectamente a un organismo político desde su proceso de selección y elección. Hoy se contabilizan 5 con camiseta tricolor, 4 con amarilla y 3 con azul. Convirtiéndose así, en rehenes de los partidos, restándole autonomía a su trabajo y toma de decisiones.
De uno de ellos, en radio pasillo, se dice que más que consejero, es “el secretario de asuntos electorales del PRI”. El descrédito no incluye sólo su militancia embozada, sino la forma en que operan, rodeados de un séquito que va de los 12 a 16 asesores por consejero, además de los privilegios del cargo que incluye transporte, chofer, pago de gasolina, gastos de representación, viáticos si hay que viajar, servicio de telefonía, etcétera, etcétera.
Ahora mismo gozan de dos semanas de “merecidas vacaciones”, aunque el tema del rebase de topes de campaña en Coahuila aún no se resuelva. El INE, a través de la Unidad Técnica de Fiscalización (que tiene un costo de 400 millones de pesos al año), le puso pausa al polémico caso y será el próximo 7 de agosto cuando regresen a desempolvarlo para que siga su camino al tribunal electoral.
Una muestra más, de como consejeros y partidos fijan sus prioridades y establecen sus “concertacesiones”. Basta revisar la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, (Legipe) elaborada en el Congreso para confirmar porque terminan siendo juez y parte poniendo en riesgo la credibilidad del Instituto.
Especialistas en materia electoral, consideran que ante la crisis y descrédito que vive el INE, sus integrantes debieran revisarse su autonomía en lo que respecta a presupuesto, organización interna, resolución y política, a fin de establecer parámetros claros y firmes que permitan recuperar la confianza ciudadana rumbo al 2018.
Urge que los consejeros, presionen a los partidos para que actúen apegados a la ley, el tema de la fiscalización los tiene contra las cuerdas; también deben exigir que se acaben las elecciones de estado, que les amarren las manos a los gobernadores; que fortalezcan a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) y los dejen de ver como sus subordinados.
Por el momento no hay más que hacer, todo indica que hacia el 2019 o 2020, la Legipe deberá modificarse, pues las normas actuales, aprobadas en 2014, están rebasadas. Ojalá que los nuevos esquemas incluyan códigos de conducta que permitan transparentar el desempeño de los consejeros, ¿qué tal un tablero público que permita conocer cómo votan?
¿Se atreverán? el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, afirmó que para las elecciones de 2018 defenderán “su libertad y autonomía”, porque de “elecciones libres y justas depende la paz pública”. ¿Será que cumpla antes de que regrese a la academia, después de los comicios del 2018 como lo tiene pensado?
VERICUENTOS
PVEM, al mejor postor
Rumbo al 2018, el partido satélite del PRI, el verde ecologista, amenaza con presentar candidatos para la Presidencia de la República y las nueve gubernaturas en juego. El senador Pablo Escudero, destapó a su coordinador, Carlos Puente, como su gallo para llegar a Los Pinos. Todo indica que los tucanes buscan presionar para obtener mejores y más lugares en la próxima contienda, incluida la sucesión en Chiapas. ¿Será?