Candidatura presidencial divide al Partido Revolucionario Institucional
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 17, Jul 2017Como veo, doy
Jorg Palacios
- Recuperar credibilidad, representar causas populares y ganar elecciones, los retos
- “Lo que está en juego no es la visión del partido, sino lo que se quiere para el país”, el reclamo
Estamos a un año de distancia de la elección presidencial de 2018 y el escenario para el partido en el poder es cada vez más complicado. A diferencia de la sucesión presidencial de 2012, donde los priístas caminaban unidos en torno a un solo prospecto y las posibilidades de ganar eran muchas, hoy los cuadros dirigentes del vetusto partido dan la impresión de caminar sin rumbo, divididos, con varias cartas en juego para la candidatura por la silla presidencial y, sobre todo, sin una garantía de llegar al triunfo.
Vientos de guerra son los que parecen acompañar a la militancia priísta rumbo a su XXII Asamblea Nacional a celebrar el segundo sábado de agosto próximo. Recientemente un ex gobernador se sumó a voces que exigen a su dirigencia una “consulta a su militancia” y a la ciudadanía para la definición de candidaturas, particularmente del abanderado del PRI a la Presidencia de la República.
Las últimas semanas el priísmo ha dado muestras de desencuentros en sus filas y todo indica que la cita que tienen el 12 de agosto, en su asamblea nacional, será más para velar armas que para encontrar acuerdos.
Y es que los priístas, considerados disidentes, no olvidan que en el ejercicio libre de manifestación de ideas han encontrado posturas cerradas en la cúpula partidista y hasta les endilgaron una frase de descalificación por haberse atrevido a alzar la voz: “son políticos de café”, les dijeron desde el CEN del PRI.
Los desencuentros no son nuevos, hace un año una buena parte de la militancia priísta se manifestó en contra del proceso mediante el cual se hizo líder a Enrique Ochoa Reza, quien llegó al cargo mediante el método fast track y con serios cuestionamientos sobre su militancia.
Desde entonces la unidad priísta que tanto se presumía quedó muy endeble.
Pasado el trago amargo de la forma antidemocrática con que se procesó el cambio de la dirigencia tricolor, el verdadero desafío de este partido fue volver a ganar elecciones, ser propositivo y constructivo ante los problemas nacionales.
En otras palabras, había que pasar de los discursos a los hechos, pero los resultados en las elecciones recientes no fueron nada halagüeños, el PRI fue prácticamente borrado en Veracruz y Nayarit, en el Estado de México ganó de panzazo y en Coahuila las autoridades están en duda sobre la legalidad de la elección, y no se descarta que los coahuilenses tengan que ir nuevamente a elecciones.
Junto con los malos resultados en materia electoral, también siguieron saliendo casos de corrupción donde ex gobernadores están señalados y algunos de ellos ya enfrentan a la justicia, todo ello en su conjunto tiene al PRI en una situación de adversidad para el reto electoral que viene, y a ello hay que agregar la división que asecha a su militancia por la existencia de criterios políticos encontrados.
Las voces que reclaman participar con su granito de arena en el futuro del PRI, parten de la idea de que lo que está en juego no es la visión del partido sino lo que se quiere para el país, y en ese análisis no dejan de señalar las escasas votaciones que ha tenido su partido.
Es cierto, son tiempos de alzar la voz, levantar la mano y buscar consensos para la madre de todas las elecciones, pero después del contundente triunfo que en unidad lograron con Enrique Peña Nieto al frente, da la impresión de que ese priismo muy pronto olvidó historias de su pasado reciente, aquella que vivieron con las campañas de Francisco Labastida y Roberto Madrazo, en las que la falta de acuerdos dio como resultado estrepitosas derrotas.
En fin, el verdadero desafío de este partido será volver a ganar elecciones, ser propositivo y constructivo ante los problemas nacionales, pasar del discurso a los hechos, ser opción de gobierno, devolverle la credibilidad perdida entre militantes, seguidores y ciudadanía en general, ser el partido de las mayorías, ese es el reto y si lo logran habrá posibilidades de seguir siendo protagonistas, lo cual no parece nada fácil pero tampoco algo imposible.
VA MI RESTO.- El PRI tiene gran responsabilidad histórica con México y la va a cumplir sin pretextos, aseguró el pasado fin de semana Alejandra Del Moral Vela, presidenta del tricolor mexiquense, al encabezar la Asamblea Estatal deliberativa y electiva del priismo mexiquense, rumbo a la XXII Asamblea Nacional Ordinaria.
Del Moral Vela recordó que el priismo mexiquense acudirá a dicho encuentro nacional orgulloso de su victoria, pero sin triunfalismo, dispuesto a aportar en la construcción de la unidad política al interior del PRI.
En fin, criticas o autocriticas, lo ideal para ellos sería que de ningún lado haya oídos sordos, porque de seguir la división en las filas del priismo la derrota será anticipada, en cambio si logran superar sus diferencias serán protagonistas y con posibilidades de ganar, y hasta ahí porque como veo, doy.