En vilo, elección de Coahuila
¬ Mario San Martí viernes 14, Jul 2017Consensos y disensos
Mario San Martí
- Anulación podría inhabilitar a Riquelme y Anaya
- Rebase de topes de campaña, la causa
De confirmarse la anulación de los resultados electorales en Coahuila, la sanción podría alcanzar a los candidatos contendientes del PRI y el PAN, para quienes hay muchas probabilidades que la autoridad electoral les impida contender en un nuevo proceso.
Hoy habrá reunión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), donde se analizará un dictamen de la Comisión de Fiscalización en el que se establece que en Coahuila, los candidatos que obtuvieron primer y segundo lugar, rebasaron los topes de gastos de campaña y esa sería una causal para que el Tribunal Electoral, a través de su Sala Superior, anule la elección.
La decisión que hoy tome el pleno de los consejeros del INE podrá ser impugnado por los partidos aludidos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pero por lo pronto el resultado del proceso electoral de Coahuila pende de un hilo muy delgado y se duda que resista el peso de las imputaciones que piden la anulación.
Hasta ahora se habla de rebase de topes de campaña como la causal que jurídicamente tiene más peso en toda una serie de denuncias presentadas por ambos grupos políticos, donde lo mismo se habla de compra de votos, peculado electoral y condicionamiento de programas sociales, entre otras irregularidades.
Datos públicos señalan que el INE detectó que el candidato de la coalición Coahuila Seguro (PRI-PVEM-Panal), Miguel Ángel Riquelme –designado ganador–, no sólo rompió el tope de gastos en 5.9 millones de pesos –31 por ciento arriba del tope permitido de 19.2 millones–, sino también omitió reportar 7.8 millones y contrató propaganda en radio y televisión (25 promocionales) prohibida por la ley, a un costo de 1.7 millones de pesos.
En tanto que Guillermo Anaya Llamas, abanderado de la coalición Alianza Ciudadana por Coahuila, integrada por PAN, Encuentro Social y los partidos estatales Unidad Democrática de Coahuila y Primero Coahuila, también rebasó el tope de gastos, pues de acuerdo con el INE gastó 24.3 millones de pesos, es decir, 5.1 millones más del máximo fijado para la elección (26 por ciento). Además, dejó de reportar recursos por un monto de 5.2 millones de pesos, entre los cuales se incluyen espectaculares, propaganda por Internet, bardas, mantas y gasto operativo.
Además, a más de un mes de las elecciones locales en Coahuila, el Instituto Nacional Electoral (INE) reconoció que en ese proceso el 23 % (2 mil 524) del total de los paquetes electorales fueron transportados para su cómputo por fuera de los mecanismos logísticos previamente acordados, y aún se está a la espera información sobre cómo se llevó cabo esa recolección.
El reporte del INE señala que, después de la jornada electoral, más de 7 mil 343 paquetes electorales de un total de 8 mil 350 no fueron acompañados por ningún representante de partido político hacia la sedes determinadas por el Organismo Público Local Electoral (OPL).
La anulación de los comicios celebrados el pasado 4 de junio en tierras coahuilenses podría derivar en una inhabilitación para los dos principales candidatos, el priista Miguel Ángel Riquelme y al panista Guillermo Anaya Llamas, lo que les impediría contender en la reposición de la elección.
Toda esa información será observada y discutida hoy por los consejeros electorales, y el siguiente y último paso de la etapa postelectoral estará a cargo del TEPJF.
En ese contexto, priístas y panistas, tanto dirigentes nacionales como del estado de Coahuila, pelean con todo tipo de argumentos jurídicos “su triunfo”, porque de ningún lado ceden en su idea de perder lo que a su parecer ganaron en las urnas, y se da por hecho que la decisión final de los órganos electorales, estatal y federal, serán impugnados y la disputa continuará en la sede de los tribunales electorales.
El ex candidato priísta Miguel Riquelme ha estado pregonando que no se dejará arrebatar el “triunfo”, después de que un grupo de opositores, encabezado por el panista Guillermo Anaya, impugnó los resultados dados conocer por las autoridades electorales locales, quienes con un margen cerrado de votos le dan el triunfo al abanderado tricolor. De ahí que, desde el CEN del PRI se alistan todos los recursos jurídicos para defender la gubernatura.
En caso de que en Coahuila se decida la anulación de sus procesos electoral para elegir gobernador, no será la primera vez que esto sucede, pues baste recordar que antecedentes de anulación de procesos para la renovación de gubernaturas en la historia reciente están los casos de Tabasco y Colima.
Tabasco en el año 2000, cuando ante la impugnación del PAN y PRD, el TEPJF resolvió que el gobierno estatal había intervenido ilegalmente en el proceso electoral haciéndolo inequitativo, ante lo cual declaró nula la elección de Gobernador. En Colima, por las mimas causas, también el TEPJF, en su calidad de máximo árbitro electoral del país, anuló los comicios del 7 de junio de 2015, al penalizar la “injerencia indebida en el proceso del gobierno del estado”.
En ambas anulaciones contendieron otra vez los mismos candidatos, volvieron a ganar, en Tabasco, Manuel Andrade y en Colima, José Ignacio Peralta. Por ser una causal diferente, de rebase de tope de gastos de campaña, es muy probable que una anulación del proceso electoral de Coahuila impida a Riquelme y Anaya aparecer nuevamente en las boletas electorales. Así las cosas en Coahuila, el resultado de su proceso electoral está en vilo.