Las armas prohibidas
¬ Augusto Corro jueves 13, Jul 2017Punto por punto
Augusto Corro
Ahora resulta que las nuevas leyes penales son laxas, que permiten la libertad de los delincuentes.
¿Quién les entiende?
Tuvieron que transcurrir muchos años para concretar una reforma a las leyes penales. Otro tanto para empezar a aplicarlas.
Y ya en plena ejecución surge la queja de que son blandas y que en el menor de los casos, la delincuencia es la beneficiada.
Leemos que a nivel federal, menos de la cuarta parte de los detenidos por portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y la Fuerza Armada podrán ser enjuiciados lejos de la cárcel.
Es decir que serán procesados en libertad. Tal es la determinación de los jueces en el arranque del Sistema de Justicia Penal Acusatorio (SJPA), que está de moda.
En mala hora se empezaron a aplicar las reformas mencionadas, pues en el presente México necesita castigar con dureza y sin contemplación a los criminales.
¿Por qué hasta hoy se dieron cuenta que las nuevas leyes favorecen a quienes se empeñan en asaltar y asesinar?
En el presente, la espiral de violencia en nuestro país crece cada día. Es un problema grave. Y nuestras leyes, principales armas para combatir la delincuencia, hacen agua.
El asunto es que los representantes de la sociedad quieren una reforma a la reforma penal, para evitar que los criminales se burlen de la justicia.
La portación ilegal de armas no es el único renglón que debe atacarse y solucionarse de manera urgente. Se debe actuar con energía para encarcelar a aquellos que andan armados, porque son delincuentes en potencia. ¿O para que cargan, por ejemplo, los cuernos de chivo, las granadas de mano, etc.?
Algo anda mal en aplicación de las leyes y en la procuración de justicia mexicanas. No son tiempos para tratar a los delincuentes como si fueran hermanas de la caridad. A la violencia desatada es necesario darle otro trato. ¿O no, amable lector?
El “Rusiagate”
Desde antes de su llegada a la Casa Blanca, el candidato republicano Donald Trump empezó a demostrar su singular forma de comportamiento: una especie de desparpajo y grosería en su actitud.
Así continuó en su campaña en busca del voto. Llegó a la presidencia de Estados Unidos (EU) y siguió igual o peor con el trato rudo, sin cortesía, hacia las personas. Esa es su manera personal de actuar.
Esa conducta de bipolaridad la refleja en su política, llena de discursos y tuits que parecen dardos cargados de bilis. Sus decretos ejecutivos deshumanizados van contra los más débiles, aquellos migrantes que se encuentran sin documentación en EU.
Aquellos extranjeros sin papeles son perseguidos y echados de ese país, sin importarles a las autoridades, los daños que hacen, en muchos casos, al desintegrar a las familias.
Pero no todo es felicidad para Donald Trump, el magnate y presidente del país más poderoso del mundo. Responsabilidad que, según se ve, le quedó muy grande al hombre “color de zanahoria”.
Los conflictos empezaron a brotar y amenazan con crecer. Uno de estos casos es el “Rusiagate”, relacionado con la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales en el vecino país.
En el asunto se fue inmiscuido el hijo mayor del mandatario, el joven Donald Trump Jr. Una reunión con abogada rusa, Natalia Veselnitskaya, que entregaría información contra Hillary, le echó más leña al fuego.
Después, el junior dio a conocer una serie de correos en los que discute planes para recibir información contra la candidata presidencial demócrata.
Las leyes de EU no permiten la intromisión extranjera en sus elecciones. ¿Qué tanta responsabilidad tiene el hijo mayor de Trump en la injerencia de Rusia en los comicios señalados?
Sin duda, el fiscal encargado de investigar el caso tiene suficiente material para enriquecer su juicio.
Duarte llegará a México
El impresentable Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, llegará a México la próxima semana.
El ex mandatario se encuentra en una cárcel guatemalteca, tras huir de la justicia mexicana. En nuestro país será juzgado por supuestos cargos federales de delincuencia organizada y operación con recursos de procedencia ilícita.
También se le juzgará por los delitos relacionados con el tráfico de autoridad, peculado, etc.
¿A qué ex gobernador le toca el turno de llevarlo ante la justicia? En puerta hay dos que podrían seguir los pasos de Javier: César Duarte, de Chihuahua; y Roberto Borge, de Quintana Roo. ¿Y Gabino Cué, de Oaxaca, cuándo?