«Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes»
Cultura lunes 10, Jul 2017- De Elena Favilli | Francesca Cavallo; Editorial Planeta
Protagonizadas por «princesas» reales de los más diversos entornos y épocas.
Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes reinventa los cuentos de hadas. Elizabeth I, Coco Chanel, Marie Curie, Frida Kahlo, Serena Williams y otras mujeres extraordinarias narran la aventura de su vida, inspirando a niñas ―y no tan niñas― a soñar en grande y alcanzar sus sueños; además, cuenta con las magníficas ilustraciones de sesenta mujeres artistas de todos los rincones del planeta.
Un libro que debe estar en la mesa de noche de todas las niñas o mujeres jóvenes que conozcas.
—Geri Stengel, Forbes
Estos cuentos para antes de dormir no son protagonizados por princesas, sino por mujeres que cambiaron el mundo.
—Taylor Pittman, The Huffington Post
Fragmento
A d a Lovelace
Matemática
Había una vez una niña llamada Ada a quien le encantaban las
máquinas.
También le fascinaba la idea de volar.
Estudió a muchas aves para descifrar el equilibrio exacto entre el tamaño
de las alas y el peso del cuerpo. Probó distintos materiales y realizó múltiples
diseños. Nunca logró planear como un ave, pero creó un hermoso libro de
ilustraciones llamado Flyology (Vuelología), en donde anotó todos sus
hallazgos.
Una noche, Ada asistió a un baile donde conoció a un viejo matemático
cascarrabias llamado Charles Babbage. Ada también era una matemática
brillante, así que no tardaron en convertirse en buenos amigos. Charles la
invitó a ver una máquina que había inventado. Se llamaba máquina diferencial,
y podía sumar y restar números de forma automática. Nadie nunca había
hecho algo así.
Ada estaba fascinada.
—¿Y si construimos una máquina que haga cálculos más complejos? —le
preguntó a Charles. Ambos pusieron manos a la obra. Estaban muy emocionados.
La máquina era descomunal y requería un enorme motor de vapor.
Pero Ada quería llegar más lejos.
—¿Y si logramos que esta máquina toque música y muestre letras además
de números?
Lo que Ada estaba describiendo era una computadora, ¡mucho antes de
que se inventaran las computadoras modernas!
De hecho, Ada creó el primer programa computacional de la historia.
10 de diciembre de 1815 – 27 de noviembre de 1852