¿Cristina o María Elena?
Ramón Zurita Sahagún lunes 8, Nov 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La sucesión dentro de la dirigencia nacional del PRI parece definida a favor del coahuilense Humberto Moreira Valdés, aunque quedan algunos cabos sueltos que deberán de atarse en los próximos días.
Por inicio de cuentas la manera en que será propuesta su candidatura, si lo es por unidad, consenso o si se abre la elección y en ella participan otros aspirantes, lo que se duda, por el amarre que trae el todavía gobernador de Coahuila. Otra más, el nombre de la mujer que lo acompañará en la fórmula, como secretaria general, para lo que estudian dos, principalmente. El contenido de la convocatoria y la fecha de la emisión de la misma.
La compañera de fórmula de Moreira podría salir de entre la diputada Cristina Díaz y la senadora María Elena Orantes. La primera de Nuevo León, la segunda de Chiapas. Una tercera que busca incrustarse con el respaldo de Beatriz Paredes es la tabasqueña Georgina Trujillo, también diputada federal y quien podría formar parte de una negociación entre la actual dirigencia y la que se avecina.
Ulises Ruiz Ortiz, Fidel Herrera Beltrán y Emilio Gamboa Patrón son los otros nombres que se manejan con posibilidades de competir por la vacante que dejará la diputada Beatriz Paredes Rangel en el próximo mes de marzo.
De los tres mencionados, Ulises y Fidel le externaron ya el respaldo a Moreira, por lo que solamente queda Gamboa Patrón que no define si participa o no.
Y es que el dirigente del sector popular del PRI cuenta con el aval de algunos gobernadores, algunos de ellos en funciones y otros en vías de serlo, por lo que podría sentirse con el respaldo suficiente para competir con quien fue el primero en “destaparse” por la presidencia del partido tricolor.
Emilio Gamboa sabe que de competir, el riesgo de perder es grande, ya que es cierto que César Duarte, Rodrigo Medina y Mariano González le han otorgado un abierto respaldo, pero otros gobernadores han preferido la otra opción, así como los representantes de otros de los sectores que conforman la aceitada maquinaria priísta.
Una muestra del momento que vive Humberto Moreira la dio el pasado jueves, cuando 21 gobernadores, entre electos y en funciones acudieron a la rendición de su V informe de gobierno.
De los gobernantes priísta solamente faltaron Ney González, Nayarit, Fernando Ortega Bernés, Campeche y Fernando Toranzo, San Luis Potosí. Fue tal la convocatoria de Moreira que convenció hasta a Andrés Granier Melo, de Tabasco, para que asistiera.
El aval de Moreira en su tránsito a la presidencia del CEN del PRI lo dan el trabajo desarrollado durante cinco años como gobernador de Coahuila y los poco más de años que fungió como alcalde la capital del estado, Saltillo, además del respaldo de los principales militantes del partido y las organizaciones que lo conforman.
Pero además de ello, el gobernador de Coahuila, cuenta con programa y estrategia para desarrollar desde la dirigencia partidista y enfocarse a la recuperación de la Presidencia de la República en la competencia electoral del 2012.
A diferencia de los otros aspirantes, especialmente Gamboa Patrón, con Moreira Valdés, el PRI podría recuperar frescura, dinamismo y ampliar su base de votantes, bajo esquemas distintos a los operados durante décadas.de los cuatro que se mencionan con posibilidades de competir por la dirigencia partidista, el gobernador de Coahuila es el más joven, con diferencia de diez años con el menor de ellos y hasta 15 con el de mayor edad.
Las características de Moreira Valdés lo muestran como un político echado para delante, que no le rehúye al debate, que trae ideas propias, que es cumplidor, dinámico, que llama a las cosas por su nombre y cuyas propuestas le pueden dar un aire de renovación a un partido anquilosado y manejado por los políticos acartonados de siempre.
Moreira pude renovar a una dirigencia que con Beatriz Paredes cayó en el anquilosamiento, el no entrar al debate, el no responder a cuestionamientos, el sentir malestar hacia la prensa y eludir preguntas de todo tipo, el sentirse dueña del partido y poseedora de la verdad y de los triunfos de los candidatos y buscar beneficios políticos para ella y su equipo, sin importar los demás.
Y mientras en el PRI las cosas parecen enfilarse a una elección sin grandes complicaciones, en el PAN se tornan sórdidas, difíciles, con una serie de titiriteros tratando de manejar el proceso en que participan cinco aspirantes, unos con posibilidades y otros de simple relleno.
Gustavo Enrique Madero, Francisco Ramírez Acuña, Judith Díaz, Cecilia Romero y Roberto Gil Zuarth, movidos por sus “padrinos” políticos se comprometieron a juego limpio durante su búsqueda, e incluso, a dejar de lado los ataques personales.
Lo cierto es que la elección del nuevo presidente del CEN se complica con el manejo e intromisión que hacen algunos personajes de prosapia del panismo y otros de no tanta, pero que creen tener los alcances para manipular la selección del candidato e inclinar la balanza a favor de uno de ellos.
La principal mano operadora proviene de Los Pinos y repite los mismos esquemas usados por los priístas de antaño cuando la Presidencia de la República les correspondía a ellos.
*En Coahuila, los priístas están ciertos de que el candidato a gobernador será Rubén Moreira Valdés, presidente estatal el PRI y diputado federal, quien cuenta con el 71 por ciento de las preferencias en encuestas de todo tipo abierta hacia todas las opciones o entre los militantes y simpatizantes del partido tricolor, donde los números son más reveladores.
El único pero que le ven, algunos, es que es hermano del actual gobernador y eventual próximo presidente del PRI. De ahí en fuera nadie le objeta nada.