Vergüenza política
¬ Salvador Estrada martes 4, Jul 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
El enriquecimiento ilícito es el delito común entre los gobernadores, que al ser descubierto y abrirse la carpeta indagatoria avergüenza a los partidos que los postularon.
La ambición de los mandatarios no tiene límite y se nota en su último año de gobierno, porque se llevan “todo lo que pueden” con diversas formas marrulleras en complicidad con sus administradores y no es hasta que llega el nuevo gobernador que “aparecen el peculado, el desvío de fondos, las empresas fantasma” y es cuando “la puerca tuerce el rabo”.
Si dejan “vacías las arcas” y al estado con una deuda enorme, el gobernador entrante tiene que resolverlo “sin denunciarlo” porque son del mismo partido, pero si es opositor “todo el peso de la ley”.
Los gobernantes llegan al cargo con humildad y con muchas ganas de servir, y terminan prepotentes y “bien servidos” e incluso presumen sus “ranchos” y sus residencias en Facebook o son “ventaneados en las redes sociales”, por lo cual se cae su fama y son señalados “con indignación por la ciudadanía”.
Tal es el caso del gobernador Roberto Sandoval, mandamás en Nayarit, que fue señalado por un grupo de políticos, más bien denunciado, por probable “enriquecimiento ilícito”. La soberbia del poder empujó al gobernador a presumir su rancho en un video, donde tiene un criadero de caballos de alto registro, que cuenta con “yeguas aztecas y españolas”.
Y, como están las cosas en el terreno político, esta denuncia le echa más leña al fuego y el PRI ya no sabe dónde esconderse o dónde meter la cabeza, porque los gobernadores acusados de peculado, de enriquecimiento ilícito y de otras transas, salieron de las filas del partido y que ahora por su comportamiento, lo avergüenzan y lo colocan en la mira de la ciudadanía que le hace “fuchi” y lo descartan para las elecciones de 2018.
Guadalupe Acosta, del Partido de la Revolución Democrática, fue uno de los denunciantes en la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delitos Electorales, para que se investigue al gobernador nayarita por probable delito de enriquecimiento ilícito.
Además, de forma adicional existe una carpeta abierta en contra de Sandoval en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales por una denuncia interpuestas por el PAN y el PRD.
Y esta carpeta se debe a quejas porque Roberto Sandoval pidió a sus subordinados que condicionen la entrega de los programas sociales a cambio de que la gente vote ¡por el PRI!
Falta saber si a los empleados en su administración se les descontó el diez por ciento de su salario para cuota al partido, como hizo Javier Duarte en Veracruz, uno de los delitos por el que se le acusa.
El mandatario nayarita si resulta culpable se sumará a la lista de gobernadores “transas”, como son los Duarte, César, de Chihuahua, que andan tras él, y Javier, de Veracruz, que está a punto de ser extraditado desde una cárcel de Guatemala y Tomás Yarrington.
Y para que no se piense que solamente los gobernadores priístas son transas, ya se investiga al ex gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, que fue postulado por el PAN y el PRD.
¿Aparecerán más gobernadores el año próximo acusados de enriquecimiento ilícito?