Las “Crónicas” y “Tarántula” de Bob Dylan
Cultura martes 4, Jul 2017En la ruta de las letras
Patricia Correa
- Malpaso Ediciones lanza dos libros vitales para conocer al cantautor de cantautores
Recientemente galardonado con el Premio Nobel de Literatura, Malpaso Ediciones lanza dos libros vitales para conocer al cantautor de cantautores, Bob Dylan: la edición del primer volumen de sus memorias: Crónicas I, un libro de recuerdos peregrinos que deambulan por épocas y escenarios, y Tarántula, su primera y última incursión en el territorio de la prosa narrativa, y es el periodista Asael Grande, quien nos narra estos dos increíbles ejemplares.
Las incomparables dotes de narrador y la exquisita expresividad que constituyen el sello distintivo de su música hacen de Crónicas una reflexión penetrante sobre la vida y sobre las personas y los lugares que moldearon al hombre y su arte.
Los prolegómenos de la crónica vital y profesional de Bob Dylan nos remontan, a través de una mirada abierta, al Greenwich Village de 1961, testigo principal de su llegada a Nueva York. De ahí parte la andadura iniciática que el bardo desgrana en este primer volumen de la trilogía autobiográfica cuando, recién llegado a Nueva York, merodea por el Village en pos de su destino. Dylan alterna observaciones elegíacas con retazos de recuerdos, aderezados con comentarios agudos e incisivos.
La ópera prima del último Premio Nobel y uno de los artistas más influyentes de nuestros días. Tarántula es una suerte de lectura iniciática imprescindible para comprender el imaginario dylaniano que puebla sus canciones desde Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde.
Novela visionaria y rockera, hecha de prosa y verso en iguales cantidades, hermana inconfundible de las mejores canciones de Dylan, Tarántula no se limita a contarnos una o varias historias: permite un vistazo único a las habitaciones en que ocurrían los procesos creativos de este artista singular: los personajes que reconocía durante sus viajes, los ambientes y los temas que siempre lo han obsesionado, la poesía que espera tirada en un callejón.
Los textos en verso y en prosa que conforman esta aproximación a la escritura automática no están exentos de la musicalidad propia de las composiciones de Dylan de la época ni de las preocupaciones que acompañan al artista en el que posiblemente sea el año más importante de su carrera: cierto inconformismo, una evidente y creciente predilección por el genio verbal y por la espontaneidad y la firme creencia en la legitimidad de la calle como fuente inagotable de inspiración.