Nueva “madre patria”
¬ Javier Cadena Cárdenas lunes 26, Jun 2017Termómetro
Javier Cadena Cárdenas
El exitoso escritor Haruki Murakami, en esa especie de autobiografía profesional, que es su libro “De qué hablo cuando hablo de escribir”, hace una confesión que resulta por demás interesante cuando reconoce que en Japón, su patria, se siente cosmopolita, pero que en el extranjero, en cualquier otro país, se siente japonés.
Esta especie de contradicción viene muy bien traerla a colación hoy en día cuando México sigue padeciendo los embates de Donald Trump, y sabiendo que en el país gobernado por ese empresario, existe una amplia comunidad de mexicanos que se fue para allá en búsqueda de las oportunidades laborales y de desarrollo que en su tierra no encontraron.
Esta comunidad, hay que reconocerlo, no es homogénea ni uniforme, así como tampoco lo han sido los objetivos que sus integrantes buscan por aquellos lugares.
Unos rayan en la mera sobrevivencia, propia y de sus seres queridos -tanto de los que los acompañan como de los que se quedan-, y aquí es donde por cierto radica la importancia de las remesas.
Otros se circunscriben en el éxito -ya logrado o apenas buscado-, como serían los casos de los científicos y profesionistas que migran a ese país ya con empleo fijo, y que en su momento hasta propició que Iván Restrepo, investigador colombiano radicado en México, a pregunta expresa sobre la fuga de cerebros de aquí para Estados Unidos, expresara que desconocía si se exportaban tacos o quesadillas de sesos.
Otro caso es el de los músicos, en específico de los rockeros, explicado muy bien por Federico Arana, en su autobiografía profesional, titulada “Archipiélago Naftalina”, donde comparte que por su profesión de músico de rock, allá por los años sesenta del siglo pasado, él y su grupo se fueron a Estados Unidos en búsqueda del éxito.
Escribe: “… sacamos sendos pasaportes – es decir, cada uno el suyo- y nos largamos a triunfar en EU…, en la madre patria, porque hace mucho que España pasó a ser la abuela”.
Y aunque Arana y su grupo no triunfaron en ese país y además fueron deportados hacía acá -amablemente, dice-, él y los suyos siguieron su camino en la música de rock en tierras nacionales, música exitosa que orilló a Carlos Monsiváis a declarar en 1971 -con el concierto de Avándaro-, que ya existía la primera generación de estadounidenses nacidos en México.
Federico Arana califica a Estados Unidos como la nueva madre patria de los mexicanos, por lo que vale preguntar si Trump también lo cree y por ello actúa hacia México como si fuese una progenitora a punto de reprender a su hijos por maldosos.