El declive de Margarita Zavala
Ramón Zurita Sahagún viernes 23, Jun 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Quienes la han visto en fechas recientes sienten que Margarita Zavala está dando gritos desesperados de auxilio, sintiendo como se le escapa de entre los dedos las posibilidades de ser candidata presidencial.
Da patadas de ahogado, intenta jalar la atención, sin conseguirlo y decrece el número de sus seguidores al interior del partido.
Sus críticas hacia el presidente del PAN, Ricardo Anaya Cortés, sus exigencias de que su partido defina ya al candidato presidencial, que se abra una consulta a la ciudadanía y otros asuntos más no le han generado el respaldo que requiere su aspiración presidencial.
Margarita sabe que es su única oportunidad de competir por la Presidencia de la República, ya que dentro de seis años su figura política se encontrara sumamente disminuida.
Es poco lo que políticamente ha hecho ella, ya que su experiencia se basa en haber sido (sigue siéndolo) esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, ya que su paso por la ALDF y Cámara de Diputados, fueron totalmente inocuos.
Ella podría capitalizar los errores, escándalos y abusos de la actual administración y aunque hay situaciones sumamente censurables y criticables del gobierno de su esposo, no lo son tantas como en el presente gobierno.
Sin embargo, Margarita se ve falta del punch que requiere un candidato de oposición y su fuerza se centra en las críticas hacia Anaya Cortés y el manejo que éste hace de la dirigencia nacional del partido.
Centra sus declaraciones en dos personajes, el mencionado Anaya Cortés y Andrés Manuel López Obrador, el prospecto de candidato de Morena y considerado como el principal adversario en los comicios del 2018.
Margarita no olvida que López Obrador ha criticado hasta el cansancio a su esposo, Felipe Calderón, de quien dice le robó la Presidencia de la República en 2006, cuando se declaró triunfador al panista por medio punto porcentual.
No se tienta el corazón al comparar a López Obrador con Hugo Chávez y habla de los riesgos de una eventual victoria del tabasqueño.
Sin embargo, Margarita no aporta nada nuevo ni dibuja un panorama más halagüeño para el pueblo de México.
Ella se encuentra encaramada en la cresta de la ola que le dibujó su esposo y que le hizo creer que sus expectativas para la candidatura presidencial son reales y bien fundamentadas.
De Margarita Zavala Gómez del Campo sus críticos advierten su poca fuerza para luchar por sus aspiraciones.
Se recuerda que las dos ocasiones en que fue diputada, local y federal, fueron por representación proporcional, por lo que no ha tocado base para recabar el voto ciudadano.
Cuando se le pidió hacerlo se negó y argumentó que las condiciones no eran propicias para ello.
Tres aspiraciones ha tenido en los tiempos recientes, dos de ellas frustradas por ella misma.
La primera fue cuando se inscribió para competir por un lugar de representación proporcional en la actual Cámara de Diputados y en la votación interna quedó después de Cecilia Romero, por lo que al no alcanzar sitio plurinominal se le convocó a aceptar la candidatura uninominal por el distrito en que vive, ofrecimiento que rechazó tajantemente.
Dijo que no lo aceptaba y que mejor buscaría la presidencia del partido, cuyo relevo era inminente.
Cuando se le preguntó cuándo sería su registro se negó a hacerlo y argumentó que no existía piso parejo, que los dados ya se encontraban cargados a favor de quien finalmente resultó electo presidente del partido, Ricardo Anaya.
Desde entonces vienen las diferencias con el potosino, avecindado en Querétaro, de quien dice usa el partido para favorecerse políticamente.
Desde que anunció sus aspiraciones presidenciales, Zavala demandó a Ricardo Anaya no aprovechar su posición como líder del partido blanquiazul para intentar promover su propia imagen, en detrimento de otros militantes que quieren la candidatura para 2018.
Si las dos anteriores veces Margarita tiró el arpa antes de tiempo, sus detractores consideran que en esta ocasión también lo hará, desde antes de presentarse la selección del candidato(a) presidencial del PAN.
Y es que Margarita aseguró que ella estaría en la boleta electoral del 2018, sin importar la vía por la que apareciera, es decir candidatura de su partido (PAN), de otro partido o independiente, ya que aclaró de qué forma lo haría.
Actualmente, Margarita Zavala Gómez del Campo recorre el país en un autobús con el slogan “Yo por México”, de color morado que hace pensar en la posibilidad de la candidatura independiente.
En este recorrido planea estar en 45 ciudades de las 32 entidades del país, en una estrategia de 31 días, en la que proyecta escuchar a la población y conocer de viva voz sus necesidades y preocupaciones de cara a los comicios del 2018.
Sin embargo, la gira de Margarita no ha sido lo exitosa que se esperaba y ya hasta un asalto sufrió parte de su equipo de avanzada en una carretera de Sinaloa.
Otra detención en EU
Nuevamente, el gobierno de Estados Unidos actúa en contra de un personaje político mexicano ligado presuntamente a la delincuencia organizada.
Como lo hizo hace poco con la detención del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington y con el ex procurador de Nayarit, Edgar Veytia, el gobierno estadounidense actuó en consecuencia contra la ex diputada local de Sinaloa, Lucero Sánchez, vinculada, supuestamente, con Joaquín “El Chapo” Guzmán, a quien se afirma visitó en el reclusorio usando documentos falsificados.
La acusación en su contra, por parte del gobierno de Estados Unidos, es conspiración.