La necesidad de una política real de protección ecológica
¬ José Antonio López Sosa jueves 4, Nov 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
PLAYA DEL CARMEN, Q.R..- La Riviera Maya es sin lugar a dudas un sitio espectacular tanto por la naturaleza como por la historia que se puede encontrar, representa en la actualidad una importante fuente de ingresos en materia turística –a pesar de las recurrentes crisis poco controladas por el gobierno—y espera un crecimiento mayor para beneficio de la región. Lamentablemente el tema ecológico llegó tarde y ha sido entendido primero por la propia iniciativa privada en buena parte que por los gobiernos en turno.
La destrucción del manglar, la sobreexplotación de los mantos acuíferos, el crecimiento exponencial de la población y la falta de planeación urbana han generado cambios en el ecosistema que como consecuencia incrementan los daños cuando fenómenos naturales como son los huracanes llegan a esta zona.
La construcción en la región ha significado destrucción, cada enorme complejo, hotel, centro comercial o unidad habitacional, si no es construido con condiciones específicas bloquea las corrientes subterráneas y afecta al manto freático. Quizás un ejemplo de la construcción responsable es el recién inaugurado resort Tres Ríos, donde sobre vigas de concreto fueron construidas sus instalaciones respetando el subsuelo y parte del manglar en los alrededores.
Urge una política ecológica que se cumpla a cabalidad en la Riviera Maya, existe regulación y a decir de las autoridades voluntad, sin embargo el deterioro es creciente y con todo y la reserva de la biosfera al sur de Quintana Roo, en la parte norte el deterioro crece.
Empresas responsables como los parques Xcaret y Xel-Há, Sandles, Tres Ríos entre otras, forman parte de esa recuperación ecológica desde las empresas, cuántas otras insisten en deteriorar el ambiente ante la silenciosa complicidad de las autoridades.
Muchos revirarán asegurando que los reglamentos y políticas en esta materia existen, la realidad es que no se cumplen a cabalidad.
En manos del estado de Quintana Roo y el gobierno federal está el futuro de la Riviera Maya en su conjunto, el desequilibrio ecológico puede traer consecuencias catastróficas, la falta de arena en Cancún y las inundaciones recurrentes en tormentas tropicales son tan sólo el inicio de una serie de catástrofes que pueden llegar si no se lleva a la praxis una verdadera cultura y política de protección ecológica obligatoria. El reto es para Roberto Borge, gobernador entrante, para el gobierno federal, los distintos fideicomisos involucrados y los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, Cozumel, entre otros.
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