De sangre azul
¬ Javier Cadena Cárdenas martes 20, Jun 2017Termómetro
Javier Cadena Cárdenas
El 19 de junio de 1867, en el Cerro de las Campañas, en la ciudad de Querétaro, fue fusilado Maximiliano de Habsburgo, junto a Miguel Miramón y Tomás Mejía, y con ese acto el gobierno liberal de Benito Juárez quiso mandar un mensaje a las potencias mundiales, principalmente las europeas, en el sentido de que esta tierra era una nación en formación, pero fuerte, y que de manera tajante rechazaba dos puntos: la monarquía como sistema de gobierno, y la presencia invasora de otro país en esta nación.
Pero eso fue hace siglo y medio, ya que hoy en día existen mexicanos trasnochados que están convocando a la celebración de un acto religioso en recuerdo de quien se ostentara como emperador de México entre 1864 y 1867.
La invitación, engalanada con un retrato de Maximiliano y con la reproducción del escucho heráldico de su ”gobierno”, dice lo siguiente: “Es un honor invitarle en nombre de Don Carlos Habsburgo Lorena a la misa por el 150 aniversario de la muerte del emperador Maximiliano de México”.
Y a renglón seguido, comparte el día, la hora y el lugar del evento, así como el tipo de vestimenta a portar: “Iglesia de San Ignacio de Loyola. Horacio esq. Molière, Polanco. Lunes 19 de junio, 19:30 horas. Formal. Ciudad de México, 2017”.
La Asociación Monarquista Mexicana es la encargada de la organización de este acto, el cual sumado al que con el mismo motivo se ha venido realizando año con año en la Iglesia de La Profesa, templo ubicado en el Centro Histórico de la capital del país e identificado desde tiempos ancestrales con la parte más conservadora de la Iglesia católica, muestran de manera clara que cierto sector de la sociedad mexicana todavía sueña con, y anhela tener, sangre azul.
Y ese sector de la población no sólo ha dado esta muestra de su concepción de nación, sino que, por ejemplo, propició que Felipe Calderón, siendo presidente nacional del PAN y antes de ser presidente del país, realizara un evento paralelo al oficial con motivo del Grito de Independencia, y en él se aventó la puntada de gritar vivas y arribas en honor de Agustín de Iturbide, quien se ostentó como Agustín I y encabezó el primer gobierno monárquico de México.
Otra muestra de que este pensamiento sigue presente en cierto sector, pequeño pero con acceso a ámbitos importantes del día a día, es el “rescate” de estos personajes de la vida nacional a través de libros, programas de televisión y demás pretextos académicos, y entonces no resulta extraño que las librerías estén llenas de textos sobre Maximiliano, Iturbide y su nieto.
Pero este rescate no se circunscribe a personajes que se ostentan como de sangre azul, sino que abarca otros afines a éstos, como son la Mariscala y, sobre todo, el conservador Porfirio Díaz, a quien incluso se hace referencia, a manera de homenaje, en los nombres de establecimientos comerciales como cafeterías y restaurantes.
Entonces, si lo invitan a misa el lunes 19 de junio, ya sabe el motivo, y conocerá de manera más completa cómo piensa quien le extienda la invitación, pero eso sí: está en su decisión aceptarla o no.