Herederos
Ramón Zurita Sahagún miércoles 14, Jun 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La victoria de Alfredo del Mazo Maza (no ratificada todavía por los tribunales electorales) lo convierte en el segundo personaje de una dinastía en que abuelo, padre e hijo gobernaron el mismo estado en la época posrevolucionaria de México.
Antes que ellos lo hicieron los Cárdenas, cuyo tronco familiar político lo inició Lázaro Cárdena del Río, le siguió su hijo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y continuó Lázaro Cárdenas Batel.
La diferencia entre los mexiquenses y los michoacanos es que los primeros han sido todos de nombre Alfredo y los segundos llevan dos Lázaros, el primero y el tercero y el hijo del precursor cambió a Cuauhtémoc, pero a diferencia de aquellos tienen un Dámaso, hermano del general que también gobernó el estado, en total cuatro.
El triunfo de Del Mazo Maza es visto por otros herederos que consideran les toca a ellos emprender el reto de ser la tercera generación del mismo apellido y, en algunos casos nombres, de gobernar una misma entidad.
Gobernar una entidad en la que lo hicieron sus ancestros es una moda, una ambición o una necesidad de los jóvenes políticos, para mostrar su valía.
Lo han hecho, algunos, pero no con buenos resultados. Unos han elegido el camino de sus padres, otros de sus tíos, hermanos o hasta primos.
Unos lo han intentado y fracasado, otros más lo consiguieron y son segunda generación de gobernantes, aunque como en el caso de Manuel Bartlett Díaz, se dieron el lujo de elegir una entidad distinta a la que gobernó su padre, por los malos recuerdos que le traía.
El caso de Manuel Bartlett Bautista fue traumático para su hijo Manuel Bartlett Díaz, al haber sido obligado a dejar el gobierno de Tabasco en 1955, por lo que su hijo decidió no buscar la nominación por esa entidad con la que se encontraba vinculado y buscó ser postulado por Puebla, donde había nacido, pero jamás vivido.
Chiapas da cuenta de nieto y abuelo que gobernaron con el mismo nombre, Manuel Velasco Suárez el abuelo y Manuel Velasco Coello el nieto,
Antes de ellos Juan Sabines Gutiérrez y Juan José Sabines Guerrero, padre e hijo. El primero fue interino y el segundo electo.
La victoria de Antonio Echevarría García en Nayarit lo convirtió en el segundo de esa estirpe en ganar unos comicios para gobernador, como lo hizo en 1999 su padre, Antonio Echevarría Domínguez y no lo consiguió su madre, Martha Elena García. En Oaxaca gobierna Alejandro Murat Hinojosa, hijo de José N. Murat Casab, quien gobernó de 1998 a 2004.
Baja California Sur está gobernada por Carlos Mendoza Davis, hijo de Ángel César Mendoza Arámburo, primer gobernador electo de esa entidad y sobrino del segundo Alberto Alvarado Arámburo.
Por supuesto, en el pasado han existido una serie de padres e hijos que han gobernado el mismo estado y que, en algunos casos, los hijos insisten en seguir los pasos del padre o abuelo.
Layda Sansores ha intentado un par de veces seguir el camino de su padre, Carlos Sansores, quien gobernó Campeche en la década de los 60.
En Tabasco, Federico Madrazo pretende seguir los pasos de su abuelo y de su padre, Carlos y Roberto que ya gobernaron el estado.
Otro joven político la busca en ese mismo estado, Gerardo Gaudiano Rovirosa, nieto de Leandro Rovirosa, que gobernó en los 70s del siglo XX.
Carlos Mario Villanueva Tenorio es actualmente diputado local en Quintana Roo, entidad que ya gobernó su padre, Mario Villanueva Madrid y que él mismo aspira a serlo.
En Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez se apresta para ser candidato del PAN y suceder a su padre, actual gobernador d esa entidad, el también panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien le ganó en las urnas a su primo hermano, Héctor Yunes Landa.
Los hermanos Rojo, Jorge y José Antonio, en Hidalgo, esperan su oportunidad para ser candidatos, luego de que esa entidad la gobernaran Jorge Rojo Gómez y Jorge Rojo Lugo, abuelo y padre de ellos. Además de que una serie de tíos lo hicieron también como Adolfo y Humberto Lugo.
En Puebla, Juan Pablo Piña, actual diputado federal, espera ser el segundo de la dinastía de su padre Mariano Piña Olaya en gobernar Puebla.
Coahuila está marcada por la elección continua de dos hermanos, el menor Humberto Moreira lo hizo primero y el mayor Rubén le siguió.
Una tragedia llevó a Egidio Torre Cantú a gobernar Tamaulipas, estado que ya tenía en la bolsa el candidato Rodolfo Torre Cantú, asesinado una semana antes de la elección.
Pero también la ambición del poder lleva a otros personajes a buscar alcanzar las dimensiones de sus familiares.
Los primos hermanos Benjamín Clariond Reyes y Fernando Canales Clariond gobernaron sucesivamente en Nuevo León, uno como interino y el otro como electo en las urnas.
Chihuahua dio cuenta de Fernando Baeza Meléndez y su primo José Reyes Baeza, como gobernantes.
Son una pléyade de familiares los que ha gobernado durante décadas las distintas entidades del país.
Todos los anteriores terminaron más o menos bien sus administraciones, aunque en el caso de Bartlett Bautista fue depuesto y Mario Villanueva Madrid continúa en la cárcel, por lo que el caso de Quintana Roo es emblemático.
Villanueva Madrid no terminó su sexenio, huyó unos días antes de terminarlo y Roberto Borge Angulo, sobrino de Miguel Borge Martín (hermano de su padre) también acabó en la cárcel. El gobierno de Borge Martín fue austero, el de su sobrino dispendioso, abusivo y beneficioso para él y sus familiares.
Habremos de esperar para ver cuántos de esos herederos del poder y la fortuna terminan igual que él.