Odin Dupeyron logra nuevamente llenar el Auditorio Nacional
Espectáculos martes 13, Jun 2017- En esta ocasión presentó la obra “Lucas” que estrenó en 1995 y que ahora montó en su tercera versión de forma brillante
Asael Grande
Después de haber llenado el recinto del Auditorio Nacional con su obra “¡A Vivir!”, el actor Odin Dupeyron regresó al escenario del Coloso de Reforma para presentar en esta ocasión, su obra teatral “Lucas”, escrita, dirigida y actuada por él mismo, y que estrenó en 1995, y que ahora montó en su tercera versión, llena de comedia, de aciertos, una puesta en escena brillante, espléndida y extraordinaria.
Con su característica y reveladora forma de escribir, con su peculiar y atinada manera de hacernos ver la vida y con su divertido estilo de cuestionar nuestras creencias, Odin Dupeyron logró en “Lucas” un texto fresco y encantador que hábilmente se pasea por la frontera de lo absurdo para reevaluar qué es normal.
Ante un Auditorio Nacional a su máxima capacidad, y con un elenco de primer nivel, conformado por los actores Odin Dupeyron, Mauricio Ochmann, Erika Blenher, Lourdes Gazza, Mayra Rojas, Luis Couturier y Nando Estevané, la puesta en escena “Lucas” redefine los lazos que nos unen como humanidad y que demuestra que podemos tener una mente más progresista para darle batalla a los prejuicios que no sólo nos limitan, sino que nos impiden ser felices.
“Lucas” (Odin Dupeyron) es un reconocido artista plástico que le renta un cuarto de su penthouse a su mejor amiga Inga, quien supuestamente sólo se iba a quedar un par de semanas, pero que ya lleva instalada ahí, mucho más que eso. David (Mauricio Ochmann), aunque es más joven que Lucas e Inga (Erika Blehner), también es un amigo entrañable que pasa demasiado tiempo en ese penthouse.
Una noche, un acto de lo más natural pero inesperado, se transforma en un suceso fantástico y extraordinario que dará un vuelco inusitado a sus vidas, y por ello serán sometidos a la inspección de un Lord inglés (Luis Couturier) y de una severa asistente social (Lourdes Gazza), asignada por un juez especialista (Nando Estevané) en casos poco ortodoxos.
“Lucas” pretende, aparte de entretener y divertir, ser una pausa en el camino para que la gente pueda pensar con mayor detenimiento sobre la represión social, sobre la discriminación, sobre las etiquetas de lo que está “bien” y de lo que está “mal”, de lo que es “normal” o “anormal”, de lo “correcto” e “incorrecto”. Entre la risa desparpajada y el llanto inesperado, “Lucas” es una obra que habla de amistad, de amor, de compromiso, de hacer lo que se debe y de enfrentar lo inesperado, al mismo tiempo que expone las injusticias de un mundo lleno de roles impuestos y aprendidos.