Rumores
Ramón Zurita Sahagún lunes 12, Jun 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los rumores son una práctica común en la política nacional, donde desatan gran pasión y, en muchos casos, son tomados como realidades.
Se alimentan desde las altas esferas gubernamentales y son consumidos rápidamente por las redes sociales y los amantes de la diatriba y el debate insulso, donde han encontrado el espacio natural para vivir cómodamente.
La mayor parte de ellos provienen de partes interesadas en confundir, sembrar desconfianza o hasta en lograr convertirlos en realidad, lo que no en pocas ocasiones sucede.
De esos rumores se han desatado una serie de conflictos, por no ser tomados en serio por la autoridad e intentar detenerlos a tiempo.
Uno de ellos ocurrió el pasado mes de enero, fecha del llamado “gasolinazo”, donde el saqueo se hizo presente en muchas partes del país, como parte de la inconformidad ciudadana por el alza en el precio de los combustibles.
Los rumores inundaron el país, unos alertaban sobre la eventualidad de un golpe de Estado; otros que las protestas dejaban muertos por doquier, unos más que grupos armados tomaban poblados, etc, lo que pronto hizo eco con resultados desastrosos en algunas zonas del país.
Como ese, decenas de rumores han inundado el firmamento mexicano durante décadas, algunos de ellos usados para entretener a la ciudadanía y desviarlos de una discusión pública nacional.
Hace un par de décadas, a inicios de los noventa se inventó un personaje llamado “Chupacabras” que incluso logró incrustarse en los noticiarios de radio, TV y en los diarios de aquel tiempo, al que se le responsabilizaba de todo, de la muerte de animales y hasta de humanos. El público se entretuvo durante algún tiempo, hasta darse cuenta de la farsa, por lo que el entonces Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, fue motejado con ese sobrenombre.
Los rumores sobre devaluaciones impactaban entre la población, ya que siempre se cumplían y en ello influían el mal manejo de las finanzas públicas, las condiciones económicas internacionales, el saqueo del erario y la salida de capitales.
Eso se terminó cuando se decidió adoptar otro tipo de políticas como el deslizamiento de la moneda y la paridad libre del peso, con lo que la población ya no se asusta, aunque la devaluación sea enorme.
El pasado viernes, otro rumor inundó el ambiente político, ante la renuncia de Humberto Castillejos a la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, se involucraba a una serie de personajes en un alud de cambios y reposicionamientos de políticos de primer nivel.
Las redes pronto daban cuenta de la salida del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio y la llegada de Humberto Castillejos a esa posición, el presunto posicionamiento del hidalguense en la Secretaría de Desarrollo Social, en relevo de Luis Miranda; el arribo de Emilio Gamboa a la presidencia del PRI; José Antonio González Anaya a la Secretaría de Hacienda; el enroque de José Antonio Meade al Banco de México, entre otros movimientos supuestamente de ajedrecista del presidente Peña Nieto.
Con estos supuestos movimientos, el camino hacia la candidatura presidencial del PRI quedaría reducido a tres personajes Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones Exteriores; José Narro Robles, titular de Educación Pública y Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública.
Claro que aquí nunca se consideró a Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI y quien se reposicionó con las pírricas victorias de su partido en Coahuila y Estado de México, cuestionadas, pero ratificadas por los órganos electorales locales.
Varios de los rumores más recientes son alentados desde las altas esferas políticas, como parte de las filtraciones, algunas de ellas para ir permeando entre la población la aceptación o negación de esas posibilidades.
Antes de los comicios del Estado de México, se alertó a la población sobre el supuesto impacto que causaría el triunfo de la candidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez, se habló de devaluación, de gobierno estilo Venezuela, de la inminente victoria de Andrés Manuel López Obrador en los comicios presidenciales y se procedió a una guerra sucia que funcionó perfectamente y de un pronóstico de victoria de la candidata de Morena, se pasó a una realidad del gane del priísta Alfredo del Mazo por casi tres puntos porcentuales de ventaja.
Por eso, los rumores y filtraciones son casi siempre usados como una opción para desestabilizar, para desviar la atención de otros temas y para entretener a los ávidos de información o aquellos que creen saberlo todo, dentro del mundo de la actividad política, principalmente.
En esta ocasión, con los rumores del viernes pasado, no pasará mucho tiempo, para que sepamos la intención que conllevan y a quien de los personajes involucrados beneficia.
Lo que sí, vale la pena alertar a la población, para que no se deje llevar por los infundios que se difunden por las redes sociales o por chismes y muchos menos por el tipo de información no confirmada, la que muchas veces provienen de rumores, sin sustento alguno y que causan grave daño en la credibilidad ciudadana.
Traspaso de las capitanías
Referente a los rumores, finalmente se realizó el traslado de los recursos humanos, materiales y presupuestales de las Capitanías de Puerto de la secretaría de Comunicaciones y Transportes a la de Marina, lo que no gustó desde su anunció a los funcionarios de la SCT.
Se recuerda que auspiciado desde una de las principales oficinas de dicha secretaría se inició feroz campaña en contra de esta decisión, en la que se usó información falsa para desprestigiar a los marinos de malos manejos y de presuntas vinculaciones con la delincuencia. Se supo quien fue el instigador de esta campaña, pero jamás se procedió en su contra.