Siguen siendo cinco
Ramón Zurita Sahagún viernes 9, Jun 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cuando se avecinaban los comicios del pasado 4 de junio en tres estados del país (Coahuila, Estado de México y Nayarit), se hablaba del grave riesgo que corría el PRI de perder las tres entidades en disputa.
Dos de esos tres estados forman parte del ya reducido grupo de cinco entidades en las que el PRI nunca ha sido derrotado, por lo que la población no conoce otro estilo de gobierno ajeno al PRI.
Coahuila y el Estado de México, junto con Campeche, Colima e Hidalgo, forman las cinco entidades en que los ciudadanos no han probado la alternancia en la administración estatal.
En los dos primeros el riesgo de derrota era enorme el pasado 4 de junio, aunque finalmente, con aprietos, los priístas lograron sacar un triunfo no tan limpio, pero victoria al fin, reconocida por los órganos electorales.
Las impugnaciones son muchas y las dudas sobre la limpieza del proceso electoral se mantienen vivas, pero con escasa diferencia, los votos favorecen a los priístas en dos de los tres estados en los que los ciudadanos acudieron a votar por sus nuevos gobernantes.
Curiosamente, en la entidad en que ya hubo alternancia alguna vez, se produjo el fenómeno de que padre e hijo, los dos con el mismo nombre (Antonio Echevarría), son los únicos que han vencido a los priístas en Nayarit.
Pero por lo pronto, los priístas mantienen su hegemonía en esas cinco entidades, las que defienden a piedra y lodo, para evitar que suceda lo que inició en 1989 con la pérdida de Baja California.
En 28 años, los priístas han perdido el control, alguna vez, en 27 entidades del país, dos de las cuales nunca lograron recuperar, como son Baja California y Guanajuato, panistas desde la primera vez que perdió el PRI.
Fue precisamente en el norte del país en que se inició la caída del PRI, con el triunfo de Ernesto Ruffo Appel, sobre la priísta Margarita Ortega Villa.
Desde entonces, en el ya lejano 1989 se han sucedido puros panistas como gobernantes, siguiendo a Ruffo Appel, Héctor Terán Terán, Eugenio Elorduy Walther, José Guadalupe Osuna Millán y Francisco Vega de Lamadrid.
Guanajuato fue la segunda entidad en que los priístas dejaron el poder y jamás lo han recuperado. Ahí nació la concertacesión, cuando el priísta Ramón Aguirre Velázquez fue obligado a no tomar posesión del gobierno que había ganado en las urnas y se entregó la plaza a Carlos Medina Plascencia, quien gobernó por cuatro años, sin mayores problemas. Le siguió Vicente Fox Quesada, Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva Ramírez y ahora lo hace Miguel Márquez Márquez.
Luego llegaron otras entidades como Jalisco, Querétaro y Nuevo León, predominando los gobiernos panistas, hasta que en Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila se convierte en el primero de los postulados por un partido de izquierda en ganar una elección.
Tlaxcala, Morelos y Baja California Sur son los únicos tres estados en que han gobernado militantes del PRI, PAN y PRD.
Las tres entidades han experimentado con gobernantes surgidos de esos partidos. En Morelos los panistas gobernaron por doce años, quitándoles la hegemonía el perredista Graco Ramírez Garrido.
En Tlaxcala se sucedieron priístas, perredistas, panista y regresó el PRI que por dos elecciones seguidas ha ganado de nueva cuenta.
Baja California Sur da cuenta de dos gobiernos perredistas, después del priísmo y dos panistas, que son los que dominan la entidad, en la actualidad.
En Chiapas han gobernado también tres partidos distintos, aunque hay quienes asocian que PRI y Verde son lo mismo. Con todo y ello, el PRI no gobierna el estado desde el 2000, cuando terminó la gestión del interino Roberto Albores Guillén.
Después vinieron los ex priístas conversos al perredismo, Pablo Salazar y Juan José Sabines Guerrero, aunque ahora gobierna el militante del Partido Verde, Manuel Velasco Coello, en alianza con el PRI.
En Baja California Sur, el último priísta fue Guillermo Mercado Romero en 1999. Después de eso Leonel Cota Montaño, perredista; Narciso Agúndez del sol azteca y Marcos Alberto Covarrubias y Carlos Mendoza Davis del PAN.
En las otras entidades del país: Aguascalientes tiene su tercer gobierno panista de las cuatro última administraciones. Primero fue Felipe González, le siguió Luisa Armando Reynoso y el priísta Carlos Lozano de la Torre y ahora regresó el blanquiazul con el triunfo de Martín Orozco.
Chihuahua es la segunda vez que tiene gobernador ajeno al PRI. Francisco Barrio y Javier Corral surgidos del PAN.
Distrito Federal tiene desde siempre gobernantes electos, emanados del PRD, Guerrero tuvo dos gobernadores del PRD, Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre Rivero, aunque ahora regresó el PRI, por la vía de Héctor Astudillo.
En Jalisco gobernó el PAN por tres sexenios consecutivos y volvió el PRI con Jorge Aristóteles Sandoval.
Michoacán ha ido del priísmo al perredismo y actualmente gobierna Silvano Aureoles Conejo del sol azteca.
En Nuevo León gobernaba el PRI, ganó el PAN y volvió el tricolor, pero ahora el mandatario es quien ganó con la divisa de independiente, Jaime Rodríguez Calderón.
Puebla fue priísta, hasta que en dos elecciones consecutivas fue derrotado por el PAN y José Antonio Gali Fayad es el nuevo mandatario.
Querétaro ha tenido de los cuatro últimos gobernadores, tres del PAN y uno del PRI. Actualmente la administración estatal la tiene Francisco Domínguez.
Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco y Yucatán, han tenido cuando menos un gobierno ajeno al PRI.
Por lo pronto, el PRI continúa con su disminuida hegemonía en tan sólo cinco entidades de las 32 que tiene el país.