Priístas dan “puro chile” a Guillermo Anaya, en Coahuila
¬ Mario San Martí viernes 9, Jun 2017Consensos y disensos
Mario San Martí
- Cifras confirman triunfo del priísta Miguel Ángel Riquelme
- Mujeres coahuilenses cobran afrenta en las urnas
En Coahuila, el candidato perdedor a la gubernatura propuesto por el Partido de Acción Nacional (PAN), Guillermo Anaya, dice que dará la batalla en la vía judicial, luego de que su partido abandonó la sede del instituto electoral donde los resultados siguen confirmando el triunfo del abanderado del PRI, Miguel Ángel Riquelme.
En otras palabras, los panistas quieren ganar en una mesa de negociación, desde los tribunales, lo que no pudieron ganar en las urnas.
Al respecto el coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, aseguró que la gubernatura de Coahuila no se negocia, con lo que deja claro que Riquelme será el próximo mandatario porque así lo decidieron los coahuilenses.
Y recordó que en 2000 y 2006 su partido perdió las elecciones presidenciales y reconocieron la derrota, por lo que pidió al panismo asumir la derrota como buenos perdedores.
El asunto se ha politizado a grado tal que éste fue motivo de acalorado debate entre las bancadas parlamentarias de todos los partidos políticos, particularmente el encontronazo legislativo lo dieron priistas y panistas, y por lo que se nota el debate continuará en las barandillas del poder judicial, solo que ahí los protagonistas serán los equipos jurídicos del PRI y el PAN, los primeros para defender el triunfo en las urnas y los segundos para tratar de arrebatar la gubernatura con argucias legales.
Nada más para darnos una idea de cómo andan las cosas, durante la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de esta semana, senadores y diputados ocuparon gran parte de su tiempo en dimes y diretes en torno a los procesos electorales del domingo pasado.
En el caso de Coahuila, la defensa más enérgica en el triunfo del PRI la dieron las mujeres de ese grupo parlamentario y se dio principalmente por los agravios que en campaña les propinó el abanderado panista.
“El señor del chile, porque ya es famoso el señor del chile, increíblemente se tuvo que comer eso”, dijo la senadora Diva Gastélum (PRI) en el contexto del acalorado debate entre panistas y priístas.
Y es que si en estos momentos hay algo que se pueda recordar de la campaña de Guillermo Anaya, candidato perdedor del PAN al gobierno de Coahuila, es sin duda una expresión misógina que a la larga contribuyó a tener el rechazo y el reclamo permanente de un importante sector de la población femenil en la entidad y el resto lo registró como un simple chiste.
Quince días antes de la jornada electoral, el aspirante blanquiazul dirigió su mensaje a las lideresas del PRI y en un tono machista les lanzó que a ellas les daría “puro chile”, palabras que no cayeron nada bien entre las mujeres coahuilenses, e incluso –en esos días- el agravio llegó también hasta el mismo Congreso de la Unión, donde legisladoras y legisladores abordaron el asunto por considerar que ese lenguaje promueve la violencia sexual contra las mujeres.
Hoy nuevamente esas legisladoras le recordaron el “chistecito” al panista.
El exabrupto de Guillermo Anaya no pasó desapercibido tampoco por la dirigencia nacional del PRI, por lo que de inmediato solicitaron a las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) sancionar al candidato por el insulto a las mujeres y pidieron retirarle el registro de su candidatura, a lo cual, tal vez por falta de tiempo, no hubo respuesta de las autoridades, pero no fue necesario, el sector femenil de Coahuila se cobró la afrenta en las mismas urnas.
Y como para que el agravio no quedara en el olvido, en el pleno de la Comisión Permanente, las legisladoras del PRI volvieron a poner en tribuna las palabras del machista candidato, porque aunque hay quien dice que la expresión “les daré puro chile” no tiene nada de misógina, porque supuestamente hace referencia a un nada, “no les daré nada”, hay que precisar que en el norte del país las palabras usadas por Anaya tienen otra connotación y así fueron interpretadas por la mayoría de las mujeres y hombres de esa entidad.
Para algunos la solicitud de retirar la candidatura al panista les pareció un tanto excesiva, tal vez, pero quedó claro que las palabras tuvieron su resonancia y ese efecto no solo se registró como una parte anecdótica de una campaña política sino también hoy forma parte del diario de los debates legislativos.
Por lo demás, también quedó claro que este tipo de chistecitos ya no son bienvenidos en una sociedad que en pleno siglo XXI sigue batallando en el tema de la igualdad de género, y menos cuando en lugar de una cultura de respeto entre géneros hay políticos que insisten en la violencia verbal, en la discriminación y calumnias hacia las mujeres. Y sí, ahí queda para la reflexión.
En fin, no sé si el tal Anaya tenga las cualidades políticas y profesionales para seguir siendo considerado por sus seguidoras y seguidores como servidor público o representante popular, pero es evidente que en su trato con las mujeres resultó ser un patán.