Lenguas sueltas
¬ Salvador Estrada martes 6, Jun 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
Ante la pasión política que despiertan las elecciones, se suelta la lengua de muchos políticos para opinar, culpar, señalar y decir lo que salga de su ronco pecho, sin saber lo que están diciendo, porque caen en el terreno de “los hocicones”.
Tal es el caso del ex presidente Vicente Fox, y de Humberto Moreira, también ex presidente, pero del PRI, quienes al hablar “no se mordieron la lengua” de lo que expresaron.
Moreira, que fue gobernador de Coahuila y dejó saqueado el estado, pero no obstante fue electo presidente del Partido Revolucionario Institucional, al ir a votar en Torreón, dijo que le va a reclamar a su actual líder, Enrique Ochoa, si no gana los estados que él ganó cuando mandaba en el PRI. Y le advirtió que si no entrega buenos resultados ¡que renuncie!
Moreira no tiene calidad moral para hablar así, bueno ni vergüenza, porque fue detenido en España por “sus transas”, se le echó la mano para que lo dejaran libre y regresara a México. Y ahora, ya convertido en un cínico va a morir como el pez, que “por su boca muere”. Y tiene que ser así, porque él es un pez gordo, pero por sus “apoyos políticos” la suerte está de su parte, hasta ahora, pero vienen cambios en su estado.
Y la estrella azul del año 2000, Vicente Fox, que logró echar al PRI del poder, atacándolo con todo y botas, hoy quiere reflectores y se suma a una marcha, allá en León, Guanajuato, para apoyar a venezolanos que quieren a su presidente, Nicolás Maduro, fuera del poder.
¡Ah!, pero Chente se siente el “mero papas fritas” y “ve que López Obrador tiene los mismo genes que Maduro”. Y Fox, que no quería al PRI por sus corruptelas y le dio duro en su campaña presidencial, ahora lo defiende. Dijo que el triunfo del PRI en el Estado de México, permitirá proteger las instituciones del país de López Obrador.
Como si estuviera en campaña, invitó a los venezolanos a echarse un tequila en su rancho San Cristóbal, para “que tengamos valor para acabar con los dictadores”.
La regla de oro en la política era que los ex presidentes permanecieran calladitos, para verse más bonitos, pero a Vicente Fox esta regla le valió un cacahuate y cuando quiere decir tonterías habla y no se mide.
Fox tuvo la oportunidad de cambiar a México, pero no hizo nada de nada, solamente engañó a los ciudadanos e hizo ricos a sus cuates y parientes.
“Para fortalecer la democracia”, si Guillermo Anaya es el nuevo gobernador de Coahuila, va a perseguir a los hermanos Moreira y les ajustará cuentas. A Fox todavía no lo juzga la historia, pero a cada capillita le llega su fiestecita y ya falta menos para que él tenga “su fiesta y va a tener que bailar”.