Obnubilación de “El Peje”
Freddy Sánchez martes 6, Jun 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
López Obrador tiene en sus manos cambiar la historia de las izquierdas en México o repetir la historia de su vida con un nuevo intento fallido por llegar a la primera magistratura del país.
Los resultados electorales en la entidad mexiquense lo dejaron más que claro.
Porque Morena estuvo cerca del ganador, pero lejos de los votantes contrarios, entre los que lo hicieron por el PRI, el PRD, el PAN, y los que se abstuvieron de ir a las urnas para expresar su apoyo a “El Peje”.
De modo que si el tabasqueño se aferra a buscar por tercera ocasión la presidencia en el 2018, lo más que conseguirá es una votación fraccionada e insuficiente a su favor
Eso se deduce de la siguiente lógica: no fue Delfina la candidata de “Morena” la que perdió la elección estatal, sino López Obrador.
O acaso no fue “El Peje” el que impuso a su candidata, apuntaló todo el tiempo su campaña y no consiguió que ganara con tantos votos como para darse el lujo de “gritar a los cuatro vientos” que su propia campaña presidencial va viento en popa.
Cuando que más bien, “la barcaza” de “Morena” en la que el tabasqueño “surca los mares” de la sucesión presidencial confiado en “llegar a buen puerto”, en realidad simplemente dejó ver que le falta potencia para dejar atrás fácilmente a sus opositores sin importar cuantos sean lo que desdeñen el derecho a ir a las urnas el próximo año.
El escenario en el Estado de México fue exactamente el mismo que el de las dos anteriores elecciones presidenciales porque entre los electores fueron menos y no más los que creyeron el proyecto de gobierno de “Morena”.
Y, obviamente, algo parecido sucederá en el 2018, con un tercer intento de Manuel López Obrador para llegar a Los Pinos, a no ser que algo extraordinario logre hacer “El Peje” de aquí a las elecciones en las que se decidirá al sucesor de Enrique Peña Nieto.
Nadie puede desconocer en ese aspecto que el veredicto de las urnas suele dar sorpresas.
En particular cuando las preferencias electorales se dividen y francamente no se ve en la palestra a ningún competidor con tal arraigo popular que garantice un triunfo seguro para el partido o los partidos políticos que se animen a postularlo.
Por eso, justamente, cualquier cosa puede suceder.
Aunque, lo cierto, en este momento es las posibilidades ganadoras de Morena y su “jefe de jefes”, el ex jefe de gobierno de la Ciudad de México y dos veces candidato presidencial, inequívocamente, en cuanto a ganar sin mayores problemas la contienda del 2018, se quedaron más cortas si se toma en cuenta lo que se dibujó en el Estado de México.
De ahí, entonces la convicción de que en manos de López Obrador está la opción de reconocer con “honestidad valiente” que su candidatura presidencial lo podrá mantener en activo en los terrenos de la política, posiblemente con mayor poder económico de su partido, pero definitivamente no lo llevará ganar la contienda del 2018.
Otra historia se podría escribir si el tabasqueño, optara por la reunificación de las izquierdas, promoviendo una candidatura que no infunda desconfianza ni temor entre diversos sectores sociales e inspire a la gran masa electoral para ir a votar y buscar un cambio que deje afuera del poder presidencial a priístas y panistas y predomine entre sus filas la presencia de la sociedad civil.
Algo que naturalmente se antoja imposible que suceda: no sólo por la testarudez sino la obnubilación de “El Peje”.