Las coaliciones y sus rémoras
Francisco Rodríguez martes 6, Jun 2017Índice político
Francisco Rodríguez
Es más certero y veraz, retrata con mayor precisión el pulso ciudadano, el frente amplio, la coalición de partidos opositores al gobierno en turno —llámese como sea— que las oportunistas declinaciones de candidatos ante la última hora y la cuarta pregunta, y más certero y veraz que las perversas segundas vueltas electorales, suicidios de quien las promueve para obtener ventaja.
El frente amplio de partidos opositores es la solución pensada por los legisladores democráticos para que las formaciones políticas expresen un rechazo frontal a lo establecido rutinario, un cambio programático que corresponde a plataformas sostenidas de tiempo atrás, coincidentes en los procedimientos y objetivos.
Los partidos opositores que lo pactan para presentarse juntos y unidos en las contiendas políticas se juegan el resto. Si fallan en la selección de sus parejas electorales, es debut y despedida. Si fallan en la implementación de sus mecanismos de supervisión y vigilancia, enfrentan a sus bases en las casillas y sufren un daño irremediable.
Es muy reducido el margen de error. Por eso, las coaliciones opositoras se dan en las democracias muy avanzadas, y en el marco de una legislación moderna y de consecuencias legales. En una elección competida y cerrada a tercios, la unión de dos mayorías es imposible de ser vencida. Simplemente los números de Pitágoras no alcanzarían.
La coalición, el frente amplio opositor no es un artilugio de convenencieros, maroma de trepadores, chicana de huizacheros. Es una opción seria que en el subcontinente latinoamericano ha llevado al poder a insignes ex combatientes de la clandestinidad, plumas rebeldes y comprometidas, íconos de lo contestatario.
Líderes sociales que son producto de una lucha sistemática contra lo establecido, que logran convocar conglomerados de distinto signo ideológico, credo religioso, banderas de reivindicación de barrios, campos y sierras, en respuesta a los desastres dejados por las dictaduras.
En casi todos ellos se observa una lista de materias comunes: la democracia económica y política, el apoyo social y programático a las franjas y sectores vulnerables, el apoyo a las comunidades de la diversidad sexual, la muerte asistida y todas las formas modernas de expresión contra la discriminación y la intolerancia.
Respetar al sindicalismo, alentar el crecimiento del mercado interno, observar escrupulosamente la honestidad electoral y administrativa, defender la integridad y la vida de los comunicadores, devolver a la patria el control soberano sobre su patrimonio exclusivo, frenar las masacres de dictaduras con delincuentes arteros, son partes esenciales de su declaración de principios y programas de acción.
En los últimos 40 años casi todos los países hermanos del Mercosur y del Arco Atlántico han sido gobernados por regímenes emergidos de esta fórmula electoral que no hace más que reconocer la nueva estructura ideológica del latinoamericano que ha padecido regímenes tiránicos y depredadores en grado excesivo.
Varios de ellos han hecho realidad sus proclamas: han consolidado las democracias representativas y sus cámaras han legislado para hacer vinculantes, obligatorios los programas sociales y las reformas políticas hechas a la medida de las enormes necesidades de las franjas vulnerables, de los sectores deprimidos.
Las sociedades han cambiado por un estímulo de sobrevivencia. Finalmente, se dieron cuenta que todos necesitaban de todos para sobrevivir en independencia y dignidad. Si todos colaboran en un mismo sentido, no hay tarea ni objetivo que no pueda lograrse. Así lo han hecho.
Para nuestro mayor oprobio, el ex presidente José Mujica, ex tupamaro que llegó a transformar el Uruguay, comentó a los cuatro vientos: “A mí me daría vergüenza tener un presidente como Peña Nieto…”
PAN y PRD cuentan con el 40% del electorado mexicano
Por primera vez en la historia moderna de México, dos conglomerados de formaciones de derecha y de centro-izquierda, que juntos forman un macizo electoral equivalente a cerca del 40 por ciento de los votantes, suman sus fuerzas para presentar plataformas y frentes comunes, unidas por el objetivo de transformar al país.
El Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática se presentarán juntos en la elección presidencial del 2018. Junto a ellos, varias expresiones de la centro-izquierda, como el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano se sumarán seguramente a la tarea, incrementando el número de electores que los hacen materialmente ganadores.
Ninguno de los otros partidos, el decadente PRI, envalentonado por los lacayitos verdes, el partido de los maestros sin maestros, el del Encuentro Social, financiado por Osorio Chong, o el emergente Morena, aislado por el excesivo protagonismo de sus líderes, pueden obtener la cantidad de votos suficiente para rivalizar con el frente político anunciado el sábado.
Al interior de los opositores del frente amplio, las cosas tienden a resolverse en función de los resultados que se obtengan. Obviamente, el anuncio del frente opositor rumbo al 2018 ha puesto los pelos de punta a los negociantes de lo frágil, a quienes siempre se imponen desde la ventaja. Las tribus del PRD, inconsolables.
En el PAN, las luchas palaciegas entre la inconcebible Dama del Rebozo, arrastrando a su peligroso esposo, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, y el “huachicolero” Rafael Moreno Valle, más los tres foxistas independientes, es ya un circo de mal gusto. Ricardo Anaya se encuentra ante la oportunidad de oro de limpiar esa estafeta.
Los gobernadores panistas ya no tendrán que hacer la visita de las siete casas. La realidad nacional ha alineado los astros que anuncian tormenta o renacimiento. Todos juntos, a meter el hombro, en bien de todos. A construir un país en el que como decía Benedetti, nadie necesite permiso.
Los cachavotos del bucanero PRD, de plácemes. Mejor, imposible. El PT y el MC, con presencia regional importante, tendrán la opción de formar sólidas estructuras a partir de este gran viraje nacional.
Índice Flamígero: En tiempos donde la defensa y promoción de la libertad de expresión es ya una agenda impostergable y urgente que atender, radiodifusores de todo el continente se darán cita en la Ciudad de México para analizar, debatir y proponer acciones conjuntas para enfrentar los embates que día a día sufre el ejercicio periodístico en los países de la región. Teniendo como eje rector: los retos de la libertad de expresión en el mundo de hoy, el Consejo Directivo de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), organismo que agrupa a más de 17 mil emisoras de radio y televisión privadas de 18 países de América, y cuyo presidente es José Luis Saca, dan inicio a los trabajos de interés y agenda común para los radiodifusores del continente. Por parte de México, y como invitado especial, asiste Benjamín Salinas Sada, director general de TV Azteca, quien además de ser un revolucionario en la industria de los medios de comunicación, ha sido también un gran impulsor y defensor de la libertad de expresión y para quien “la construcción cotidiana de la libertad nos ayuda a crear una mejor sociedad y en ella a ser mejores individuos”. Al encuentro del Consejo Directivo de la AIR y del que TV Azteca forma parte, especialistas y expertos analizarán durante los siguientes días, temas fundamentales como el derecho a informar y a ser informado, la libertad de prensa y opinión, así como el autoritarismo, que aún persiste en algunos países de la región, que coartan las libertades democráticas y de comunicación. ¡Éxito!
www.indicepolitico.com
pacorodriguez@journalist.com
@pacorodriguez