¿Qué es el Acuerdo de París y qué busca?
Mundo viernes 2, Jun 2017
El Acuerdo de París sobre cambio climático es considerado como el mayor logro de la humanidad en materia ambiental en la historia, ya que crea la posibilidad real de frenar el calentamiento global, de acuerdo con expertos.
El Acuerdo de París es un pacto internacional que establece las medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través de la mitigación y adaptación a los efectos adversos del calentamiento global.
El documento fue firmado el 12 de diciembre de 2015, en el marco de la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP 21) por 195 de los 197 países miembros, tras la negativa de Nicaragua y Siria.
El convenio entró en vigor el 4 de noviembre pasado, tras la ratificación de 96 países y la Unión Europea (UE), que en conjunto suman más del 55 por ciento de las emisiones globales de GEI que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
Conforme al Artículo 2 del propio Acuerdo, su principal objetivo es “reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza” para lo cual determina tres acciones concretas: a) Mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2.0 grados centígrados (°C) con respecto a los niveles preindustriales, y compromete a los firmantes a proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de temperatura a 1.5 °C como máximo, con respecto a los niveles preindustriales.
El objetivo es reducir considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático, y evitar llegar a lo que los científicos consideran como “niveles peligrosos e irreversibles” del calentamiento global.
En la actualidad, el mundo ya está casi a mitad de camino hacia ese punto, en cerca de 1.0 grado centígrado de calentamiento en comparación con la era preindustrial. b) Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de modo que no comprometa la producción de alimentos.
El Acuerdo de París establece que los gases de efecto invernadero emitidos por la actividad humana deberán equipararse a los niveles que los árboles, el suelo y los océanos puedan absorber naturalmente, lo cual deberá lograrse entre los años 2050 y 2100. c) Elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
El tratado compromete a los países ricos a dar apoyo financiero a los demás, a fin de ayudarlos a reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático.
Expertos consideran el Acuerdo de París como “el más ambicioso sobre el cambio climático en la historia”, ya que establece “un marco duradero y de largo plazo” para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, pese a que los compromisos de los países para reducir las emisiones son voluntarios.
Para verificar su eficacia, el acuerdo establece hacer una evaluación inicial de su progreso en 2018 y revisiones adicionales cada cinco años. Además del Acuerdo de París, los países también firmaron un documento llamado “Decisión”, el cual establece las acciones que deberán llevar a cabo cuando el instrumento entre en vigor en 2020, cuando expira el Protocolo de Kyoto, el cual tiene como objetivo reducir las emisiones de GEI. Para alcanzar los objetivos establecidos en el histórico acuerdo, los gobiernos de los países y organizaciones que ya lo han ratificado promueven una serie de actividades para proteger el medio ambiente y fomentar una cultura de sustentabilidad como:
- Utilizar medios de transporte no contaminantes, como la bicicleta o caminar en lo posible para desplazarnos por nuestra ciudad.
- Reciclar.
- No imprimir cosas innecesarias y gastar la menor cantidad de papel posible.
- Usar una taza de café o botella de agua reutilizable.
- No fomentar el consumo de bolsas de plástico, por lo que se recomienda llevar una bolsa reutilizable para realizar las compras.
- Plantar árboles.
- Abstenerse de comer carne o lácteos al menos una vez por semana.
- Comprar productos locales.
- Desenchufar y apagar los aparatos eléctricos que no se utilizan.