Escenarios
Ramón Zurita Sahagún miércoles 31, May 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los comicios del domingo próximo son más allá de ser simplemente tres gobiernos estatales en disputa, ya que se trata de los últimos procesos electorales anteriores al presidencial (federal) del 2018.
Su importancia radica en la distribución y conocer si el PRI mantendrá el equilibrio de los gobiernos que actualmente detenta, si el PAN continúa creciendo o si Morena se hace de su primer gobierno estatal, por mucho, el más importante, después del gobierno de la CDMX, donde se asientan los poderes federales.
Fuera de esos tres partidos, ninguno otro se vislumbra con posibilidades de obtener uno de los tres estados en disputa: PRI y Morena se disputan el Estado de México; PRI y PAN se encuentran parejos en cuanto posibilidades de victoria en Coahuila y la alianza PAN-PRD se presenta como arrolladora sobre los demás partidos en Nayarit, aunque los priístas mantienen vivas sus esperanzas de vencer a la poderosa alianza de derecha e izquierda.
Curiosamente, los tres estados en disputa son gobernados por el PRI y en dos de ellos, el partido tricolor ha mantenido el gobierno estatal en su poder, sin ningún tipo de alternancia.
Estado de México y Coahuila, son de los pocos en los que nadie ajeno al tricolor ganó una elección al gobierno, ellos junto con otros tres (Campeche, Colima e Hidalgo), son los únicos cinco del total de 32 entidades del país que no han tenido jamás alternancia.
Sin embargo, en esta ocasión, son muchos los que apuestan a que los dos estados podrían pasar a manos de los opositores del tricolor.
Los dirigentes de dos de los partidos contendientes se sienten seguros de ganar en los tres estados, aunque faltan a la verdad, ya que los panistas tienen escasas posibilidades en el Estado de México y los priístas menos en Nayarit, solamente un milagro los haría ganador a uno y otro.
Y es que en todos los sondeos, muestreos y encuestas, la panista Josefina Vázquez Mota aparece muy distante del priísta Alfredo del Mazo Maza y de la morena Delfina Gómez Álvarez, candidatos entre los que, todo parece indicar, se dilucidará al ganador en tierras mexiquenses.
En Nayarit sucede algo similar, aunque ahí el panista Antonio Echevarría García aparece muy por encima del priísta Manuel Cota, el que se quedó sumamente rezagado y afectado por el desprecio a su nominación de parte del gobernador Roberto Sandoval y al que también le perjudicó la detención del fiscal del estado Edgar Veytia. No se advierte por donde podría ganar el PRI y retener esa entidad.
Resulta curioso que en la elección de Nayarit participen, además del priísta Cota, otros aspirantes que antes militaron en el partido tricolor y hoy lo hacen representando otros partidos.
Miguel Ángel Navarro fue diputado y senador por el PRI, partido al que renunció cuando no fue postulado candidato a gobernador hace 12 años. Ahora compite con los colores de Morena. Raúl Mejía hizo lo propio, renunciar al PRI cuando no fue nominado candidato a gobernador, cargo al que ya había aspirado hace seis años, ahora va con la bandera de Movimiento Ciudadano y antes fue senador por el PRI. El propio Echevarría García es hijo de un ex gobernador que no gobernó bajo las siglas del PRI, pero que fue un ardiente militante de ese partido. Pero también compite como independiente un ex panista, el legendario Hilario Ramírez Villanueva “Layín”, fue alcalde panista y hoy lo es nuevamente, pero de manera independiente.
En Coahuila, otro independiente dejó las filas del PRI para competir de esa forma, aunque nadie apuesta por la victoria de Javier Guerrero, ni mucho menos por la de Luis Horacio Salinas, otro ex priísta.
Si hay una entidad en la que la disputa por la victoria no parece tan apretada es Nayarit, ya que tanto en el Estado de México como en Coahuila, los momios son sumamente apretados.
Y es precisamente Nayarit el único de los tres estados donde ya ocurrió la alternancia y ahora, es casi seguro, se produzca nuevamente.
Antonio Echevarría García, el candidato de la alianza del PAN con el PRD, PT y PRS, es hijo de quien fue el personaje que le ocasionó la primera y única derrota, hasta el momento, al PRI en la entidad. Antonio Echevarría Domínguez ganó los comicios con la bandera de la misma alianza, aunque su entonces esposa Martha García intentó hacerlo, pero tuvo que competir con los colores blanquiazules, siendo derrotada en las urnas.
Ahora su hijo, podría ser el que el endilgara al PRI su segundo descalabro en la entidad y darle nuevamente al PAN el gobierno estatal y sumar una estrella más a las ya acumulas por el PAN.
Si Echevarría García gana sería segunda generación en gobernar el estado, en esto le lleva ventaja Alfredo del Mazo, quien de triunfar el 4 de junio, se convertiría en el tercero de la generación Del Mazo en gobernar el estado, por la vía de las urnas, ya que su abuelo y su padre del mismo nombre, lo hicieron anteriormente.
Como se esperaba y anticipamos, el jurado aprobó por unanimidad el nombramiento de Ricardo Salgado Perilliat, como secretario técnico del Sistema Nacional Anticorrupción.
Salgado es aspirante al doctorado en Derecho y venía fungiendo como director Jurídico del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (IFAI) y en la pesada tarea que se le asignó lo acompañará como enlace con los medios, el periodista Emilio Trinidad Zaldívar.