Al filo de la muerte
¬ Augusto Corro miércoles 24, May 2017Punto por punto
Augusto Corro
Quizá los habitantes del llamado “Triángulo Rojo” no alcanzan a comprender el grave riesgo que corren al llenar sus cubetas de combustible robado.
La más pequeña de las chispas o el descuido del fuego en los lugares donde se ordeñan los ductos de gasolinas, pone en peligro la vida de lugareños.
Son innumerables las fotos que muestran a las colas de personas que esperan llenar sus recipientes de combustible. Es difícil creer cómo un delito con tanto riesgo se practica, inclusive en presencia de las autoridades. La “ordeña” de los ductos de combustible tal vez produzca ganancias económicas, pero quienes la practican ponen en peligro sus vidas.
Lo más importante es que las autoridades de todos los niveles se involucren en un plan integral para frenar esa actividad, que de seguir como va, tarde o temprano nos ofrecerá más tragedias.
El problema se dejó crecer. En el presente, el robo de gasolinas se ve como una actividad más por parte de los pobladores donde pasan los ductos de Pemex. Actúan juntos narcos, policías y todo aquél que desea llenar su cubeta de gasolina.
En los últimos días, el tema de los “huachicoleros” (los ladrones de gasolinas) se puso de moda, por las muertes registradas por enfrentamientos entre delincuentes y la fuerza pública.
Como ocurre siempre, las más altas autoridades se comprometieron a combatir el “huachicoleo” y es posible que el próximo mes de julio, en el Senado, en un periodo extraordinario, se busque la creación de más leyes para tal fin.
¿Y las que ya existen? ¿Están de adorno?
En fin, la “ordeña” continuará con los riesgos mortales que conlleva el manejo de gasolinas explosivas, sin ningún cuidado.
(En el “Triángulo Rojo” se encuentran Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco, Acatzingo y Tepeaca).
La muerte del periodista
Pasaron ya más de ocho días y la muerte del periodista Javier Valdez no se aclara. Los asesinos continúan libres. Tengo la impresión de que en este caso se repetirá lo ocurrido con los anteriores comunicadores sacrificados: los delincuentes no serán castigados.
A los pocos días, ante el clamor de justicia por parte de periodistas mexicanos y de todas partes del mundo, las autoridades mexicanas se comprometieron a investigar y detener a los agresores del reportero.
A la fecha, solo se conocen algunas versiones sobre la identidad de los matones y quienes les ordenaron privar de la vida al comunicador.
En México, más de cien periodistas perecieron en la última década. Los asesinos continúan libres. Según los investigadores, las muertes de los comunicadores podrían ser ordenadas por los narcos o los políticos o por los narcos políticos.
Es responsabilidad de las autoridades ofrecer resultados convincentes de quienes son los asesinos y sus jefes; pero esto no ocurrió, ni ocurre.
En México, el periodismo es una práctica muy peligrosa, quienes la realizan tienen poca atención por parte de los organismos oficiales y no gubernamentales dedicados a protegerlos.
Tras la muerte del sinaloense, Javier Valdez, pocas son las esperanzas de que las autoridades encuentren a los asesinos.
El 15 de mayo, el comunicador fue asesinado a balazos en plena calle, a la luz del día en Culiacán, Sinaloa.
Los madrugadores
¿Ricardo Anaya y Alejandra Barrales, líderes del PAN y del PRD, se les adelantaron a los otros partidos políticos rumbo a las presidenciales del 2018?
Es posible, aunque para la fecha de los comicios tendrán que registrarse innumerables sorpresas.
¿Qué llevó a los dirigentes mencionados a hablar sobre la creación de un frente opositor para echar al PRI del poder? ¿Esa es la verdadera razón?
El hecho es que en el PAN y en el PRD la situación política cada día es más compleja. A Anaya se le complicó la carrera rumbo al 2018. Barrales ya no quiere queso sino salir de la ratonera.
En el primer caso, el blanquiazul tendrá la amargura de sufrir una derrota. Si esperaba alzarse con el triunfo para apoyar su posible candidatura presidencial, ya puede empezar a olvidarse de un triunfo.
El papel de Barrales es más modesto, pero no menos importante, pues se ve que pretende devolverle algo de vida a su partido, que se encuentra en franca agonía, en condiciones difíciles.
La creación de un posible frente opositor anunciado por ambos líderes provocó críticas buenas y malas, porque se trató de una idea que no se consultó a las bases.
¿Qué pretendieron Anaya y Barrales con manifestar sus planes de alianza política para el futuro? ¿Se trató de una declaración distractora? ¿Curarse en salud? Ya lo sabremos.