Las balas quieren imponer el silencio
Luis Muñoz miércoles 17, May 2017Segunda vuelta
Luis Muñoz
Hoy es preciso recordar lo que “Periodistas Sin Fronteras” ha venido exigiendo a los gobiernos, en especial al de México cuyo territorio se ha convertido en escenario de alto riesgo para el ejercicio del periodismo: “frenar la espiral macabra de asesinatos de comunicadores”.
Un ¡ya basta! se ha repetido en todos los tonos, en diversos escenarios y en todos los idiomas. Pero nadie parece entender el apremiante llamado.
Urge, creo, endurecer el tono para que los gobiernos municipal, estatal y federal se den cabal cuenta de que silenciar la voz de un periodista es acallar la voz de todo un pueblo, de por sí vulnerable, inerme, a merced de los sicarios.
Este lunes (15 de mayo de 2017) fueron ultimados otros dos periodistas, seis en lo que va de este año. Pero el común denominador en todos los casos es que ¡no hay culpables!
¿Por qué?
Por qué el mejor aliciente lo encuentran los criminales en la impunidad de la que gozan para actuar hasta a plena luz del día, sin temor a ser detenidos.
Es cierto que atentados contra periodistas ocurren en diversas partes del mundo y que han dejado una estela de periodistas muertos en 2016: Irak (15), Afganistán (13), México (11), Yemen (8), Guatemala (6), Siria (6), La India (5) y Paquistán (5).
“No debe haber impunidad para esos crímenes”, ha dicho el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Philippe Leruth, clamor al que se suman organizaciones de periodistas de México, entre ellas “Artículo 19”.
Hay indignación en el gremio, indignación a la cual nos sumamos, en espera de que la unión sea la fuerza que se necesita para vencer a un enemigo común, ante la pasividad de las autoridades, la impunidad de los sicarios y el temor creciente de los profesionales de la comunicación.
El mundo convulsionado
El uno de noviembre de 2016 se daban a conocer los siguientes datos:
Una década negra en desaparecidos, torturados, tiroteados, secuestrados, encarcelados…Periodistas de todo el mundo pagan un alto precio personal y profesional por su compromiso con la libertad de información.
Ejercer el periodismo ha costado la vida a cerca de 800 informadores desde 2006 en todo el mundo y lo indignante es que sólo un 7 por ciento de ellos fueron castigados.
El drama de los periodistas ha llegado a la más alta tribuna internacional: La ONU.
El organismo instauró el Día Mundial para Poner Fin a la Impunidad en los Crímenes contra los Periodistas y como un medio de lucha contra las agresiones que no deben quedar sin castigo.
Sin embargo, de poco ha servido el interés de la ONU: las agresiones continúan. Nadie parece tener la voluntad suficiente para frenar esa escalada de muerte. En México, no hay funcionario o gobernante que no se “solidarice” con el gremio o “condene” los asesinatos, aunque en la práctica todo quede en una “carpeta de investigación”, que no se traduce en la detención y consignación de los culpables.
¿Qué hace falta para que las autoridades actúen?
¿Por qué esa desaprensión?
¿Es así como conciben el derecho a la libertad de expresión?
Ana Cristina Duelas, directora de “ARTICLE 19”, sostiene que “sin libertad de expresión ni acceso a la información, no habrá democracia y en ningún momento los ciudadanos podremos participar”.
Y expone los pendientes para el ejercicio y la garantía plena de este derecho, entre los que resalta las agresiones y asesinatos a periodistas, que tienen como consecuencia la autocensura.
También menciona la restricción mayor a la información de interés público y la necesidad de la correcta implementación de Ley General de Transparencia, por lo que hace un llamado, como lo hizo el año pasado, al gobierno mexicano a reflexionar acerca de su obligación en la garantía de este derecho.
La hora de la unidad
Este es el momento de la unidad, de la solidaridad que fortalezca al gremio de los periodistas en la lucha por el derecho a la libertad de expresión y a una sociedad informada de todo cuanto sucede, aún a riesgo del enemigo que actúa, ya no agazapado, sino libre, impunemente, a plena luz del día.
“Un golpe en el corazón”
La AP publicó: Indignación. Impotencia. La prensa mexicana quedó tocada. Fueron doce los balazos que mataron al periodista Javier Valdez el lunes en Culiacán, Sinaloa, del semanario Riodoce, del cual fue cofundador.
“Hoy nos pegaron en el corazón”, tituló este medio que el reconocido periodista contribuyó a fundar hace 14 años. “Es un golpe demoledor”, citó en su editorial.
“En México nos están matando”, escribieron una decena de reporteros a los pies del Ángel de la Independencia, en Ciudad de México junto a la frase “No al silencio”, hecha con las fotos de periodistas asesinados en los últimos años. En otros lugares se repetía la exigencia de justicia.
Justicias que los periodistas exigirían la noche de ayer frente a la Secretaría de Gobernación.
Trato desigual a la mujer
El Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, señaló ayer que se requiere armonizar once ordenamientos legales nacionales con acuerdos internacionales para proteger derechos humanos de las mujeres.