Elecciones y daños colaterales
¬ Augusto Corro viernes 12, May 2017Punto por punto
Augusto Corro
Definitivo. Las elecciones en cuatro estados servirán para decidir la suerte de por lo menos tres líderes políticos nacionales: Ricardo Anaya, del PAN; Enrique Ochoa Reza, del PRI, y Alejandra Barrales, del PRD.
Nos referimos a los comicios del próximo 4 de junio que se efectuarán en el Estado de México (Edomex), Coahuila y Nayarit. En estas entidades se elegirá nuevo gobernador. En Veracruz se votará por cambios de alcaldes.
Los resultados de esa justa electoral influirán en el destino de los dirigentes políticos mencionados, pero principalmente en Ricardo Anaya, pues estaría en juego su posible candidatura presidencial en 2018.
Tras arrebatarle siete gubernaturas al PRI el año pasado, los bonos políticos del panista se fueron a las nubes. Y si su partido resulta triunfador en el Edomex, el líder blanquiazul obtendría su pase a la contienda presidencial, sin mayor problema.
De acuerdo con las encuestas, el PAN va en último lugar en las preferencias electorales de los mexiquenses. Y no se ve cómo podría levantar vuelo la candidata panista, Josefina Vázquez Mota.
A ESPERAR RESULTADOS
Los “calderonistas” saben muy bien que los fracasos de Anaya beneficiarán a Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, y esperan, con paciencia, los resultados de la próxima competencia electoral.
Si gana el PAN en el territorio mexiquense, el triunfo será para el dirigente y Margarita tendría que abandonar su partido y buscar una candidatura independiente. Ya lo dejó entrever en otras ocasiones.
El “flotillero” Enrique Ochoa Reza, presidente del PRI, no tiene mayor problema. Su misión es ganar las elecciones en las mencionadas entidades, pero será difícil que lo logre debido a que su partido tiene muy abollada su imagen política, por tantos escándalos de sus gobernadores corruptos.
En Coahuila, el desprestigio de los tricolores es total. Ahí están los pésimos sexenios de los gobiernos de los hermanos Humberto y Rubén Moreira. Las acciones de esos políticos tienen en la lona al PRI.
Enrique Ochoa cumple con lo que le ordenan sus jefes: alborotar el gallinero y nada más. Sus aspiraciones son limitadas. Es dirigente de “temporal”, es decir que sería sustituido en cuanto se designe al candidato presidencial priísta.
EL BARCO SE HUNDE
De Alejandra Barrales, del PRD, no se espera nada. Su desafortunada oportunidad de dirigir esa organización política llegó tarde y en condiciones difíciles. El partido del sol azteca pasa por sus peores momentos.
El PRD, a causa de sus pugnas internas se debilitó poco a poco. En el presente es una institución política que piensa en la sobrevivencia. Sus principales fundadores y líderes lo abandonaron.
La dirigente Barrales tiene limitadas sus aspiraciones políticas. Seguirá en la grilla, pero sin tantos reflectores. Ella igual que sus adversarios políticos, espera el ineludible relevo en el cargo que llegará en los próximos meses.
En el PRD hace tiempo que no se habla de triunfos electorales por méritos propios. En las elecciones recientes tuvo que ir de comparsa con el PAN para no desaparecer del panorama político. En fin, a Barrales le tocó ir al timón de un barco que se hunde.
LOS “HUACHICOLEROS”
Estalló el problema de la “ordeña” clandestina de ductos de combustible de Pemex y las autoridades federales no tuvieron más remedio que intervenir y planean una estrategia para enfrentarlo y, suponemos, erradicarlo. Ojalá y así sea y que, por lo menos, en esta ocasión, logren resultados positivos.
No será fácil, pero sí es necesario que regrese el orden y la ley a esas poblaciones donde el saqueo de las gasolinas se veía como una actividad común, en la que participaban, o participan, asociados delincuentes y autoridades.
Los límites del delito desaparecieron. Los “huachicoleros” extraían ilegalmente el combustible y lo vendían como si se tratara de una acción amparada por un código de comercio.
Los “chupaductos” se movían, o se mueven, en sus camionetas y sus depósitos de gasolina por todos los caminos, con la protección de las policías estatales y locales. Esto ya se demostró en múltiples ocasiones. Así actuaron durante muchos años, en los que las autoridades de los tres niveles, municipal, estatal y federal, se hicieron de la vista gorda. Con la llegada del PAN al gobierno federal las tomas clandestinas de hidrocarburos aumentaron de 400 a 6 mil 200. De éstas, 3 mil 720 se ubican en “Triángulo rojo” de Puebla.
Feliz fin de semana.