Fracaso militar frente a “huachicoleros”

Francisco Rodríguez lunes 8, May 2017

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Francisco Rodríguez

 

 

El gran jurista del derecho romano clásico, Ulpiano, de origen fenicio, sentenció hace más de 2 mil años: Ius suum cuique tribuere, otorgar a cada uno su derecho. La justicia es la constante y perpetua voluntad de vivir honestamente, no dañar a otros, dar a cada quien lo que le corresponde. La máxima de Ulpiano es una consigna histórica para cualquier gobierno que se ufane de serlo.

Dar a cada quien lo suyo, sigue siendo el objetivo de regímenes unipersonales, parlamentarios y hasta monárquicos con dos dedos de frente. Faltar a ello sigue siendo un baldón irremontable y una desgracia para los pueblos que sufren el despotismo por la conducta de sus gobernantes.

Los funcionarios han interpretado dar a cada quien lo suyo, pero sólo a ellos, a los pocos miembros del círculo íntimo que se solazan y ceban en la depredación y en la demolición del país que les ha dado de comer. Descastados y metecos por naturaleza, formados para la inquina, la represión, la traición y la injusticia.

El desequilibrio estructural, el despedazamiento del país, las reiteradas afrentas a los migrantes desplazados por un sistema injusto, el entreguismo obtuso a los intereses económicos, políticos, diplomáticos y de seguridad estadunidenses no tiene parangón posible. Han rayado en la esquizofrenia total.

Un grupito salido de los bajos fondos, entronizados por gentuza sin amor a México, sin respeto por este país, que aprovechando sus influencias derivadas de concesiones públicas exaltaron virtudes de estadistas en quienes no sabían ni con qué se digería eso, ni cómo se metaboliza y se excreta.

Hoy, todos los llamados empresarios que los divinizaron están realmente desesperados. Acompañarlos en su aventura, entronizarlos sin moderación, los llevó a perder los auditorios y a su propia bancarrota. El típico ejemplo de lo anterior es la quiebra monumental de Televisa, donde el junior Azcárraga y su pandilla están siendo desplazados hasta de la dirección de la empresa.

Es realmente lamentable lo que ha pasado con este país en sólo cinco años de padecer esa inmundicia. Han acabado con casi todo, empezando con su partido y siguiendo con la hoja de vida de sus militantes, hoy avergonzados por haber comulgado con sus principios, en franca retirada hacia otros flancos, donde todos desconfían de que reverdezca su ADN.

Los mexicanos jamás habíamos visto en las sillas de mando a un grupo. Nunca pensamos que hasta pudieran hacer ostentación de ignorancia, ineptitud y voracidad supina. Nunca pensamos que fueran a cebarse de esa forma con la vergüenza y los haberes…… de ciento veinte millones empobrecidos y humillados con sus desplantes rastacueros. Jamás se había llegado al tope. Nunca se había faltado al respeto del sentido común de los indefensos mexicanos. La pavorosa inflación, el estancamiento económico, el hambre, el desempleo y el encarecimiento son sus resultados.

Sólo sirven al reducido grupo de empresas extranjeras, estadounidenses, japonesas, alemanas, españolas y de cualquier nacionalidad que le lleguen al precio de sus comisiones, al nivel de sus inmundos moches. Y por su falta de palabra, luego se avorazan sobre lo ya pactado.

Han envilecido a los capitostes nacionales que los inventaron y diseñaron y de donde ya no pueden salir por miedo a la repulsa popular. Sirven también a la rapiña que ocupó antes los mismos asientos del poder, sin un solo merecimiento.

Sirven a los mismos que dirigieron desde Los Pinos el desmantelamiento del Estado, la entrega a los financieros neoyorquinos, a los que desregularon todo el sistema de permisos, aranceles y taxativas gubernamentales que antes impedían el avasallamiento, a los mismos que ciñeron su infame actuación a las recomendaciones de los enemigos del país. Sólo que los mexiquenses los superaron en su estulticia.

Lo peor es que no lo saben, y si lo supieran, actuarían con mayor saña. Creen que sus patrones extranjeros les van a dar su siguiente empleo, pues han visto que así se configura el modelito de los traidores a la patria. Pero no saben que como han roto los moldes del anexionismo, son desconfiables en grado sumo.

Toman a diario posiciones y actitudes donde se mezclan todos los niveles lamentables, que forman las peores cualidades de la condición humana. Forman parte del catálogo mundial de asombros por sus estropicios, indefensiones cerebrales, atracos y atropellos rocambolescos. La guerra contra el narcotráfico y ahora contra los presumibles “huachicoleros”, está a la cabeza del top trending internacional del ridículo.

Todo mundo sabe que narcotraficantes y “huachicoleros” obedecen a la permisividad y al latrocinio, que ponen al frente de los aparatos de seguridad a lacayos militares que obedecen al mismo propósito de enriquecerse a toda costa, a pesar de quien se oponga en su camino reptiliano.

Ahí, al frente de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex, que supuestamente tiene encomendado el evitar el robo de combustibles, está un compadre de EPN. El general brigadier Diplomado de Estado Mayor, Eduardo León Trawits. En sexenios anteriores, esta posición la tenía la Defensa Nacional, misma que designaba a un general de división retirado, con experiencia previa en regiones militares enclavadas en zonas petroleras. Ahora no.

Hoy, la “estrategia” militar en contra de los “chupaductos” está en manos de quien fuera jefe de escoltas, cuando gobernaba el Estado de México. Ahí se hicieron compadres. EPN bautizó a la hija menos de León Trawits, quien ha sido acusado en varias ocasiones por los excesos en el uso de aviones y helicópteros, y por la organización de fiestas con cargo a la paraestatal en la casa de Pemex en Acapulco. No pasa nada. Es intocable. Sale siempre a relucir el compadrazgo.

¿El otro general responsable de la seguridad de Pemex en el área de inteligencia? El general de brigada Diplomado de Estado Mayor, Sócrates Alfredo Herrera Pegueros, con plaza de subgerente, y quien ha dividido en siete zonas estratégicas a la República Mexicana, colocando al frente de ellas a generales retirados, todos con plazas de superintendentes y, claro, todos los gastos pagados (vivienda, viáticos, etc.)

Los peores enemigos: el odio y el miedo

A los nefastos atributos de ignorancia, ineptitud y rapiña -expuestos en la colocación de esos militares en Pemex-, más ostentación de los mismos, han sumado dos, los peores enemigos que cualquier ser que respira y piensa medianamente puede tener: el odio y el miedo.

Odio hacia los miserables, indígenas e indigentes, el que produce catatonismo, displicencia, intolerancia, violencia y discriminación. Miedo, porque creen que lo infunden a la población, sin darse cuenta que ésta sabe que los que están poseídos por el miedo son ellos.

Hasta poco antes de su arribo, el concepto de la equidad nos convocaba para echar mano de todos los mecanismos de equilibrio que apoyaban mínimamente a quienes más lo necesitaban. Ahora, la inequidad se obedece como un privilegio que se atiza desde el desarraigo, la ambición y la apatía social de los mexiquenses.

¿Dar a cada quién lo suyo, no dañar a los demás, vivir honradamente? ¡Si, Chucha! Por eso, el concepto de la equidad es tan temido, los padrinos defenestrados del empresariado y hasta del Grupo Atlacomulco. El pueblo mexicano se merece un respiro, una bocanada de aire fresco. Pensar con esperanza, creer en las alternativas viables, responder a las plazas atiborradas de gente sin salida que confían y aclaman la llegada de una honestidad, hasta ahora ausente del territorio nacional.

Y si nosotros no somos capaces de darle su merecido a esta casta de indeseables, la solución está, para vergüenza de la justicia mexicana, en manos de los antiguos cómplices del narco, que aportan los datos duros para enderezar las causas penales correspondientes, aunque sea más allá de estas fronteras.

No tardaremos en comprobarlo. Se lo han ganado a riñón. Son los atormentadores de ellos mismos, como dijo el justiciero Terencio, para el que nada humano era ajeno. ¿Usted qué haría?

Índice Flamígero: Programada para celebrarse el próximo sábado 20 de mayo, la boda de Paulina, la hija del líder petrolero Carlos Romero Deschamps —usted la recuerda: retratada con sus mascotas a bordo de un avión privado, de acuerdo a lo que ella misma difundió—tuvo que cambiar de sede prácticamente al cuarto para las doce. Los wedding planners contratados para que el evento luzca en las páginas de las revistas del corazón y en las planas dedicadas a lo “social” en los periódicos están ahora mismo jalándose los pelos. Ya tenían todo preparado para el evento en el señorial Palacio de las Vizcaínas, pero se les atravesó ¡el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong!, quien arguyó que el viejo edificio “no le garantizaba condiciones de seguridad” y, por lo tanto, no podía asistir al “bodorrio”. Así que, de inmediato, se giraron las órdenes respectivas: “¡Cambien todo al hotel Camino Real!”, donde pueda sentirse seguro. + + + “Alcahuetería y lacayismo en el INE”, es el título de la colaboración de don Rubén Mújica Vélez: “Las consejeras (¿o criadas en el INE?) Zavala (¿pariente de Margarona?) y Favela (¿originaria de Atlacomulco?) promovieron la cancelación de tres spots electorales en Veracruz y Oaxaca, por la aparición de AMLO de manera ‘preponderante y centralizada’. A la par aprobaron que continuara un spot en el que aparece Osorio Chong con todo y logotipo de la Secretaría de Gobernación porque, según sus ‘indagaciones’, las pagó el aspirante a Los Pinos. Estas son las pruebas del lacayismo de los integrantes del INE, empezando por Córdova, de cuyo desempeño se habría avergonzado su padre Arnaldo Córdova. ¿Hasta dónde llegará el lacayismo, la desfachatez y la impudicia de estos ‘matraqueros’ del PRI? + + + Y con gran gusto del escribidor y, seguro, de los lectores de este espacio, damos la bienvenida a su casa a don Alfredo Álvarez Barrón, quien por lo visto se encuentra ya mejor de salud. ¡Ánimo, maestro! Y para celebrar su mejoría nos comenta en torno a las “Aves de rapiña: El líder nacional del PRI criticó a las aves de rapiña “que están destinando dinero ilícito que le quitan a los trabajadores del pueblo de México para meterlo a sus campañas políticas”. Y El Poeta del Nopal despluma a las verdaderas:

No existe alguna condena
que a la verdad más se ciña:
hoy las aves de rapiña
atacan sin pena ajena.
Y al buen entendedor, pocas palabras.

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