Potencia en el patio trasero
Alberto Vieyra G. jueves 4, May 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Entre 1934 -inicio de la era sexenal- y 1982, México creció al son del 6.4% del PIB en materia económica. La inflación era de 2.8% y el desempleo de 2.2%.
Pero entre 1958 y 1968, se produjo el llamado Milagro Mexicano, que registró un asombroso crecimiento económico del 7%.
Los halcones de Washington se dieron cuenta que, en el patio trasero de la Casa Blanca, estaba emergiendo una potencia económica. Los gringos sintieron terror, ya habían advertido que no tolerarían el surgimiento de otro Japón.
Así que, los yanquis, se propusieron detener a México al precio que fuese.
Estaban además molestos porque el régimen de Gustavo del Santísimo Sacramento Díaz Ordaz, no les había vendido excedentes petroleros que requerían con urgencia para sus reservas de hidrocarburos.
De tal manera que echarían mano de la CIA norteamericana para provocar en México un guerrita de izquierda, que concluyó con el tlatelolcazo del 2 de octubre de 1968, cuando el ejército mexicano empujado por la temible CIA gringa, realizó una matazón de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas.
De ahí pal real ya nada sería igual para México.
Con la entrada en vigor del criminal modelo económico neoliberal, a partir del régimen de Miguel de la Madrid, todos los gobernantes sin excepción tendrían que plegarse a los dictados de EU vía Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Tesoro Norteamericano.
Se aplicarían a raja tabla en México, políticas impopulares, venta de empresas paraestatales como Telmex, Pemex, y tal y tal y se profundizaría en el desmantelamiento del Estado mexicano, para permitir el aniquilamiento del mercado interno nacional mediante un tratado de libre comercio injusto y depredador, que arrasó con el empleo y la pequeña y mediana empresa.
Durante la era de la economía neoliberal, que el Papa Francisco llama la economía de la muerte, el crecimiento económico observado en promedio anual, ha sido del 2.2% del PIB.
Más de 3 décadas que la nación azteca no crece al ritmo que lo hizo durante la era priísta, lo cual se refleja en un creciente desempleo, en un éxodo de casi un millón de mexicanos que cruzan la frontera en pos del sueño americano, la precarización del empleo en México, la cancelación de derechos laborales, el incremento de una inseguridad pública que campea por todo México, la formación de gigantescos campos de concentración en las universidades del país, y el brutal crecimiento de mal formaciones sociales.
Como usted puede ver, los halcones de Washington lograron su objetivo, evitar que México se convirtiera en una potencia económica para que ese patio trasero de la Casa Blanca sirva como el trasiego de drogas hacía los EU y en botín electoral de una partidocracia al servicio de Tío Sam.