Duartitis, por la culata
Alberto Vieyra G. martes 2, May 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El gobierno federal y el PRI festinaron con bombo y platillo la caída en Guatemala del pillo ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y de otros destacados miembros de la narcopolítica, entre ellos, Tomás Yarrington, en Florencia, y el ex fiscal de Nayarit, Edgar Veytia en EU, utilizando el supuesto combate a la corrupción e impunidad para salvar al PRI en las próximas elecciones en el Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz.
Pero resulta que el fenómeno sociológico de la “duartitis”, lejos de ayudar al PRI, está haciendo que el tiro le salga por la culata al régimen y al tricolor, pues la mayoría de los narcopolíticos en desgracia, con excepción de Yarrington, florecieron durante este gobierno, que se supone estaba enterado de sus tropelías.
A Javier Duarte de Ochoa se le acusa de más de 15 delitos, entre ellos el saqueo, el robo de más de 35 mil millones de pesos, de haber conformado una extensa telaraña de mafiosos que sembraron de fosas comunes a Veracruz, lo cual constituiría delitos de lesa humanidad, de mata periodistas y de haber hecho trinquetes con el grupo empresarial Higa.
La idea que se tiene entre el pueblo de México es que dejaron escapar a Duarte para después utilizarlo como trofeo para salvar al partido tricolor, principalmente en las elecciones de gobernador del Estado de México.
Pero el chirrión se les ha volteado por el palito, pues los electores que tienen memoria saben que Javier Duarte, de Veracruz; César Duarte Jáquez, de Chihuahua y otra veintena más de ex gobernadores, libres, prófugos y exonerados, crecieron o apuntalaron sus carreras desde hace años.
En campaña electoral, cuando se hablaba del nuevo PRI, se decía: “son jóvenes o actores de la nueva generación política, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte y César Duarte, mandatario de Chihuahua…” Pero resulta que esa nueva generación se convertiría en la nueva degeneración de priístas, que le están poniendo el último clavo al ataúd del PRI.
Y no faltan quienes recuerdan que detrás de todo esto, está Arturo Montiel, que alguna vez prometió acabar con las ratas y lo único que hizo fue multiplicarlas.
Yo me pregunto ¿después de todo lo que pasa, aún habrá gente que le quiera regalar su voto al PRI?