Josefina y Delfina
Ramón Zurita Sahagún jueves 27, Abr 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Delfina Gómez Álvarez todavía no es atractiva para la gran prensa de la Ciudad de México o, tal vez, no pesan las acusaciones de Josefina Vázquez Mota sobre su adversaria.
Ayer fue un día estratégico, donde la candidata de Morena podría resolver las dudas sobre las acusaciones de Josefina Vázquez Mota sobre el desvío de recursos en el municipio que gobernó, por las que, la panista, presentará denuncia en su contra.
Se convocó a una conferencia de prensa y en ella Delfina reconoció que sí es su firma en los cheques y que cuenta con toda la documentación, mediante la que en sendas cartas, cerca de 200 trabajadores promovieron el descuento y el sitio a que se destinarían esos recursos.
Todo está documentado y presentado ante los auditores del estado en las cuentas públicas del 2013, 2014 y parte del 2015. Fue por eso que no respondía a los ataques de Josefina en el debate y preferí concentrarme en las propuestas que llevé, dijo Delfina.
La candidata de Morena continúa manejando el lenguaje sencillo, llano, sin el rebuscamiento de los políticos tradicionales, sin entrar en el juego de las descalificaciones y soportando metralla que no le corresponde.
Delfina usa como frase de campaña su “nos va requetebién”, tanto, precisa, que somos el foco de los ataques de todos, por ir a la punta en las distintas encuestas que circulan por diferentes lados.
Eso no le produce confianza, ya que sabe de lo veleidoso que son los electores y que en cualquier momento uno de los tantos obuses que le lanzan podría hacer impacto en el sitio adecuado.
Por eso manifiesta que los recientes ataques sobre los descuentos a los trabajadores del ayuntamiento no le producen inquietud, ya que las presentadas son pruebas y dichos falsos.
Explica que no existe registro alguno en el portal del gobierno del Estado de México sobre petición alguna para documentar los dichos de Josefina, por lo que responsabilizó al presidente Peña Nieto.
Las cuentas públicas de 2013, 2014 y la parte que le corresponde 2015 (el primer trimestre) fueron auditadas y solventadas.
Tampoco se generalizó el descuento, solamente se realizó a los trabajadores que lo solicitaron, mediante carta de petición.
Se hizo una reducción de salario a los funcionarios de primer nivel, incluido el de ella, dijo.
De los trabajadores que lo solicitaron, ellos mismos decidieron a dónde se traspasarían los recursos.
La candidata de Morena se ve relajada, aunque sabe que continuarán los ataques y que el propio presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, trae documentación de supuestos “donativos voluntarios” por 13 millones de pesos de habitantes de Texcoco, durante la presidencia municipal de Delfina Gómez, a favor de la organización Grupo de Acción Política (GAP), que presidía Higinio Martínez, actual operador político de la hoy candidata de Morena al gobierno del Estado de México.
Se trata del mismo argumento usado por Josefina durante el debate y que la propia Delfina rebatió.
Claro que uno y otro trae sus supuestas pruebas documentales, los panistas con los cheques, los morenos con las cartas de quienes solicitaron se les hiciera el descuento.
Esas pruebas tendrán que presentarse como cargas y descargas de las afirmaciones de unos y otros.
La realidad es que la contienda por el gobierno mexiquense se está yendo por el lado de las denuncias, acusaciones, exhibiciones de fotografías supuestamente comprometedoras y cargas de las que no son responsables los candidatos.
Del Mazo acarrea la mala fama que le heredaron y le tratan de endilgar los contratos que se han realizado en el gobierno con empresas constructoras de mala fama.
Josefina trae consigo el desprestigio del gobierno de Felipe Calderón, del que formó parte, aunque su desempeño como secretaria de Educación Pública no haya tenido tropiezos fuertes.
Delfina carga sobre sí, el video de Eva Cadena y los 500 mil pesos que fueron recibidos, supuestamente, para hacerle entrega de ellos a López Obrador. Pero el desprestigio también amenaza alcanzarlos sobre sus propios pecados.
Josefina se queda callada ante las contantes peticiones sobre el destino de los más de 900 millones para la defensa de los migrantes.
Delfina se hace que la virgen le habla cuando le sacan algunas supuestas irregularidades en su ejercicio de alcaldesa.
Alfredo hace mutis sobre la creciente corrupción en el gremio de los gobernantes priístas, no fija la vista cuando le exhiben sus fotos con personajes prófugos de la justicia o incluso detenidos y se niega a relatar que lo hizo como lo ordenaba su papel de funcionario público.
Juan Zepeda, Óscar González y Teresa Castell, simplemente no crecieron lo necesario para considerarlos dentro de la disputa por el gobierno del Estado de México.
Pero si nos vamos a lo visto en el debate, podemos decir que el mensaje enviado a los que lo siguieron por la imagen del canal 34 de TV Mexiquense es discernir cuál de ellos es el más corrupto, si haciendo caso a las denuncias que se lanzaron ayer los principales aspirantes al gobierno del Estado de México. El lodo salpicó hacia todos lados, especialmente a Josefina, Alfredo y Delfina, los que en este primer debate no mostraron la fuerza que requiere un gobernante.
Habrá que esperar la celebración del segundo encuentro para saber si salen a relucir las propuestas o siguen por la misma vía.