Muro, drogas y armas
¬ Augusto Corro miércoles 26, Abr 2017Punto por punto
Augusto Corro
Adicto al tuit, el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, volvió a tocar el tema de la construcción del muro fronterizo.
En su reciente mensaje se refirió a la barda como una herramienta importante para evitar que las drogas lleguen a EU y envenenen a su juventud.
De esa manera, el magnate tocó otra vez el tema de una de sus principales promesas de campaña: el muro.
Dicho sea de paso que los legisladores republicanos y demócratas de estados fronterizos de la vecina entidad se niegan a financiar la barda.
(Desde el mes pasado, los demócratas amenazaron a los republicanos con paralizar el gobierno federal si aceptan las exigencias de la Casa Blanca de incluir dinero destinado a la construcción del muro y al despliegue de una fuerza de deportación).
A la hora de escribir estas líneas, Trump analizaba la posibilidad de aplazar para septiembre su petición de recursos para levantar el multicitado muro.
Sobre el problema de la migración, ya se supo que los indocumentados ocupan diferentes medios de transporte y rutas para entrar a EU. No siempre cruzan la frontera por tierra.
De esa manera, el muro quizás evite o reduzca el acceso por la frontera a los migrantes, pero será muy difícil que el problema se erradique completamente.
En el asunto del contrabando de drogas y armas, también tendrá que analizarse a fondo, porque tampoco la barda pondrá fin al trasiego de estupefacientes. Tampoco se frenará el ingreso ilegal de armas a México.
La droga llegó a EU desde hace muchos años y se utilizaron diferentes formas para coronar los envíos.
Los cárteles se sirvieron de catapultas, cañones de aire, submarinos y hasta drones. Los estupefacientes eran arrojados de lado a lado de la frontera con esos sofisticados transportes.
Claro, también se contrabandeaban los estupefacientes en muñecos rellenos, esculturas religiosas, tortas, etc. Esto ya se terminó. ¿Servirá el muro para evitar el ingreso ilegal de armas?
Esas acciones ilegales del contrabando de armas y drogas difícilmente se erradicarán, por una simple y sencilla razón: en EU se encuentra el mercado más grande consumidores de estupefacientes en el mundo.
Una barda no será suficiente para resolver esa problemática social que no sólo afecta a EU, sino también a sus vecinos.
CRIMEN SIN CASTIGO
A un mes del asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea, él o los asesinos siguen libres.
Como se informó, la comunicadora fue asesinada cuando esperaba a su hijo para llevarlo a la escuela.
Ese crimen se agregó a la cadena de homicidios contra los periodistas que viven en México una época de asesinatos.
En el caso de Miroslava, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, adelantó que las autoridades ya tenían identificados a los asesinos. Pero los días pasan y no se sabe quién o quiénes son los criminales que privaron de la vida a la comunicadora.
Rosa María, hermana de Miroslava, le pidió al mandatario, de extracción panista, que no vea esta muerte como un sacrificio en vano, que se comprometa, sinceramente, a impulsar un cambio real en Chihuahua, y encarcele a los culpables, “por muy encumbrados que estén”.
En México, del 2000 a la fecha, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), “en el país han sido asesinados 123 comunicadores”. Y lo grave de la situación es que los victimarios no son castigados.
Como se ve el panorama, la muerte de Miroslava podría quedar en la total impunidad. Ojalá y me equivoque.
CÉSAR DUARTE, EN EL PASO, TEXAS
El ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, se encuentra en El Paso, Texas, en espera de la resolución de Estados Unidos (EU) a una petición de residencia, pues busca una visa como inversionista para evitar la cárcel, declaró el mandatario chihuahuense, Javier Corral.
César Duarte fue declarado prófugo de la justicia y se fue a esconder en la citada ciudad del vecino país, desde hace varios meses. El mencionado ex mandatario fue acusado de peculado, “tras causar al estado un quebranto de miles de millones de pesos”.
El ex funcionario se dedicaba a la compraventa de automóviles seminuevos y de ahí salto a la política, para llegar a la gubernatura. Desde este sitio creó su riqueza y terminó como banquero, específicamente como socio del Banco Progreso Chihuahua.
En su campaña política, Javier Corral prometió que de llegar al poder se comprometía a encarcelar a su adversario político. A la fecha, la promesa sigue pendiente de cumplirse.