Trump y sus 100 días
¬ Augusto Corro martes 25, Abr 2017Punto por punto
Augusto Corro
México pagará, de alguna manera, el muro fronterizo.
Así se leyó en el tuit de Donald Trump el domingo pasado. El presidente republicano no quita el dedo del renglón.
Su promesa de construir la barda fronteriza le funcionó muy bien en su campaña política y ahora se apoya en ella para mejorar su imagen.
Vaya que anda urgido el mandatario estadounidense de que sus paisanos lo vean con benevolencia y no lo rechacen tanto.
Porque al cumplir sus primeros 100 días de gobierno, el 54% de los estadounidenses desaprueba su administración.
Lo único que le funcionó al republicano fueron sus bravatas contra los mexicanos, que ya somos sus “clientes” para recibir toda clase de insultos.
“México pagará, de alguna manera, el muro tan seriamente necesitado”, escribió Trump para volver a la cargada.
¿Por qué tenemos que pagar un capricho del “Tío Sam”? Si a Trump le interesa la barda fronteriza, pues que su gobierno la pague. ¿O no?
TUIT DOMINGUERO
¿Qué perseguía Trump con su tuit dominguero? Mayor aceptación de sus seguidores. ¿Qué otra cosa?
La construcción de la barda aún no se inicia y los problemas que traerá son innumerables. Van desde los ecológicos hasta los comerciales y políticos.
Cada vez que se conocen las posibles repercusiones dañinas a ambos lados de la frontera, crece el descontento por el levantamiento de la barda.
Y en las mismas condiciones se encuentra la revisión o cancelación del Tratado de Libre Comercio (TLC), en el que participan Canadá, Estados Unidos (EU) y México.
Apoyado en premisas falsas, Trump ya dijo que su país es el más afectado en ese acuerdo multinacional. Con ese pretexto amenazó a las armadoras de coches a no invertir más en México.
Algunas empresas aceptaron el juego y le dijeron adiós a nuestro país.
Pero la historia no termina de escribirse. Los agricultores de los estados centrales de EU tendrán que enfrentar problemas difíciles.
¿Por qué? Pues son los principales productores de granos que podrían resultar afectados si México cancela las importaciones de maíz y busca proveedores en otros países.
Faltan, pues, los ajustes a los proyectos trumpianos. Escribir en el tuiter o lanzar promesas populistas le funcionaron al magnate en la campaña política y en los primeros meses de gobierno.
Ahora, como Ejecutivo del país más poderoso de la Tierra, las cosas son diferentes. La campaña política ya pasó. A partir de ya, sólo los resultados hablarán bien o mal del presidente, un político, realmente, controvertido.
LAS PESADILLAS
Sus pleitos internacionales son de tal magnitud que caen en el terreno de las pesadillas. No es para menos. Pelear al tú por tú con el gobierno norcoreano y su amenaza de estallar bombas, no es juego de niños. Necio contra necio.
Trump se siente bien en el terreno de las bravuconadas. Ya mandó arrojar una bomba más poderosa no nuclear contra los guerrilleros en Afganistán. Días después, los talibanes mataron a más de 140 soldados.
Durante sus 100 días en el poder, el magnate ya tuvo un sinnúmero de enfrentamientos con los periodistas y los diferentes medios, con una actitud de franco hostigamiento, que reflejan su patanería. Se tiene la impresión que Trump se encuentra enredado en los hilos de su propia telaraña política, sin una salida a la vista. Sobre el traído y llevado muro fronterizo, los cuestionamientos al presidente republicano cada vez serán mayores.
Se da el caso, por ejemplo, que ningún congresista o senador de los cuatro estados (Texas, Arizona, Nuevo México y California) vecinos de México apoya la construcción de la barda divisoria.
Lo anterior fue revelado en una investigación que realizó The Wall Street Journal, los legisladores se oponen a aprobar 1,400 millones para la construcción del multicitado muro.
También los comerciantes de ambos lados de la frontera empiezan a instrumentar las medidas pertinentes para evitar que la barda afecte sus negocios, que se encuentran en una importante zona económica para EU y México. Con el tuit del domingo, Trump sólo recalcó que no quiere cambiar su política populista que a nada bueno lo llevará.
ROBE HOY, PAGUE DESPUÉS
El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se despachó con la cuchara grande en materia de compraventa de propiedades inmuebles.
Una casa aquí, otra allá, un rancho en el Estado de México, etc., y la última adquisición inmobiliaria se trató de un caserón en Tlacoltapan, Veracruz, un lugar de ensueño, valga la expresión.
Se trata de otro inmueble comprado con dinero público por parte de Duarte y rescatado por el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Las autoridades veracruzanas se encargaron de investigar y asegurar las propiedades del ex mandatario, preso en Guatemala, en espera de su deportación. En esa singular manera de cobrar deudas, el gobernador firmó un decreto para expropiar la casa que se sumará al patrimonio del pueblo.