Prohibido pensar diferente
¬ José Antonio López Sosa jueves 20, Abr 2017Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Lamentablemente es la premisa que cubre desde hace tiempo a la República Bolivariana de Venezuela, en especial con la convulsión social desde que el tribunal superior intentó relevar en sus funciones a la asamblea nacional.
El gobierno y todos quienes lo integran y simpatizan con ellos, tildan de terroristas, fascistas, derechistas y escuálidos a quienes no están de acuerdo con sus premisas, es decir, en una revolución que ellos denominan democrática, prohíben que la gente piense distinto que ellos.
La oposición y quienes la integran, tildan de masburros a quienes opinan distinto y tienen en algún punto, coincidencias con la revolución bolivariana, es decir, quienes exigen democracia censuran a quienes piensan distinto.
El hecho es que Venezuela está en una profunda crisis económica, política y social. Lo que comenzó como una revolución bolivariana se transformó en un caos plagado de corrupción donde la dirigencia encabezada por el presidente Maduro, busca las formas más extremas de aferrarse al poder (como posponer elecciones, por ejemplo).
Si bien hay opositores que lucran con la crisis, como el caso de Lillian Tintori, la realidad es que el gobierno venezolano impide sistemáticamente que sus ciudadanos salgan a protestar a las calles.
Usan a la fuerza pública para contenerlos y además, sacan el mismo día a sus bases para buscar confrontaciones callejeras.
En Venezuela está prohibido pensar distinto, esa es su revolución, esa es su idea principal y es la base de su sistema político.
Lamentablemente, hay aún quien cree en esa moribunda revolución, lamentablemente también, hay dentro de la oposición gente que estuvo involucrada en el golpe de estado de 2002 contra el fallecido Hugo Chávez.
La irracionalidad está de un lado y del otro, la única diferencia es que, es el oficialismo y Nicolás Maduro quien tiene la sartén por el mango, quienes son dueños de cuatro de los cinco poderes del estado.
Todo indica que la solución conllevará más violencia, es un asunto de los venezolanos, pero los mismos venezolanos son incapaces de negociar y encontrar puntos medios.
Nicolás Maduro está ahogando a su pueblo, ¿hastá donde aguantará el ejército?, ahí la cosa cambiará.
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