Los dos alegres compadres
Alberto Vieyra G. miércoles 19, Abr 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡Vivía a sus anchas entre la mafia italiana en Florencia! Desde 1998, cuando fue candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, Tomás Yarringron Ruvalcaba, recibió millonadas de dólares para su campaña electoral provenientes del Cártel del Golfo.
Eso dice el gobierno gringo, que lo acusa de nada más y nada menos que de once cargos. Ya como gobernador, Tomás Yarrington, se haría compadre del entonces presidente norteamericano, George Bush, y con ello obtendría todo el apoyo a sus actividades ilícitas.
¿Cómo es posible que Bush se haya hecho compadre de un delincuente?
¿Será porque entonces la DEA norteamericana y demás servicios de inteligencia gringa traficaban la droga en los mismísimos aviones de la fuerza aérea de EU, y para su trasiego necesitaban del apoyo de los gobernadores de los estados del Golfo de México? Según afirma Anabel Hernández en su libro “Los señores del narco”.
De acuerdo con la información que ha difundido la justicia gringa, durante toda la gestión de Yarrington -febrero de 1999 a diciembre de 2004- el mandatario tamaulipeco siguió recibiendo una millonaria cuota de parte del crimen organizado para permitir distintas actividades delictivas.
Durante ese tiempo el Cártel del Golfo importó y distribuyó varias toneladas de cocaína y mariguana.
Según información de autoridades mexicanas y estadounidenses, en esos años ocurrió el mayor crecimiento de las actividades del Cártel del Golfo desde la década de 1970.
El gobierno de México “tras buscarlo por cielo, mar y tierra durante más de una década”, reclama a Yarrington por delitos menores, mientras que las acusaciones que sobre él pesan en dos cortes de Texas, van desde fraude, asociación delictuosa, vínculos con el crimen organizado, robo de dinero público, lavado de dinero y evasión de la justicia.
De acuerdo con el artículo 15 de la Convención Interamericana sobre Extradición, cuando hay más de un país solicitando la extradición de una persona por delitos diferentes “se dará preferencia al Estado que reclame a la persona por el delito que sea sancionado con pena más grave según la ley del Estado requerido”. Ello quiere decir que Yarrington no pisará la cárcel en México, y gozará de la protección del gobierno norteamericano, y todo porque involucra ni más ni menos que a un ex presidente de EU.
Sí, Yarrington será protegido por la mafia. Se dirá que está preso en tal o cual cárcel, pero lo más seguro es que se acoja a las leyes de testigos protegidos, se le practique una cirugía facial con un cambio de identidad y asunto arreglado.
Pero a los mexicanos nos queda claro de que Tomás Yarrington fue un gobernador al servicio del narcocrimen ¿cuántos más como el habrá en México?