Identificados, asesinos de periodista
¬ Augusto Corro miércoles 19, Abr 2017Punto por punto
Augusto Corro
Anteayer, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, informó que ya están identificados los autores intelectuales y materiales del asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea, así como los copartícipes.
Sin duda, es una noticia importante que las autoridades cumplan con su obligación de investigar los crímenes contra los comunicadores, pero debemos entender que la aplicación de la justicia contra los criminales aún se encuentra muy lejos.
Veamos. En la mayoría de los casos de agresiones contra los periodistas los asesinos no son detenidos. Está comprobado. ¿La razón? Porque se trató de muertes ordenadas por la delincuencia organizada que tiene sicarios y el poder suficiente para comprar a las autoridades.
Y desafortunadamente, los atentados contra los comunicadores se incrementaron cuando la narcodelincuencia empezó a crecer en nuestro país. Los periodistas denunciaron o afectaron los intereses de los narcotraficantes y pagaron con su vida.
No sólo tocaron temas peligrosos relacionados con el crimen organizado, también señalaron delitos de funcionarios públicos, que no tuvieron otro camino que la violencia, para silenciar las voces de los periodistas.
Estimulados por la impunidad
¿Quiénes son los asesinos de Miroslava? ¿Narcos o caciques?
Según los antecedentes de la investigación, la periodista afectó los intereses del crimen organizado que tiene aterrorizados a los tarahumaras. Bien pudieron ser los reportajes de los abusos de la delincuencia contra la etnia, lo que no agradó a los criminales.
Si se trata de esa clase de delincuentes, tendremos que conformarnos a conocer la identidad de los asesinos, pero sin posibilidades de que las autoridades los lleven ante la justicia.
Si se trata de problemas como la venganza de un servidor público, o una represalia por una nota publicada que no le agradó a algún cacique, entonces el caso no sería tan complicado de resolver y llevaría a los asesinos ante un juez, sin mayor problema.
“Sin duda que habrá detenciones, por supuesto que es un asunto en el que tenemos detectado al autor material, coparticipes y por supuesto al autor intelectual”, dijo el gobernador Corral.
Quizás el mandatario estatal nos dice la verdad del caso, pero lo que realmente interesa es que los asesinos de Miroslava sean enjuiciados y encarcelados. Hasta no ver tras las rejas a esos criminales se podrán aceptar, totalmente, las palabras del funcionario. Mientras el caso sigue abierto.
Matan a otro comunicador
El comunicador y activista, Juan José Roldán, de 36 años, fue encontrado sin vida en un camino de terracería en un predio del municipio de Calpulalpan, Tlaxcala.
Lo anterior fue informado por el sitio de noticias 385grados.com.
La Unión de Periodistas de Tlaxcala (UPET) demandó a las autoridades realizar una investigación a fondo para determinar la muerte de Juan José Roldán, y en caso de que se tratara de un crimen, hallar a los responsables.
El cadáver fue encontrado la mañana del domingo. Ayer en este espacio nos referimos al asesinato del periodista Maximino Rodríguez Palacios, de 72 años, ocurrido el Jueves Santo.
El reportero fue alcanzado por las balas de armas de alto poder, cuando estacionaba su camioneta, en un centro comercial, en La Paz, Baja California Sur.
Otros crímenes. En el pasado mes de marzo fueron ultimados tres comunicadores: Miroslava Breach Velducea, de 54 años, en Chihuahua; Ricardo Monlui Cabrera, de 57 años, en Veracruz, y Cecilio Pineda Brito, de 39, en Guerrero.
En nuestro país fueron asesinados 102 periodistas desde el 2010 hasta el 2017. De lo anterior se deduce que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
Los periodistas se encuentran a merced de la delincuencia organizada, que amparada en la impunidad, lleva a cabo la violencia contra los periodistas y los medios que representan. Las actividades de los comunicadores se ven limitadas. La autocensura es una de las formas de reaccionar ante la violencia.
Recientemente, el diario “Norte de Chihuahua” dejó de circular ante las amenazas constantes de los criminales. Los periodistas, en algunas entidades, son víctimas de persecuciones y amenazas de muerte que se cumplen.
Tras esos asesinatos se encuentran las bandas del crimen organizado y los caciques de pueblo, amparados en la impunidad. ¿Y los organismos defensores de los derechos humanos? Pues parece que ni existieran. Su función, a la fecha, se concreta a condenar los atentados contra los periodistas. Nada más. Resulta que no cuentan con recursos económicos para cumplir su tarea “protectora”, como lo señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).