Las ridículas ambiciones presidenciales de Graco
Francisco Rodríguez miércoles 19, Abr 2017Índice político
Francisco Rodríguez
La obra de la escritora Susan Sontag, pionera en el sistema de lo desastroso, está basada en la crítica de lo que se propone como perfecto, en la destrucción de las armonías superficiales. Gran analista y promotora del cine francés de la “nueva ola”, trata de hacer prevalecer la ironía sobre la tragedia. El concepto del “camp” ridiculiza las sensibilidades fallidas.
Alguna vez dijo que para comprender lo “camp”, bastaba ir al parisino cine Odeón del viejo Barrio Latino, para comprender por qué los estudiantes latinoamericanos gimoteaban frente a una película de Marga López y Arturo de Córdova, mientras los europeos se reían de sus dislates. La conclusión era: “esto es bueno, porque es desastroso”.
Había que ensanchar la comprensión, y con ella, todas las posibilidades de los medios de expresión. La fórmula de Susan Sontag acompaña hasta la fecha todos los análisis serios sobre los modos de comprender los fenómenos de la cultura, del primero, del tercero y del último mundo en el que nos han metido.
Lo “camp” es lo que cree ser serio y acaba siendo una vacilada. O al revés, lo que pretende ser chistoso y termina siendo absolutamente dramático, depende del cristal con que se mire. Siempre hay una absoluta disparidad entre intención y resultado. En la política mexicana esto es un ajonjolí de todos los moles.
“El intento central del “camp” es destronar lo serio. Uno puede tomarse la frivolidad en serio, o frívolamente la seriedad. La sinceridad no es suficiente. La sinceridad “puede ser simple ignorancia, pretensión y estrechez intelectual”, dice Sontag en Apuntes sobre el camp.
Pero hay niveles. Lo que está pasando en el estado de Morelos rebasa todos los parámetros. Después de ser una entidad que se resistió hasta lo último para aplicar todos los controles de verificación ambiental, de un día para otro, debido a la descarada ambición de Graco Ramírez por ser presidenciable en su partido, el PRD, entró ferozmente a la competencia, por la puerta de atrás.
A los oídos de el buen Graco ha de haber llegado la especie confirmada de andan buscando seleccionar sus candidatos idóneos para que los partidos le hagan la vida fácil al PRI en 2018. Ante la certeza de que ya escogió a Moreno Valle por el PAN y a Silvano Aureoles por el PRD, Graco quiso apuntarse en la línea de los supuestos “bendecidos”.
Del candidato del Partido Verde, ni hablar. Esa franquicia tendrá que apechugar y jalar parejo con la candidatura de Osorio Chong.
La lucha no es por una ideología, sino por las maletas
A partir de ahí, se deducen los buenos o malos números que los gobernadores tienen en las encuestas fabricadas a modo, el trato de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre los recursos etiquetados a tiempo y hasta la apatía de las autoridades fiscalizadoras sobre los desvíos del gasto que se perpetran en las entidades.
Para ello, nada mejor que plegarse a todos los designios. Empezando por aplicar, en el área metropolitana de la Ciudad de México, todos los moldes que percibe combaten la contaminación. La lucha no es por una ideología, sino por las maletas, usted sabe. Y en eso, Graco Ramírez Garrido Abreu, es uno de los grandes pioneros.
Cuando se empezaron a aplicar los sistemas de medición y control de las emisiones vehiculares, los tecnócratas egresados de la Secretaría de Programación y Presupuesto, que eran unos expertos en copiar y trasladar programas extranjeros, consideraron que los verificentros eran indispensables. Total, el progreso debía ser producto de la copia, pensaban.
A poco, se comprobó el gran negocio que representaban para los concesionarios. Manuel Camacho Solís, el propulsor de esa idea de importación y del “Hoy no circula”, repartió concesiones a lo grande. Para taparle el ojo al macho, regaló concesiones a quien en ese tiempo era líder de la Canacintra, Jorge Kahwagi Gastine, amigo de Carlos Salinas de Gortari, con objeto de que sus afiliados colaboraran con el programa.
Lo corporativo alcanzaba grados de excelsitud. El sistema premiaba a sus mejores hombres, por todos los medios, en todas las formas. Pero Kahwagi no era político, sino empresario fullero y pronto encontró la forma de ser el concesionario de casi todos, apropiárselos para su bolsa, lo que en el Distrito Federal implicaba ganancias multimillonarias al mes.
El proceso de verificación tuvo que ser acotado. Poniéndole todos los requisitos y las trabas posibles a los excesos, al costo de la impopularidad y el descarte de los ejecutores de las medidas. Los empresarios se habían empoderado demasiado. Kahwagi tuvo durante muchos años el juguete en las manos.
Pero ahora, en Morelos, donde la premura es más urgente que todo lo importante, Graco entró por la puerta de atrás. Empresas e inversionistas ligadas con el ex diputado federal Jorge Antonio Kahwagi Macari, hijo del verificador pionero, y con capitales de dudosa procedencia, han obtenido las concesiones de Centros de Verificación Vehicular.
Se ha convertido en un abuso. Ya se sabe que Kahwagi, aparte de ser de los íconos del Partido Verde, el que inclinó la balanza para que el PRI lograra el 27% de los votos que emitió el 60% de los ciudadanos que fueron a las urnas, con el consecuente poder que adquirió esa franquicia del “Niño verde” es el vivo ejemplo de las conductas familiares.
No hay ley violada por el Partido Verde que no haya sido descartada o postergada, en los rubros ambientales, penales o electorales. De alguna manera tienen que agradecerle al verde todos los favores recibidos en la elección presidencial del 2012 y en la votación apretada de las cámaras.
A las protestas de los automovilistas por la pésima aplicación del apresurado programa anticontaminante de Graco, el adelantado, se han sumado las demandas y litigios iniciados ante tribunales judiciales e instancias federales y a nivel local, por hombres de negocios e inversionistas…
… así como empresarios ex propietarios de verificentros, quienes aseguran haber sido despojados de manera “tramposa y alevosa” de sus concesiones, por parte de Graco y de sus autoridades leales del gobierno estatal. Todos piden que se revoquen las adjudicaciones y se lancen convocatorias serias, de acuerdo a los objetivos de saneamiento ambiental, si es que los hay.
Kahwagi Jr., un hombre venido a más, como los de su ≠condición
Por lo pronto, Graco ya empoderó al junior Kahwagi, un hombre venido a más, como todos los de su condición, así como así y porque sí. Un mazacote pesado, sin gracia, sin consistencia, como un mal arroz de Jojutla. Una de las figuras que calzan a modo con la manera de ser de los políticos, por lo que gozan de todas las preferencias. Y eso es lo que buscan las ambiciones presidenciales del otro bulto, Graco Ramírez Garrido Abreu.
Según Graco, todo está puesto para que también oiga las palabras mayores, ésas que dice Osorio Chong haber recibido, junto con la bendición a José Narro para que éste pelee la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, bajo las siglas demeritadas del PRI.
Seguramente no se lo ha preguntado a Videgaray, que al ver que no levanta en las mediciones populares, está más que puesto para dar el cuartelazo, y proponer que vaya en su lugar, hasta Ochoa Reza. Dios los tenga a fuego lento.
¿Graco, presidenciable? Eso es bueno, ¡porque es desastroso!
Al fin y al cabo, como decía Susan Sontag, eso es bueno, ¡porque es desastroso! ¿O usted qué hubiera hecho?
Índice Flamígero: En su enésimo intento por defenestrar a Cuauhtémoc Blanco de la alcaldía de Cuernavaca, Graco Ramírez llegó al increíble extremo de acusarlo —vía te$tigo protegido— de ser el autor intelectual del asesinato de Juan Manuel García Bejarano, organizador de la Feria de la Primavera en la capital morelense. Pero dichas acusaciones, que supongo falsas, fabricadas, se le revierten al mandatario morelense y así hace crecer la figura del ex futbolista, quien aspira a sucederlo en la gubernatura, con lo que Graco se convertiría en el acto en ¡otro prófugo de la justicia! + + + ¡Lluvia de pasaportes falsos! Ahora resulta que el mundillo de la corrupción política tiene doble o hasta triple identidad. ¿Gracia o concesión de la ex canciller Claudia Ruiz Massieu? ¿Eso hacía las tardes en las que pasaba largas sobremesas en el restaurante Palm, de Polanco? Es que el gen de las falsificaciones, cobardías y trapacerías lo trae por duplicado, dados sus dos dobles apellidos. ¿A poco no? + + + ¿Ya se olvidaron de Rodrigo Medina? Por si lo andan buscando, se le encuentra con toda facilidad en Ixtapan de la Sal, justo en el club de golf que, aparentemente, es de los San Román, pues hay quienes dicen que ya lo vendieron. Medina es el foursome,miércoles, sábado y domingo -junto con Peña Nieto, Miranda y uno de los San Román o el tío Alfredo del Mazo, quien siempre se apersona sin invitación— en los encuentros golfísticos. + + + ¿Y qué hay de Gabino Cué? Es tan hábil su operador estrella, Jorge Castillo -socio de Juan Armando Hinojosa Cantú (Higa) en construcciones de Oaxaca y cliente frecuente la aerolínea Eolo Plus— que ya se cobija bajo el manto protector del constructor favorito. Le daré más detalles. + + + De don Miguel Ramírez, desde Torreón, Coahuila: “Manuel Cavazos, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Mario Villanueva, Mario Marín, Andrés Granier, Rodrigo Medina, César Duarte, Javier Duarte y un kilométrico etcétera, etcétera más. Llamarlos priístas corruptos es cometer un pleonasmo. ¿Habrá alguien que siga votando por el PRI?”.
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