¿Parentela?, entre más lejos, mejor
Ramón Zurita Sahagún miércoles 12, Abr 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Hasta dónde llega la responsabilidad que tienen los políticos sobre sus familiares o incluso con sus compañeros de partido?
Rezan varios adagios relacionados con ello. De los parientes y el sol, entre más lejos mejor. Con la familia se nace, a los amigos se les escoge.
Constantemente los políticos, principalmente, son señalados por hechos en los que no participaron o en los que no tienen responsabilidad alguna, pero con los que quieren vincularlos, a efecto de perjudicar su imagen o mostrar sus relaciones peligrosas.
Son muchos los ejemplos, pero vale la pena señalar algunos de ellos, ahora que está de moda, lanzar la piedra y esconder la mano.
Dos distinguidos miembros del Partido Acción Nacional han sido señalados por actos cometidos por familiares cercanos, sin que ellos hubiesen participado en los hechos.
Javier Corral Jurado, hoy cuestionado por el crimen de la periodista Miroslava Breach, fue estigmatizado hace un par de años por el entonces gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, al precisar que, cuando menos un par de hermanos (Roberto y Raúl) del hoy gobernador del estado sufrieron por vinculación con delitos contra la salud.
El efecto causado en el ego del hoy gobernador y entonces senador Corral Jurado fue devastador, aunque se deslindó de esas acciones de sus familiares, aclarando que estaban pagando sus cuentas con la justicia.
Con todo y ello, Javier Corral ganó los comicios en 2016, con amplia ventaja sobre sus adversarios, incluido el candidato priísta.
Hoy, la que padece la portación de familia prohibida es la candidata panista al gobierno del Estado de México, Josefina Vázquez Mota.
Seis de sus hermanos y su padre, fueron señalados en una investigación que se realiza sobre lavado de dinero, acusación de la que se deslindó la ex candidata presidencial.
Vázquez Mota aclaró que la información divulgada no la relaciona en nada con los eventos que se investigan y negó conocer dicha investigación establecida por la PGR. A mí, no se me involucra en ninguna conducta indebida, dijo la abanderada panista.
En ambos casos, los panistas tienen razón, ya que los asuntos divulgados no los relacionan a ellos, pero si a sus familiares.
Es aquí donde las cosas se complican, ya que los políticos cargan con las culpas ajenas, además de las propias, pues deben exhibir una buena conducta de ellos y sus cercanos, sean amigos o familiares.
Claro que al delegar responsabilidades y endilgar las culpas a los culposos o violadores de la ley tratan de eximirse de esos actos.
Los panistas mencionados no son los únicos que se ven afectados por esas conductas de personas cercanas a su círculo. Mario Anguiano Moreno, gobernador de Colima, cargó siempre con la responsabilidad de que uno de sus hermanos fue sentenciado por narcotráfico, aunque no le afectó en su camino al gobierno estatal.
Colima es una de las entidades en que más se vincula a los políticos y sus familiares con ilícitos, tanto así que Silverio Cavazos Cevallos, fue asesinado ya en su etapa de ex gobernador y Fernando Moreno Peña, también ex gobernador fue objeto de un atentado. Otro más, Gustavo Alberto Vázquez Mota, quien murió en un accidente de aviación, se filtró que pudo ser parte de un atentado.
Los políticos panistas también han sufrido con acciones de sus hermanos en esta entidad, principalmente relacionados con vínculos con el narcotráfico.
Rodrigo Medina de la Cruz, ex gobernador de Nuevo León, cargó, además de sus culpas propias, con las de su padre, quien hizo y deshizo durante su gobierno. Humberto Medina, al igual que su hijo Rodrigo y la esposa de éste, Gretta Salinas, si ha tenido que comparecer ante las autoridades e incluso Humberto logró un amparo, para no ser detenido.
Otro gobernador, el de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, también fue estigmatizado por los actos de abuso de gobierno cometidos por su padre. Leonel Sandoval, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del estado.
El padre tuvo que solicitar licencia a su cargo, luego de que fuese evidenciado en una grabación en la que hacía proselitismo a favor del entonces candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara, Ricardo Villanueva, quien finalmente perdió.
Pero no son solamente las presunciones o realidades de ilícitos cometidos por familiares lo que motiva la percepción de que los políticos solapan una serie de acciones cometidas por sus familiares.
Karime Macías, esposa de Javier Duarte de Ochoa, el prófugo ex gobernador de Veracruz ha sido señalada por un supuesto diario en el que notificaba cada uno de los negocios en que participaba, lo que es usado ahora para mostrar su complicidad en actos de corrupción.
La esposa de Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas y él mismo sujeto a diversas acusaciones e investigaciones en territorio estadounidense. Finalmente, una fotografía en la que aparece Andrés Manuel López Obrador, al lado de José Luis Abarca, el presunto responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, es usada como prueba fehaciente del vínculo del tabasqueño con el guerrerense.
Quienes lo hacen se olvidan que en las campañas políticas, los candidatos son sujetos de fotografiarse con todo y cada uno que se lo pide y no son responsables de lo que estos personajes hagan. Lo mismo existen fotos del presidente que de secretarios y hasta militares con sujetos poco fiables, pero que ese momento quedó captado en una fotografía.
En fin, nadie se hace responsable de los asuntos en los que se inmiscuyan amigos, hermanos, padres, tíos o simples amigos o conocidos.