¿Seguridad social?
Francisco Rodríguez miércoles 27, Oct 2010Índice político
Francisco Rodríguez
¡QUÉ GRAN NEGOCIO! Antes que solucionar el enorme problema del desabasto de medicamentos, los señores diputados del PRI y sus convenencieros aliados del membrete conocido como Partido Verde, han decidido empezar a privatizar al IMSS, al ISSSTE y a la propia Secretaría de Salud. Todo ello para beneficiar a las cadenas de farmacias que son de la familia González Torres: El Fénix, Similares, Doctor Ahorro, Doctor Descuento… y otras más.
Y es que, desde que los mexicanos pagamos año con año a los bancos los intereses del Fobaproa -más de 500 mil millones de pesos, hasta la fecha, sin que haya disminuido de manera considerable el capital que les adeuda el gobierno federal—los sistemas de seguridad social han sido las que han venido pagando el pato. Todo gracias a ese PRIAN que tan bien caracterizan Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, quienes aprobaran a mediados de la década de los 90’s el que las deudas privadas de los grandes corruptos del país, se convirtieran en deudas públicas, deudas de todos.
Más que el de las farmacias, el negocio de los González Torres -tíos del aniñado dirigente vitalicio del PVEM-, ha sido el de su asociación con políticos venales.
Porque desde mediados del siglo anterior, las farmacias de estas familias eran las únicas que podían surtir las recetas de trabajadores y empleados del Banco de México, de la Comisión Federal de Electricidad y de otras dependencias públicas descentralizadas que contaban con prestaciones más altas que las del resto de la burocracia que depende del siempre famélico ISSSTE.
Y adivinó usted. Cuando esos pacientes o sus familiares llegaban al mostrador de los establecimientos, nunca había el medicamento indicado. Se había acabado el de ellos. Sólo quedaba el de venta al público. Así, ante la urgencia o la necesidad, se veían obligados a comprarlo. Y los González Torres facturaban a Banxico, a la CFE o a cualesquiera otra empresa paraestatal los medicamentos como si efectivamente hubiesen sido entregados. Ganancia doble… que tenían que compartir con los administradores públicos corruptos.
Este esplendor económico se dio, sobremanera, en las épocas en las que Emilio Martínez Manautou, abuelo de “El Niño Verde” fue titular de las secretarías de la Presidencia, con GDO, y de Salubridad y Asistencia, con JLP. Para eso, y más, valían las influencias de este peculiar tamaulipeco.
Con Emilio González Martínez ha ido el PRI en esta nueva aventura económica que, además, no es novedosa.
Ya hace un par de años, el hoy tan mentado Miguel Ángel Yunes Linares, ya proponía la desaparición de las farmacias del ISSSTE, entonces como hoy a su cargo, y subrogar sus servicios a empresas privadas, pues al 2008 reportaban pérdidas anuales de 700 millones de pesos. No lo consiguió este veracruzano, también peculiar en cuanto a honestidad se refiere, pero sí avanzó en la concesión a la iniciativa privada de la distribución de medicamentos, dizque “a fin de agilizar su entrega a hospitales y clínicas”.
Y esos fueron contratos de varios miles de millones de pesos. Imagínese usted el tamaño de la coima que habría recibido Yunes por tan espectacular negocio, que en realidad es un delito de lesa patria.
¿A qué juegan los priístas en esta vergonzosa alianza con los verdes?
Bien que usen su membrete para efectos electorales, pero de ahí a llevar a la realidad las propuestas de campaña de estos envejecidos chamacos hay, debería haber, una gran distancia.
¿Qué sigue tras la aprobación ayer en la Cámara baja -más baja que otras veces— de la ya llamada “Ley Simi”?
¿Que los priístas comandados por Francisco Rojas -del grupo De la Madrid- Del Mazo empuje la iniciativa para que sea aprobada la pena de muerte para los secuestradores?
¿Inglés y computadora, al mejor estilo labastidista?
Más seriedad, señor Rojas. ¿O de qué se trata? ¿Sólo de pagar a los verdes –con un gran negocio, claro— el que haya sido esa bancada de la legislatura mexiquense la que haya propuesto la controvertida ley que limita las candidaturas comunes en el Estado de México?
Antes que una a$pirina para el enorme problema del de$aba$to de medicamentos, los señores diputados del PRI -los del Verde no cuentan-, deberían buscar la forma de revertir el Fobraproa.
Los bancos ya ni siquiera son mexicanos.
Quienes entonces nos saquearon, ya nos volvieron a saquear.
Índice Flamígero: Que siempre está enojado. Muino. Y que se la pasa frente a la computadora recibiendo informes y “tarjetas” de seguridad pública. Que si ya cayó “El Fulano”. Que si “El Zutano” capturado era el brazo financiero de “El Mengano”. Así, todo el día. Así, todos los días en Los Pinos. ¿Y la educación, la salud, la inversión, los indígenas, la reconstrucción nacional? Eso no importa. Sólo Genaro es quien le tiene “sorbido el seso”, dicen.